Si no puedes conectar con el Adviento

SinopuedesconectacobelAdviento.encuentra.com.intEsta semana los cristianos nos adentramos en el adviento. Un tiempo en el que se requiere volver mucho hacia la geografía interior para reflexionar y encontrar lo que hay acumulado en el corazón. Tú y yo sabemos que los tiempos actuales son tiempos confusos debido a las muchas propuestas espirituales que se nos proponen  desde que lo que se llama blogosfera nació. La que escribe empezó en este portal cuando la internet nacía.  Todavía  recuerdo el número impresionante de cartas que recibía para aclarar dudas sobre la vida y la fe. Sin embargo, ahora las personas tienen más acceso a buscar y encontrar sus propias respuestas escribiendo una frase nada más y la respuesta puede venir desde sitios católicos como este, hasta de aquellos que no miran a Dios como una persona. Por eso, si se es cristiano es importante ir al encuentro con Dios con un vivo deseo para que El renueve la fe en el corazón.

Este post es mi primera entrada desde hace muchos meses, en lo que por motivos personales tuve que dejar de escribir. Ahora escribo con un profundo deseo de reflexionar mi vida y mi corazón públicamente y así ayudar a muchos en su camino. No sé tú, pero observo que de forma automática me dirijo a los portales de compras para ver que hay de rebaja y poder ahorrar un poco en navidad. Muchas veces me he cansado dedicando una o dos horas a recorrer diferentes tiendas en red. Entonces llega a mi caja de correo electrónico una reflexión de preparación para el adviento. No sé como comenzar. Estoy que reviento de materialismo.  Preciso volver a esa calma que sólo se encuentra en Dios.

Esta tarde clave mis ojos en el retrato de la Divina Misericordia que me gusta tanto y le pregunte a Jesús: ¿cómo empiezo? siento mi cabeza tan embotada de cosas, de pensamientos, de preocupaciones. ¡Ayúdame! Creo que Dios sintió el genuino deseo de mi corazón de renovar mi oración. Asi que recorde que San Juan de la Cruz tenía la costumbre de llevar a los novicios a la naturaleza para que oraran ahí mismo. Dios pone en mi corazón apagar la televisión, dejar de entrar en las redes sociales, bajar el volumen a las fiestas navideñas y salir a buscarlo, encontrarlo y escucharlo otra vez en la naturaleza. Dios y su Presencia se encuentran ahí. Se encuentra ahí su creatividad, generosidad, belleza, poder y gloria. Esto, anima a un alma confusa y cansada.  Sale el sol, ilumina mi corazón, despierta a mi alma!

Recuerdo ahora mismo mi viaje a el gran Cañón del Colorado en los Estados Unidos. Mi esposo nos sorprendió a nuestra hija y a mí con un paseo en helicóptero. Había visto películas y  documentales del Gran Cañón y sabía que su belleza era majestuosa. Sin embargo sobrevolar en helicóptero sobre el mismo y luego descender a una pista en una de sus montañas para disfrutar de un almuerzo en familia, ha sido una de las experiencias más extraordinarias de mi vida. Mirar y pararse en el Gran Cañón es estar frente al poder y la gloria de Dios. Quien no es sensible, se sensibiliza ahí mismo, porque como decía el sacerdote ruso Alexander Tormen una hoja de árbol vale más que diez iconos porque se puede decir que la hoja de árbol,  la ha hecho directamente Dios.

Es muy hermoso poder percibir la presencia de Dios en la creación y cuando estás en tinieblas mentales o con ese desgano de no hacer oración quizá debido al peso de los propios pecados no confesados, mirar su creación te despierta. Pues Dios por medio de ella te dice: «Mira, yo he creado todo esto para tí, porque te amo, porque quiero que seas feliz….

Me transporto ahora, al momento de las compras de navidad, de los regalos que doy y que me dan. Quizá recuerdo ese maravilloso diamante que recibí un día de mi esposo, pero ¿qué es un diamante, qué es un regalo costoso y bello comparado con lo que Dios da mil veces más?

Te regala a tí y a mí toda la belleza del mundo.  El que hizo el mundo en quince mil millones de años, las galaxias y estrellas que son incontables y todo cuanto hay en el universo es Nuestro Padre.

Ahora decido salir cada mañana a la naturaleza, para que mi alma pueda otra vez salir de este letargo que el mundo de la vista y de los instintos provoca y dejar que toda su creación toque mis neuronas, entre a mi corazón y me permita otra vez más encontrarlo, mirarlo y amarlo.

Yo quiero preparar mi vida para que Jesús nazca. Jesús venti!

FIRMASHEILA

Sheila Morataya
Austin, TX
www.sheilamorataya.com

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