El Research Institute for Biological Safety Problems (RIBSP) de Kazajstán ha desarrollado una vacuna de virus inactivado bajo el nombre comercial QazVac (o QazCovid-in). Este método, que también han usado las vacunas chinas Coronavac y Sinopharm, así como la india Covaxin, utiliza una versión “muerta” del virus que provoca la enfermedad y que no es capaz infectar pero sí de activar una respuesta en nuestro sistema inmunitario.
La vacuna ha superado un ensayo de fase I/II con 244 personas, sobre el cual todavía no se han publicado resultados oficiales, y fue aprobada tras haber superado la mitad de un ensayo clínico de fase III, que ha contado con la participación de 3.000 voluntarios, y cuyo final estaba previsto para el mes de junio. A día de hoy, no se ha publicado ningún resultado oficial.
Aún así, el RBISP, responsable del desarrollo de la vacuna, ha informado de que la inyección crea “una inmunidad estable contra la infección por coronavirus”, cuya eficacia ha cifrado el primer viceministro de Salud de Kazajistán, Marat Shoranov, en un 96% tras los primeros ensayos.
El Gobierno Kazajo informaba del envío de un primer lote de 50.000 dosis el 22 de abril para ser suministradas a partir del día 26 del mismo mes, de momento sólo de forma local. También ha notificado que puede transportarse a una temperatura de entre 2 y 8 ºC y que se suministra en dos dosis separadas por un intervalo de 21 días.
Los desarrolladores de QazVac han notificado que los únicos efectos secundarios que observaron tras recibir la vacuna fueron un leve dolor y enrojecimiento en la zona del pinchazo. No obstante, no se dispone de ningún documento oficial al respecto.
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