Las mentiras y sus consecuencias en política

En su libro sobre las condiciones que detonan la riqueza en las naciones, el autor Francis Fukuyama argumenta que la generación de confianza en las sociedades, es un prerrequisito esencial para que la actividad económica se desarrolle en un contexto de globalización. Según la encuesta Creer en México del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC), sólo el diez por ciento de los mexicanos consideramos que se puede confiar en los demás, mientras que más del 40 % consideran que no se puede confiar, el resto no está seguro.

Los datos ofrecen una realidad sobre el tejido social en México que es necesario mejorar. Habría que realizar estudios sobre las razones de la desconfianza, sin embargo, algunos datos nos pueden ayudar a ubicar posibles razones y temas relevantes.

Se ha documentado que el grado de impunidad en México por la falta de aplicación de justicia es del orden del 98 % en los casos denunciados, así que sin duda evitar la impunidad es una de las tareas obvias para generar confianza en las relaciones sociales. La falta de castigo a las autoridades involucradas desde distintos ámbitos en la tragedia de Iguala en Guerrero no puede más que abonar a la desconfianza.

Otra consideración puede derivarse del ejercicio de la verdad en nuestras relaciones, normalmente uno confía en las personas hasta que la mentira o el fraude se manifiestan y generan una ruptura en la confianza que luego es difícil restablecer.

En la encuesta que el Instituto Mexicano de la Juventud realizó en 2012, los jóvenes manifestaron que la principal razón por la que el 90 % de los jóvenes no le interesa la política es debido a los políticos deshonestos. La deshonestidad se asocia a incurrir en prácticas de robo, desvío de recursos, beneficios personales por el ejercicio de cargos públicos (conflicto de interés), o decir mentiras.

El Presidente Enrique Peña Nieto encontró una manera de hacer campaña estableciendo compromisos por escrito que firmaba para empeñar no sólo su palabra sino su firma. La idea era según entiendo, generar un gobierno en el que se puede confiar, y que basa su eficiencia en cumplir lo que promete.

De aquellos tiempos de campaña a la realidad de su gobierno han sido muchos los desmentidos, desde la promesa de no aumentar los precios de la gasolina hasta el compromiso en su toma de posesión de no generar déficit fiscal en el presupuesto, y que en menos de un año incumplió.

Entre los proyectos prometidos y cancelados esta semana está el polémico Tren México-Querétaro, que a principios de noviembre pasado fue asignado en una licitación donde sólo participó una empresa, el gobierno dijo que todo el procedimiento fue impecable a pesar de que hubo quién dijo que no fue así, días después la licitación fue revocada en un contexto donde una de las empresas beneficiadas fue señalada como favorita del gobierno del presidente desde sus tiempos como gobernador, y además dueña de la casa que su esposa está comprando.

A principios de este año se informó que se repetiría la licitación y se publicaron las bases, se anunció la convocatoria y se dijo que la empresa cuestionada no participaría, a pesar de que no había ninguna razón legal para que no lo hiciera, finalmente se pospuso la convocatoria dos días antes de su cancelación definitiva esta semana.

El secretario de Hacienda declaró hace un mes que no habría reducción de gasto público por la caída en los precios del petróleo, y sin embargo recién anunció que si habrá recorte; cada año, el mismo funcionario ha declarado que la economía del país crecerá a tasas que la realidad le ha desmentido, a pesar de que en numerosas ocasiones él afirmó que no bajarían.

Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa, inducir a error, fingir o aparentar, que es como la Real Academia de la Lengua Española define mentir, es una de las principales causas de la desconfianza, y cuando esto se da en el primer nivel de gobierno de un país el daño que se genera para la sociedad es inmenso, ya que además de dar mal ejemplo destruye el incipiente tejido necesario para mejorar nuestra sociedad y nuestra economía.

Es necesario construir la confianza en nuestra comunidad a través de las virtudes sociales, cada ciudadano debemos evitar las mentiras, ser honestos, practicar la verdad y la justicia, y al mismo tiempo exigir a los políticos y autoridades un ejercicio de las mismas virtudes, mucho más riguroso por la responsabilidad y ejemplo que les corresponde, no podemos asumir que vamos a mejorar si no nos comprometemos, señalamos, denunciamos y corregimos.


Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez

Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.

Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»

Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).

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