Señor… soy obra de tus manos… vivo de Tí y para Tí… concédeme la gracia de no olvidarme de ello y tenerte siempre presente en todo lo que yo haga. No permitas que me pierda en los deseos mundanos que pronto pasarán y me llevarán a otros y otros, alejándome de ti. Quiero estar siempre a Tu lado para alabarte y bendecirte todos lo días de mi vida terrenal y así gozar de tu presencia desde ahora… Amén…
El Evangelio de hoy nos dice: «No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón….» Hagamos de Jesus nuestro tesoro y, por consecuencia, allí estrá nuestro corazón y el consuelo de nuestra alma…
Señor… soy obra de tus manos… vivo de Tí y para Tí… concédeme la gracia de no olvidarme de ello y tenerte siempre presente en todo lo que yo haga.
No permitas que me pierda en los deseos mundanos que pronto pasarán y me llevarán a otros y otros, alejándome de ti.
Quiero estar siempre a Tu lado para alabarte y bendecirte todos lo días de mi vida terrenal y así gozar de tu presencia desde ahora… Amén…
El Evangelio de hoy nos dice:
«No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban.
Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben.
Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón….»
Hagamos de Jesus nuestro tesoro y, por consecuencia, allí estrá nuestro corazón y el consuelo de nuestra alma…