Está circulando por Internet un artículo firmado por una persona que se autoidenfica como Joseph Mercola indica que “la irrigación nasal podría ayudar a prevenir hospitalizaciones por covid”, y que estas conclusiones las extrae de “un estudio” que “demostró que las personas que se irrigaban (lavaban) la nariz con solución salina normal tenían una probabilidad 19 veces menor de ingresar al hospital por COVID-19 que la tasa nacional”. Es un dato NO VERIFICABLE de momento. No hay evidencia científica suficiente que confirme o desmienta esta aseveración.
La irrigación nasal podría ayudar a prevenir hospitalizaciones por COVID
El debate de si limpiarse la nariz con sal frecuentemente puede ayudar a prevenir las infecciones por covid-19 o hacer que sea menos frecuente no es nuevo. Desde que comenzara la pandemia, se han escrito diversos artículos de opinión en revistas científicas planteando la necesidad de investigar esta posibilidad, sobre todo en un escenario como el del año pasado, en el que aún no existían vacunas.
Pero el estudio del que se hace eco Mercola no ha sido publicado en una revista revisada por pares, es decir, que aún no ha superado el proceso de filtración independiente que garantiza que el paper del que habla tiene unos estándares de calidad mínimos y es fiable. Por lo tanto, hasta que no pase ese cribado, los resultados que muestra deben dejarse en el entredicho.
La opinión de la OMS y la FDA
La postura de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara: “No hay evidencia de que enjuagarse la nariz con sal haya protegido a la gente de infectarse con el nuevo coronavirus” y “hay algo de evidencia muy limitada que indique que pueda ayudar a la gente a recuperarse más rápidamente del resfriado común”.
En cualquier caso, concluyen, “enjugarse regularmente la nariz no parece prevenir infecciones respiratorias”.
En línea con estas afirmaciones están las de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), que a mediados de septiembre de 2021 emitió un comunicado insistiendo en que “no existe ningún spray nasal que haya demostrado prevenir la covid-19”.
El comunicado vino después de que en Filipinas se estuviese anunciando un producto de este tipo, asegurando que podía ayudar a reducir la severidad de la enfermedad: “Estos sprays contienen sustancias que cubren las mucosas nasales con sustancias que no tienen un efecto específico contra patógenos” y no están hechos con “ingredientes farmacéuticos activos que traten, prevengan o eliminen directamente enfermedades”
Falta evidencia científica de calidad
Lo que empuja a los científicos a investigar el posible potencial de la irrigación nasal salina como tratamiento preventivo de la covid-19 es que se trata de una opción barata y fácilmente escalable. Así, podría añadirse a la lista de medidas que se ha comprobado empíricamente que reducen la transmisión del virus, como las archiconocidas mascarilla, la distancia de seguridad y el lavado de manos.
Además, la irrigación nasal ya ha sido estudiada en otras enfermedades respiratorias, como la rinosinusitis crónica, en la que se ha observado que reduce los síntomas de esta dolencia.
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