Recientemente me enteré del suicidio de una joven, poco después su novio también decidió quitarse la vida, otra pareja sufrió porque ella era alcohólica y eso afectó la relación hasta que finalmente ella se fue de la ciudad, en el proceso el novio bajó su rendimiento escolar y profesional, afectando a otros compañeros.
Entre las víctimas y victimarios de la violencia que afecta a México, una cantidad muy importante son jóvenes, incluyendo la tragedia de los niños y adolescentes migrantes, no sólo los mexicanos sino los centroamericanos que llegan al país y son vejados, abusados, desaparecidos e incluso asesinados en su caminar en búsqueda de una mejor vida.
Aun así el Papa Francisco inició su mensaje a los jóvenes en Morelia, Michoacán de la siguiente manera: “Uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana tiene rostro joven, son sus jóvenes. Sí, son ustedes la riqueza de esta tierra. ¡Cuidado! no dije la esperanza de esta tierra, dije: «Su riqueza».
“La montaña puede tener minerales ricos que van a servir para el progreso de la humanidad, es su riqueza, pero esa riqueza hay que transformarla en esperanza con el trabajo, como hacen los mineros cuando van sacando esos minerales. Ustedes son la riqueza, hay que transformarla en esperanza.”
Esta semana también pude participar en una ceremonia de graduación donde los maestros y padres reconocieron tres características a esta generación de estudiantes, su compromiso social, su creatividad y disposición para asumir retos. Se mostraron varios ejemplos de trabajos estudiantiles que se caracterizaban por ayudar a personas discapacitadas, enfermas y marginadas, a través de proyectos de acompañamiento, de desarrollo tecnológico y empresarial.
Otra estudiante también me sorprendió con un prototipo de calentador solar elaborado con materiales reciclables de bajo costo, y fácil de construir por cualquier persona para reducir gastos por consumo de gas a las familias y al mismo tiempo ayudar al medio ambiente reduciendo emisiones contaminantes.
Todos sabemos que es verdad que los jóvenes son una riqueza para nuestro país, pero estamos poco conscientes de que hay que convertir esa riqueza en esperanza, en amor que lleve a servir a los demás y a fortalecer la dignidad de cada persona, un empeño que involucra a padres, familias, maestros y por supuesto a los propios jóvenes que necesitan decidir desenterrar la riqueza que tienen y convertirla en el oro y la plata de la esperanza, y en el agua viva que quite la sed a los demás en un ambiente de almas desiertas.
El Papa también nos recordó “«En la familia se aprende cercanía». Se aprende solidaridad, se aprende a compartir, a discernir, a llevar adelante los problemas unos de otros, a pelearse y a arreglarse, a discutir y a abrazarse, y a besarse. La familia es la primera escuela de la Nación, y en la familia está esa riqueza que tienen ustedes. La familia es como quien custodia esa riqueza, en la familia van a encontrar esperanza, porque está Jesús.”
Cuando nuestra Nación requiere fortalecer al matrimonio entre hombre y mujer abierto a la procreación, como base de las familias que puedan convertir la riqueza de México en esperanza, el presidente propone una iniciativa que pretende “redefinir” al matrimonio y equipararlo con otro tipo de uniones, desvirtuando su función primordial en el tejido de la sociedad.
El presente y el futuro de los jóvenes, niños y familias de México es demasiado importante como para permitir que una iniciativa política lo ponga en riesgo, los mexicanos tenemos la responsabilidad ciudadana de hacer que los legisladores y el presidente den marcha atrás y por el contrario fortalezcan y protejan el matrimonio y la familia.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).
Si bien, los relojes para la pared no cuentan con la misma cantidad de funciones que uno de muñeca, son adecuados para un conjunto de
labores.
Te callaría a besos, pero ni me hablas…
A veces parece que no hay esperanza, pero los mas jóvenes nos dan aliento para seguir buscándola.