Las bienaventuranzas son una síntesis de los principios que constituyen el ideal de la vida cristiana.
Y puesto que el mundo no puede ser transformado ni ofrecido a Dios sin el espíritu de las bienaventuranzas, deben también los seglares tratar con ahínco de asimilarlo para que de esta forma su vida, sus trabajos, sus pruebas hagan de ellos adoradores que en todo lugar actúan santamente y consagran el mundo a Dios. (Documento Colectivo del Episcopado Español, 29-1-1971, n. 23)
Esta página del evangelio de San Mateo expresa admirablemente toda la elevación de la perfección cristiana a la que Jesús llama a todos los hombres. El Sermón de la Montaña es un compendio de la doctrina cristiana; es la solemne promulgación de la nueva ley, otorgada para perfeccionar la ley mosaica y enmendar erróneas interpretaciones: «No penséis que he venido a abrogar la Ley o los profetas; no he venido a abrogarla, sino a consumarla». (Mt. 5, 17).
No es fácil reducir a un solo tema todo lo que Jesús trató en este discurso, pero todas las enseñanzas pueden agruparse en torno a cinco temas:
1) El espíritu que se debe tener para entrar en el Reino de los Cielos (las bienaventuranzas, sal de la tierra y luz del mundo, Jesús y su doctrina, plenitud de la Ley).
2) Rectitud de intención en las prácticas de piedad (aquí se incluye la oración dominical).
3) Confianza en la Providencia paternal de Dios.
4) La conducta fraternal de los hijos de Dios (no juzgar al prójimo, respeto de las cosas santas, eficacia de la oración y la regla de oro de la caridad).
5) Condiciones y fundamento para la entrada en el Reino (la puerta angosta, los falsos profetas, edificar sobre roca). (Cfr. Evangelio según San Mateo, EUNSA, pág. 108.)
Las ocho bienaventuranzas con que comienza el Sermón son, a su vez, una síntesis del mismo y condensan de modo admirable los principios que constituyen el ideal de la vida cristiana y revelan al mismo tiempo toda su sublimidad.
Las bienaventuranzas no presentan el problema de escoger entre los bienes presentes y los futuros, sino entre los bienes verdaderos y los falsos, y éstos lo son tanto ahora como eternamente, y la verdad y la falsedad de los bienes la da Dios mostrándonos cuáles son los verdaderos.
Las bienaventuranzas no contienen toda la doctrina evangélica. Sin embargo, son, como en germen, todo el programa de perfección cristiana, resumido, pero completo.
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados -hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución a causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Según esta bienaventuranza, quien quiera andar por el camino de Dios ha de librarse de la codicia, desprendiéndose de la preocupación excesiva de los bienes materiales. A quienes Cristo llama pobres son también esos hombres sencillos que ninguna importancia se conceden a sí mismos. Lo que Cristo exige es el desprendimiento del alma de las cosas de este mundo, llevando una vida sencilla, conscientes en todo momento de la pobreza del hombre frente a Dios, viviendo esa virtud que es fundamental para el cristiano: la humildad.
Los mansos
El mismo Cristo se pone como ejemplo de esta virtud (cfr. Mt. 11, 28). Lo mismo que fue Cristo, suave para con los hombres -llamó amigo incluso a quien le traicionaba-, debe el cristiano respirar suavidad en sus juicios, palabras y hechos para con el prójimo. La mansedumbre supone, en quien la vive, un dominio sobre sí mismo, pues los arrebatos de cólera, más que fuerza, indican debilidad en quien los sufre. Dios no deja que nos acerquemos a Él mientras se conserve un sentimiento antifraternal. Se le vuelve a encontrar cuando se ha perdonado de corazón.
Los que lloran
Nada más ajeno a Cristo que convertir la tristeza en una actitud fundamental para el cristiano. El cristiano está hecho para la alegría, que encuentra en Dios. Lo que el cristiano debe llorar son sus pecados y tantas ofensas que diariamente se hacen al Señor. Debe producirle tristeza el hecho de encontrarse tan lejos de la santidad, que debe desear ante todo. Será también para él motivo de tristeza el desprecio que le viene de un mundo sin Dios, pero si une su causa a la de Dios sentirá la alegría de los Apóstoles cuando, por primera vez, sufrieron ultrajes por el nombre del Señor (cfr. Act. 5, 41).
Los que tienen hambre y sed de justicia
En la Biblia se llama justo a aquél que se esfuerza sinceramente por cumplir la voluntad de Dios, manifestada en sus preceptos; de ahí que justicia en el lenguaje bíblico se refiere no solamente a una virtud cardinal, sino al conjunto de todas las virtudes, la perfección, la santidad.
Tener hambre y sed de Dios consiste en una actitud moral total; es el máximo cumplimiento posible de la vida divina en el hombre. El solo deseo de esta posesión llena al hombre completamente de paz, cosa que ningún otro deseo logra, pues siempre se siente hambre de más.
Los misericordiosos
La misericordia a la que Jesús promete la bienaventuranza es la que lleva al cristiano a compartir efectivamente las desdichas del prójimo, tanto en sus angustias materiales como espirituales. Le lleva a amar al prójimo no sólo cuando se lo merece, sino porque es prójimo, como el propio Jesús enseñó en la parábola del buen samaritano. La misericordia llega a ser la medida con la que se nos medirá, y sólo alcanzará misericordia de Dios quien se incline profundamente ante el prójimo que sufre.
