El servicio a los demás

Fui a retirar dinero del banco para afrontar algunos gastos de mudanza, guardé el dinero, salí hablando por teléfono tratando de resolver otros pendientes que hora tras hora se acumulaban por la fecha de partida, caminé más de 2 cuadras hasta que una persona me alcanzó y me llamó insistentemente, lo miré con desconfianza por ser desconocido y le pregunté ¿Qué quiere? El, un hombre de avanzada edad que parecía estar recuperando el aliento me dijo: su tarjeta, la olvidó en el cajero, lo vi salir y me di cuenta que la olvidó, así que lo seguí para entregársela. Quedé pasmado, y sumamente agradecido.

Tenía que darle mantenimiento a mi vehículo para emprender el largo viaje, por lo que fui a la agencia a que lo revisaran. A pesar de la revisión un ruido persistía y regresé, inmediatamente un técnico hizo una prueba de manejo, detectó el problema y lo admitieron nuevamente sin cita, las piezas las cubrió la garantía y yo recibí mi vehículo a tiempo, en todo momento recibí una atención amable, rápida e incluso con servicios en un área de espera donde se puede usar computadora e internet, bolear los zapatos, leer y recibir bebidas gratis.

La mudanza a otra ciudad implica cancelar contratos de servicios de luz, teléfono, cable, internet, etc. Tuve que hacer citas telefónicas para que los técnicos desconectaran y verificaran el regreso de equipos de cable e internet, también tuve que ir a varias oficinas para cancelar contratos, en todo lugar gracias a Dios, encontré personal que estuvo dispuesto a ayudarme y resolver los problemas.

Percibí en muchas de las personas una capacitación orientada hacia el servicio, por supuesto también a mantener al cliente satisfecho, pero también experimenté, un afán de servir a personas a las que no conocen, que a veces van con angustia a plantear problemas de urgencia, o sin la información adecuada, realmente me sorprendía ver cómo había paciencia, explicación de procedimientos, honestidad en las respuestas.

Lamentablemente, también en esta semana he visto corrupción en agentes policiacos, que en lugar de facilitar o proteger a la comunidad, están más interesados en extorsionar y aprovecharse de algunas situaciones de emergencia y obras, para sancionar en lugar de agilizar el tráfico y garantizar la seguridad de quienes trabajan y de los usuarios de las vialidades.

También sufrí la indiferencia de una compañía que tardó una semana en restablecer el servicio telefónico y de internet a pesar de mi insistencia, por cierto quienes recibían mi reporte, llamadas, y quejas me atendieron muy bien, excepto que los técnicos nunca aparecían para resolver la falla.

He visto también en esta semana a políticos ufanarse de evadir los reglamentos que les prohíben hacerse propaganda con el dinero público a través de subterfugios, a otros tantos proponiendo cosas que afectan a los más vulnerables y necesitados, y otros más buscando modificar comportamientos sociales a través de legislaciones que afectan a los menores, y en general al tejido social, además otros políticos que por sus actos públicos incoherentes, violentos, ilegales y de corrupción,  escandalizan a toda la comunidad.

Por supuesto también conviví con servidores públicos que hacen su trabajo y buscan dar servicio a toda la comunidad desde el gobierno, gente sencilla, algunos muy capacitados que si están conscientes de la trascendencia de su trabajo para muchas personas, y otros que simplemente disfrutan su trabajo.

La violencia, injusticia y corrupción que a veces percibimos en la comunidad existe, pero también existen estos miles de personas que buscan dar un servicio a los demás, algunas desde el ámbito privado, y otras desde el público, es muy posible que los pequeños gestos de paciencia, atención, amabilidad y solidaridad, se nos olviden frente a la cantidad de abusos que los medios de comunicación nos hacen ver, y eso que muchas cosas ni siquiera se mencionan.

Qué importante es que cada uno hagamos nuestro trabajo con gusto, no solo por el dinero que recibimos o ganamos y con el que ayudamos a todos los miembros de nuestras familias, sino por el bien objetivo que hacemos con cada pedazo de trabajo que generamos. Mejorar la situación en nuestras comunidades depende finalmente de que más personas hagamos bien nuestro trabajo y queramos servir a los demás.


Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez

Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.

Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»

Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).

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3 comentarios

  1. Creo que siempre que seamos tratados bien, con eficacia y responsabilidad debemos
    .
    manifestar nuestra satisfacción a la empresa citando el nombre, si es posible.

    Ayudemos a mejorar la sociedad

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