En este «Hacia lo Alto» el P. Luke DeMasi —Siervo del Hogar de la Madre— nos recuerda el interés que Dios tiene por la conversión del hombre, y la reverencia debida a Dios en la Sagrada Hostia durante la Santa Misa, con la vida de San Isaac Jogues, misionero jesuita del siglo XVII que fue junto con otros jesuitas a las Américas y a Canadá para evangelizar a los indios salvajes. Fue misionero de Cristo y por Cristo murió. Fue cruelmente martirizado, y en un momento de la tortura que sufrió, en la que le cortaron el pulgar con una concha, dijo: «Señor te ofrezco mi dedo POR TODAS LAS MISAS QUE YO HE OFRECIDO INDIGNAMENTE». San Isaac Jogues nos recuerda que solo podemos hacer la voluntad de Dios con Dios en nosotros.
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