Oh mi Señor… Cuán vanidosos somos los humanos; creemos que todo gira alrededor de nosotros, que todo se debe a nosotros, que somos el ombligo del universo…
Vanidad y soberbia, eso es lo que nos domina; el mejor antídoto es la humildad; para adquirirla, hay que concientizarnos como somos y ver cómo Eres y cómo, siendo Dios, te humillaste por nosotros para salvarnos.
En la medida en que te dejemos entrar a nuestro corazón, en esa medida se irán grabando en él los 2 mandamientos principales que nos dejaste:
Amar a Dios por sobre todas las cosas
Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Haz Señor que ese amor anide en mí y me convierta en el más humilde de tus hijos, para alabanza y gloria de tu nombre…Bendito seas…
Oh mi Señor… Cuán vanidosos somos los humanos; creemos que todo gira alrededor de nosotros, que todo se debe a nosotros, que somos el ombligo del universo…
Vanidad y soberbia, eso es lo que nos domina; el mejor antídoto es la humildad; para adquirirla, hay que concientizarnos como somos y ver cómo Eres y cómo, siendo Dios, te humillaste por nosotros para salvarnos.
En la medida en que te dejemos entrar a nuestro corazón, en esa medida se irán grabando en él los 2 mandamientos principales que nos dejaste:
Amar a Dios por sobre todas las cosas
Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Haz Señor que ese amor anide en mí y me convierta en el más humilde de tus hijos, para alabanza y gloria de tu nombre…Bendito seas…