Psiquiatra afirma que muchos pacientes necesitan más bien un confesor
FERNANDO COLINA, Director del Hospital Psiquiátrico de Valladolid
El Norte de Castilla
No andan tan errados
Una suposición frecuente sobre la tarea de los psiquiatras nos recuerda nuestra disfrazada condición de confesores. Quien nos los imputa, que acompaña generalmente su atribución de cierta sonrisita, sabe bien que si no acierta del todo tampoco dice ninguna tontería.
Si tomamos en serio este criterio popular, deberíamos detener de una vez nuestras cábalas acerca de la multitudinaria concurrencia que satura hoy las consultas. Pues estamos perdiendo el tiempo con conjeturas epidemiológicas por no tener en cuenta el factor confesional que nos insinúan. Si atendemos en cambio a la mordaz comparación, podremos ya dirigirnos al gerente del recién estrenado Sacyl y decirle respetuosamente: «Don Antonio María, sepa usted que no vamos a resolver los problemas de salud mental mientras se confiese tan poco en esta Autonomía».
Antes y ahora
Resulta que muchos de nosotros nos hemos buscado la vida en una profesión que nos parecía laica, e incluso provista de cierta dosis de anticlerecía, y hete aquí que acabamos convertidos en indulgentes confesores. Porque buena parte de las consultas que recibimos, descartada la cada vez más minoritaria presencia en nuestros dispensarios de la locura, la componen los problemas cotidianos con la culpa. Muchos malestares de los ciudadanos, aunque comparezcan bajo la apariencia de depresiones, miedos o angustias, son pequeñas indigestiones de culpa. Dispepsias morales que antes se resolvían con una confesión rutinaria, o mediante confesión general si la gravedad lo exigía, pero que actualmente no tienen dónde acudir si no es a un especialista, bien dispuesto, eso sí, a aceptar como enfermos a simples penitentes ávidos de excusa.
Pero seamos realistas
Sin saberlo del todo, aunque secretamente lo presuman, las gentes acuden a consulta buscando absolución antes que cura. Vienen a que les traten, sin duda, pero sobre todo a que les eximan. Y para este fin nada es tan eficaz como la confesión sacramental. Porque en su seno uno examina la conciencia, propone la enmienda, cuenta lo que puede y se libera después de la mórbida carga con una agridulce penitencia. Es decir, que pasada su pequeña contrición, el pecador se puede marchar tranquilo, exento ya de responsabilidad y dispuesto a seguir confesando la misma falta cuantas veces la tentación le persiga. La clínica, por contra, no alcanza esta sublime perfección, aunque lo intente con porfía. Con nosotros, estos consumidores crónicos de comprensión y consejo también encuentran fácil disculpa, dado que pueden atribuir sus males a algún defecto de aprendizaje o a cualquier hipótesis bioquímica. Igualmente, nuestras buenas palabras van a intentar animarles sin censura y hacerles ver que los sufrimientos son universales, que la depresión es producto del estrés social y que cualquiera tiene malos días. Para penitencia disponemos de halagüeños ejercicios de autoayuda y, si es necesario, de alguna píldora. Pero debemos desengañarnos. Ni podemos proteger el futuro como la religión ni lavar la culpa como la confesión.
Locos sin culpa
A la vista de las circunstancias, lo más sensato será renunciar al poder que la sociedad nos ha confiado y devolver a los confesores la dirección de conciencia que a la chita callando les hemos usurpado. La confesión, que durante siglos fue el instrumento más poderoso de control y normalización de la sociedad, debe volver por sus fueros, mientras nosotros prestamos de nuevo toda nuestra distraída atención a los psicóticos que, por su parte, son auténticos maestros a la hora de despojarse de la culpa.
www.fluvium.org
Hola no tengo valor para contable pero ya no aguanto mi viva la que tengo miento todo el tiempo pero todo el tiempo y estoy perdiendo toda mi familia por tras de eso
Bueno,yo no estoy de acuerdo, ya que los psiquiatras,psicoanalistas,etc. han llevado un estudio riguroso sobre el comportamiento del ser humano y son ellos quienes nos pueden orientar en nuestro camino,sin dejar de lado a Dios,claro está.Quiza habrá casos que sólo necesiten de una simple confesión.
Bueno,yo no estoy de acuerdo, ya que los psiquiatras,psicoanalistas,etc. han llevado un estudio riguroso sobre el comportamiento del ser humano y son ellos quienes nos pueden orientar en nuestro camino,sin dejar de lado a Dios,claro está.Quiza habrá casos que sólo necesiten de una simple confesión.
Bueno,yo no estoy de acuerdo, ya que los psiquiatras,psicoanalistas,etc. han llevado un estudio riguroso sobre el comportamiento del ser humano y son ellos quienes nos pueden orientar en nuestro camino,sin dejar de lado a Dios,claro está.Quiza habrá casos que sólo necesiten de una simple confesión.
