Recientemente he sido testigo de conversaciones de personas que se debaten en la confusión sobre el futuro político en México por las recientes coaliciones de partidos con ideologías contrastantes, y del cambio de políticos entre distintos partidos. Si normalmente a la gente le cuesta trabajo romper la desconfianza contra partidos y políticos, los cambios de postura que se dan en la actualidad generan aún más desconfianza y confusión.
En este contexto el Papa Francisco refuerza su llamado a los católicos en el mundo a una mayor participación en política, para que a través de su actividad se note la solidaridad y la construcción del bien común para beneficio de toda la sociedad y en particular para quienes tiene menos oportunidades y sufren violencia, injusticia y pobreza, además de que las políticas sirvan para respetar el medio ambiente.
Como respuesta a este llamado, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a través de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y en coordinación con el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), generaron un Manual de Construcción de Ciudadanía, que pretende ser un instrumento para que los católicos se involucren en la transformación de su entorno a partir de talleres que se están realizando en todo el país.
La verdad es que la situación política en México es inédita, ya que la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales más reciente aprobó por primera vez el formato de coaliciones, y además coincide con que por primera vez en 100 años, algunas autoridades podrán reelegirse. Esta reconstrucción de las formas institucionales de hacer política tiene consecuencias que a veces no se reflexionan detenidamente.
Al unirse partidos políticos con propuestas en sus plataformas políticas que se contradicen entre sí, llegan a acuerdos mínimos para gobernar, lo que hace que las soluciones para resolver problemas importantes en el país sean mínimas también. Por otra parte algunos miembros de partidos que se sienten desplazados por personas de otros partidos en la alianza, optan por renunciar e ir a otra coalición, por lo que al final, es difícil saber que posturas respaldarán los políticos que ganen las elecciones.
Es por ello que la formación en principios y criterios de doctrina social para los católicos debe ser más precisa, y por otra parte tener mucha claridad sobre los problemas y posibles soluciones en sus comunidades para construir el bien común, ya que los partidos políticos están abdicando de esa responsabilidad en aras de buscar el poder, y por ello sólo hacen propuestas irreales o superficiales que no solucionan el problema, pero que buscan el voto manipulando a los electores a través de publicidad y mercadotecnia.
Para evitar confusiones y manipulación es necesario darle claridad al proceso, los talleres de ciudadanía son una herramienta para generar propuestas y exigencias concretas en materia de justicia, medio ambiente, educación, opciones económicas y protección a la familia. De esta manera los candidatos tendrán que escuchar y comprometerse con propuestas ciudadanas, en lugar de que vengan a ofrecer vanas promesas que no se pueden cumplir.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).
Hay quienes votan por la persona y otros por el partido, pero la verdad es que no se sabe muchas veces quien es la persona realmente o quien esta detrás de esa persona, y tampoco se sabe quien(es) están en esas coaliciones.