Los limpios de corazón
Cristo, enseña que la calidad moral de la vida del hombre está en el corazón (cfr. Mc. 7, 22). Limpio de corazón es aquel que, hasta donde es posible, mantiene su corazón limpio de pecado. La limpieza de corazón agranda la capacidad de amar del hombre, que, como tiene un corazón de carne, necesita querer, pero necesita querer rectamente, sabiendo qué elige. Si no se tiene el corazón limpio no se ve claro para elegir, pues basta un ligero velo para ofuscar la visión, y este velo muchas veces está formado por disposiciones morales imperfectas -al menos- por no tener el corazón limpio.
Los pacíficos
Aquí – dice San Juan Crisóstomo – no se contenta el Señor con eliminar toda discusión y enemistad de unos con otros, sino que nos pide algo más: «que tratemos de poner paz entre los desunidos. (in Matth, hom.15, 4). Esto es porque la paz está solamente donde esté Dios, que es el Dios de la paz (cfr. 1 Cor. 14, 33), y ya a Cristo, cuando lo anunció Isaías, le llamó «Príncipe de la Paz». (Is. 9, 5). Toda alma que deja que Dios entre en ella, encuentra la paz, que nada puede quitar. La falta de paz en el mundo, la desconfianza de unos para con otros, todo ello tiene su origen en la falta de Dios, «pues los malvados no tienen paz» (¡s. 8, 22). La paz que Cristo dio «mi paz os doy, mi paz os dejo». (Jn. 14, 27) -es la paz con Dios, que implica una aceptación de la voluntad divina; por eso, mientras los hombres no acepten la voluntad de Dios y sus amabilísimas leyes, no podrán tener nunca paz entre ellos. Cuando los hombres obedecen a la ley de la caridad, que les pone en paz con Dios, viven, por eso mismo, en paz con ellos.
Los que padecen persecución por la justicia
La causa principal que retrasa con mucha más frecuencia la venida del Reino de Dios es la fuerza de aquel poder invisible que es el polo opuesto al Reino de Dios: el demonio. Sólo quien esté cegado por las mismas fuerzas diabólicas puede negar su existencia. Por eso no debe extrañar que quienes buscan de verdad la santidad sean siempre objeto de persecución; pero con la misma certeza que llegará el triunfo definitivo de Cristo, llegará también el de sus fieles.
todo es muy cierto porque es la palabra de Dios, y lo mas importante para llegar a tener estos privilegios es,el tener el temor de ofender a Dios, honrarle, y cumplir fielmente con los mandamientos, de esta manera el nos dará sabiduría e inteligencia para llegar a el.
Felicidades una gran enseñanza k Dios los sigua bendiciendo
las bienaventuranzas son sagradas
Estos comentarios me han cuestionado y me ponen a pensar en lo mucho que me falta para la perfeccion que Jesus me pide. Wow!!! es dificil pero se puede
es muy bueno la enseñanza…,que el buen Dios ilumine siempre
gracias esta pagina me sirvio de ayuda a mi tarea.
El me enseño que la vida sin el no es vida, es el amigo, hermano bueno, aprendamos a ser felices.
me gustaria saber que las personas practican estas bienaventuranzas de corazon , por que para eso nos las enseña jesus para estar en paz con el , y tener un mejor camino , para vivir
gracias me sirvio de mucho. estas son las enseñanzas que nos dio jesus
Bienaventurazas…haaaaa promeza divina para seres humanos afligidos,sedientos de justicia, derrotados por injusticias,hombres bondadosos,sin malicia…..etc.ect. Sólo nos falta un poquito de paciencia..para qué llegue como manantial de agua fresca para un sediento
Hola me interesa mucho
buen mensaje los felicito como se muestran las maravillas de Dios en su pueblo y como Dios habla cada dia mas a la humanidad…..
las bien abenturanzas nos estan mostrando la vida de jesucristo cono ejemplo a seguir nuestro señor de señores y rey de reyes jesucristo nos esta mostrando su biografia, porque el fue el unico que tuvo todos esos atributos aqui en la tierra,el fue pobre, el lloro por lazaro el tuvo hambre y sed de justicia, el fue misericordioso,el fue el unico limpio de corazon y el unico que ha visto a dios, el fue el masgrande pacificador,el padecio persecucion por causa de la justicia. hay que analizar bien estas palabras «los pobres en espiritu» por que de ellos es el reino de los cielos. los» ricos en espiritu no tendrian el mismo derecho»hay que analizar bien para no confundirnos. dios los bendiga
practicamente bienaventura es justicia que hace nuestra fe operativa para que funcione. ei justo por la fe vivira.
no sabe cual grande es este tema para que muchos nos demos cuenta el proyecto o programa del reinado que nos tiene Dios a cada uno ojala lo coloquemos en practica que dios los bendiga
Maravilloso comentario sobre las bienaventurazas, es muy claro el llamado y la forma como debemos seguir a Cristo para alcanzar la santidad.
Gracias por estas enseñanzas
Gracias, por Cristo sigan siendo luz en el camino
por si nos sirve de inspiración
Para que aprendan mucho con retoñin.
MUCHISIMAS FELICIDADES POR ESTA PAGINA.
felicitaciones por este articulo y me gustaria que nos dieran citas biblicas paralelas o concordantes para profundizar en casa y por que no alguna bibliografia o incluso sitios en internet donde podamos profundizar mas. gracias
los felicito muy buen mensaje les animo a seguir colocando mas estudios que edifican como este
siempre me pregunte el significado de las bienaventuranzas, ahora comprendi que Dios siempre nos esta llamando a la santidad dejando unas pequeñas formulas, talvez dificilles, eso depende de lo dispuesto que tengamos nuestro corazon a Dios