¿Cómo se pasa de ser el mayor superhéroe de la gran pantalla a persona caída en desgracia? Los cambios tan drásticos siempre sorprenden y suponen un fuerte revulsivo para la sociedad. Por eso Super/Man…
La historia de Christopher Reeve es el espectacular ascenso de un actor desconocido a estrella de cine icónica. Su interpretación inigualable de Clark Kent/Superman se convirtió en punto de referencia para los universos cinematográficos de superhéroes que dominan el cine actual. Reeve encarnó al Hombre de Acero en cuatro películas de Superman e interpretó otros muchos papeles que demostraron su talento y versatilidad como actor, antes de sufrir un accidente de equitación que estuvo a punto de causarle la muerte en 1995 que lo dejó paralizado de cuello para abajo.
¿Cómo se pasa de ser el mayor superhéroe de la gran pantalla a persona caída en desgracia? Los cambios tan drásticos siempre sorprenden y suponen un fuerte revulsivo para la sociedad. Por eso Super/Man: La historia de Christopher Reeve es una de las historias de superación más sorprendentes e interesantes de los últimos años, con un actor que estaba en la cima y que, por un increíble y, a la par trágico giro de los acontecimientos, tiene que replanteárselo todo con unas limitaciones absolutas, pero siempre con una máxima: vivir.
La historia de Christopher Reeve es el espectacular ascenso de un actor desconocido a estrella de cine icónica. Su interpretación inigualable de Clark Kent/Superman se convirtió en punto de referencia para los universos cinematográficos de superhéroes que dominan el cine actual. Reeve encarnó al Hombre de Acero en cuatro películas de Superman e interpretó otros muchos papeles que demostraron su talento y versatilidad como actor, antes de sufrir un accidente de equitación que estuvo a punto de causarle la muerte en 1995 que lo dejó paralizado de cuello para abajo.
Que nadie espere una película basada en hechos reales porque aquí no la va a encontrar, esto es un documental puro y duro que, por fortuna, se puede ver en pantalla grande (en versión original subtitulada, eso sí). Dirigido por Ian Bonhôte y Peter Ettedgui, han contado con testimonios de primera mano: nada más y nada menos que William, Matthew y Alexandra (los tres hijos en la vida real del actor), Gae Exton (su primera mujer) y varios grandes actores de fama mundial como Whoopi Goldberg o Jeff Daniels. Todos ellos recuerdan tanto la faceta personal de Christopher Reeve como la profesional, con sus luces y sombras en ambas, porque si bien fue un gran icono del cine gracias a su papel de Clark Kent/Super-Man, también fue marido y padre.
Funciona francamente bien la idea de establecer un símil visual entre esos gráficos generados por ordenador con una estatua de Reeve, que va ascendiendo o descendiendo según vamos escuchando que su vida mejoraba o empeoraba, y es atacado con kryptonita cuando la tragedia golpea su vida de forma irremediable debido a ese accidente a caballo que termina postrándole en una silla de ruedas y necesitado de cuidados 24 horas diarias.
Reeve no era en absoluto perfecto, y él lo reconocía, pero nunca dejó de luchar, sobre todo gracias a que su segunda mujer le dio la clave nada más salir del coma por el accidente: “Te quiero y te querré siempre porque sigues siendo tú”. Efectivamente se deja meridianamente claro que la vida sigue adelante y que siempre merece la pena luchar y esperar a que llegue la muerte natural, nada de optar por la eutanasia, que en definitiva es un asesinato edulcorado. También fue clave el apoyo de su mejor amigo, el malogrado Robin Williams, quien quedó devastado tras la muerte de Reeve y sus amigos aseguran que, de seguir vivo Reeve, también lo haría Williams.
El documental es sincero en que lo ideal siempre es que una familia esté unida, a poder ser con una unión matrimonial que involucre a padre y madre que extienda un paraguas de protección a los hijos si los hay, y que los padres siempre procuren el cuidado tanto de esa unión como de la descendencia. Cuanto más cerca estaba Reeve de sus hijos, más felices eran éstos.
No se pasa por alto que no fue perfecto y tenía sus aspectos más oscuros, con decisiones polémicas, pero que nunca dejó de luchar y de amar la vida, dando ejemplo con muchas estupendas iniciativas en las que estuvo acompañado por su mujer y que hoy en día continúan sus hijos.
Sin duda un excelente documental que nos recuerda que, aunque la vida nos golpea, a veces de forma radical, siempre hay motivos para luchar y salir adelante, dar ejemplo y ser un héroe, porque el héroe no es el que no teme a nada y hace lo que nadie más puede sino, en palabras del protagonista, es “el hombre corriente que nunca deja de luchar por muchas dificultades que le vengan encima y da ejemplo con ello”.
Por Miguel Soria