El proyecto de Dios

elproyectodediosSiempre es de gran provecho para nuestra alma, estudiar y seguir de cerca la vida de los Santos. Especialmente aquellos momentos en que se han visto calumniados, perseguidos, exiliados por los propios hermanos.

Puede que alguna vez te haya pasado algo grave, inesperado, con la fuerza de sentir que una espada te traspasa el alma y te deja medio muerto. Como si no uno sino varios toros te hubieran corneado al mismo tiempo y te hubieran dejado en el suelo agonizando. ¿Dónde estaba Dios cuando pasó esto? ¿Dónde estaba Dios cuando fuiste calumniado injustamente?

Para comprenderlo es bueno referirse a la vida de los Santos porque en el plan de Dios hay siempre una especie de paralelismo en todas las vidas. Y concretamente el paralelismo que hay es que toda vida es una llamada, es una vocación hacia el amor. Todas las vidas son un proyecto de Dios por el amor que tiene a cada uno en concreto.

Por ello la vida se trata de descubrir lo que Dios quiere para mí y lo que Dios quiere que haga para consolar a otros.

Cuando todo lo que ocurre se lleva inmediatamente a la esfera de la fe, del mundo de Dios y de su proyecto de amor para mí, las cosas se comprenden y el corazón puede experimentar La Paz.

Pero nosotros, como hombres, como criaturas que tal vez ya venimos heridos por un pasado doloroso, no hemos caminado perseverantemente por el camino de Dios. Muchas veces retrocedemos o renunciamos a Él agobiados por éste o aquél acontecimiento que nos dejó con un sabor amargo en la boca o con los huesos doliéndonos.

Nunca o muy veces nos detenemos a pensar que ésta es la forma de Dios para formarnos la mente, el corazón y la conciencia pues cada experiencia dolorosa te pone frente a dos caminos: profundizar en la sagrada humanidad de Cristo o bajar la cabeza, decepcionarse y decir que Dios no existe optando por salir de su camino.

Esto segundo es tremendamente perjudicial para el alma, pues alguien que conoce y contempla la vida de Jesús sabe que en los momentos de gran prueba, de desolación y de injusticia es cuando más tiene que decidirse caminar y mirarlo a Él. Contemplarlo y acompañarlo.

Y, ¿por qué digo decidirse? Pues porque a Jesús siempre en los momentos de prueba lo dejaban solo. O sus amigos le daban la espalda o no parecían reconocerlo.

Pero aunque esto fuera así, Jesús nunca estuvo solo, sufrió intensamente como persona. Esto es cierto. Pero Él sabía que esto era parte del proyecto de Dios para la salvación del hombre.

No era agradable, muchas veces Jesús llego a sudar sangre ante el pensamiento de saber qué era lo que le iba a pasar pero aún y con todo esto continuó porque amaba a cada persona en concreto. A ti y a mí.

La vida de Jesús es la gran novela del amor de Dios por los hombres. Tu vida, la mía, nuestra vida también es una novela de amor…

Esta novela maravillosa se trata de que tú y yo escribamos sobre las letras que ya han sido trazadas por la mano de Dios.

Se trata de decir como Jesús sí a la vida, sí al proyecto de Dios para mi vida y aunque me duela, llore y hasta me desanimé seguiré creyendo en su proyecto para mí. Descansando en sus brazos y dejándome dirigir por su Santo Espíritu.

Tenemos un año nuevo frente a nuestros ojos. ¿Qué pasara si te atreves a dejar que Dios te conduzca? ¿Que pasara si de veras confías en que todo lo que te pasa es para tu bien y forma parte del plan de Dios para tu felicidad?

FIRMASHEILA

Sheila Morataya
Austin, TX
sheilamorataya.co

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