Señor… Muéstrame tu rostro, que eso me basta… Si Tú estás conmigo nada malo podrá pasarme; los males de este mundo son como el fuego que templa al oro.
Contigo nada es imposible; fortaléceme en mi fé para hacerme merecedor de la vida eterna y gozar de Tu presencia por siempre… Gloria a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, Amen…
Señor… Muéstrame tu rostro, que eso me basta… Si Tú estás conmigo nada malo podrá pasarme; los males de este mundo son como el fuego que templa al oro.
Contigo nada es imposible; fortaléceme en mi fé para hacerme merecedor de la vida eterna y gozar de Tu presencia por siempre… Gloria a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, Amen…