COMPARTO LA OPINION DEL QSIQUIATRA. EL SACRAMENTO DE LA CONFESION ES EL MEJOR REMEDIO PARA LIBERARNO DE NUESTRAS CARGAS EMOCIONALES DESDE EL PUNTO DE VISTA PSICOLOGICO, PERO DESDE EL PUNTO DE VISTA ESPIRITUAL ES LO MEJOR PARA ENCONTRAR LA PAZ CON DIOS, CON NOSOTROS MISMOS (INTERIOR) Y CON LOS QUE NOS RODEAN. EL HECHO DE SABERNOS PERDONADOS, CUANDO EL SACERDOTE NOS DICE "VETE EN pAZ" ES LO MAXIMO Y EL PSICOLOGO SOLO TE ESCUCHA, TE DA ORIENTACIONES, PERO NO TE ABSUELVE. SI QUIERES VIVIR FELIZ CONFIESATE SINCERAMENTE Y SENTIRAS EL ABRAZO AMOROSO DE DIOS.
COMPARTO LA OPINION DEL QSIQUIATRA. EL SACRAMENTO DE LA CONFESION ES EL MEJOR REMEDIO PARA LIBERARNO DE NUESTRAS CARGAS EMOCIONALES DESDE EL PUNTO DE VISTA PSICOLOGICO, PERO DESDE EL PUNTO DE VISTA ESPIRITUAL ES LO MEJOR PARA ENCONTRAR LA PAZ CON DIOS, CON NOSOTROS MISMOS (INTERIOR) Y CON LOS QUE NOS RODEAN. EL HECHO DE SABERNOS PERDONADOS, CUANDO EL SACERDOTE NOS DICE "VETE EN pAZ" ES LO MAXIMO Y EL PSICOLOGO SOLO TE ESCUCHA, TE DA ORIENTACIONES, PERO NO TE ABSUELVE. SI QUIERES VIVIR FELIZ CONFIESATE SINCERAMENTE Y SENTIRAS EL ABRAZO AMOROSO DE DIOS.
COMPARTO LA OPINION DEL QSIQUIATRA. EL SACRAMENTO DE LA CONFESION ES EL MEJOR REMEDIO PARA LIBERARNO DE NUESTRAS CARGAS EMOCIONALES DESDE EL PUNTO DE VISTA PSICOLOGICO, PERO DESDE EL PUNTO DE VISTA ESPIRITUAL ES LO MEJOR PARA ENCONTRAR LA PAZ CON DIOS, CON NOSOTROS MISMOS (INTERIOR) Y CON LOS QUE NOS RODEAN. EL HECHO DE SABERNOS PERDONADOS, CUANDO EL SACERDOTE NOS DICE "VETE EN pAZ" ES LO MAXIMO Y EL PSICOLOGO SOLO TE ESCUCHA, TE DA ORIENTACIONES, PERO NO TE ABSUELVE. SI QUIERES VIVIR FELIZ CONFIESATE SINCERAMENTE Y SENTIRAS EL ABRAZO AMOROSO DE DIOS.
comparto plenamente la opinion del psiquiatra. Yo estuve 12 años sin confesarme.Un jueves Santo me confesé.Esa noche fue una de las mas felices en mi vida. No queria irme a dormir de la alegria que tenia en mi corazón. Cristo escucha, no averigua demasiado y perdona.-El lleva nuestra cruz.
comparto plenamente la opinion del psiquiatra. Yo estuve 12 años sin confesarme.Un jueves Santo me confesé.Esa noche fue una de las mas felices en mi vida. No queria irme a dormir de la alegria que tenia en mi corazón. Cristo escucha, no averigua demasiado y perdona.-El lleva nuestra cruz.
comparto plenamente la opinion del psiquiatra. Yo estuve 12 años sin confesarme.Un jueves Santo me confesé.Esa noche fue una de las mas felices en mi vida. No queria irme a dormir de la alegria que tenia en mi corazón. Cristo escucha, no averigua demasiado y perdona.-El lleva nuestra cruz.
Comparto la opinion del psiquiatra cuando dice que muchas personas necesitan mas un confesor que un siquiatra, porque no hay nada mejor y saludable, tanto espiritual como fisicamente, que una buena confesion, porque uno se descarga y recibe el balsamo del amor de Dios en su perdon.
Comparto la opinion del psiquiatra cuando dice que muchas personas necesitan mas un confesor que un siquiatra, porque no hay nada mejor y saludable, tanto espiritual como fisicamente, que una buena confesion, porque uno se descarga y recibe el balsamo del amor de Dios en su perdon.
Comparto la opinion del psiquiatra cuando dice que muchas personas necesitan mas un confesor que un siquiatra, porque no hay nada mejor y saludable, tanto espiritual como fisicamente, que una buena confesion, porque uno se descarga y recibe el balsamo del amor de Dios en su perdon.