S. URBANO I (222-230) No existen noticias ciertas sobre él. Posiblemente nació en Roma.
Fue papa con Alejandro Severo, en una época bastante tranquila para los cristianos, protegidos por Julia Mamea, madre del emperador, que parece ser que era cristiana.
A él se debe la conversión de S. Cecilia, del esposo Valeriano y de los cuñados Máximo y Tiburcio. Urbano dio su consentimiento para la adquisición de bienes inmuebles en favor de la Iglesia.
Fue decapitado por obra del prefecto Turcio Almenio. Su cuerpo, recogido por Julia Mamea, fue enterrado en las catacumbas de S. Calixto. Hoy reposa en la iglesia romana de S. Práxedes, mientras que una parte de las reliquias ha ido a parar en Francia.