Lucas 1, 67-79
Autor: Pablo Cardona
«Y Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y profetizó diciendo:
Bendito sea el Señor el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, y, ha suscitado para nosotros el poder salvador en la casa de David su siervo, según lo había anunciado en los siglos pasados por boca de sus santos profetas; para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de cuantos nos odian: ejerciendo su misericordia con nuestros padres, y acordándose de su santa alianza, conforme al juramento que hizo a Abrahán, nuestro padre, de concedernos que, libres de las manos de los enemigos, le sirvamos sin temor; con santidad y justicia en su presencia todos los días de nuestra vida.
Y ti, niño, serás llamado Profeta del Altísimo: porque irás delante del Señor para preparar sus caminos, enseñando a su pueblo la ciencia de la salvación para el perdón de sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, por las que el Sol naciente ha venido a visitarnos desde lo alto, para iluminar a los que yacen en tinieblas y en sombra de muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz». (Lucas 1, 67-79)
1º. Este canto de Zacarías se conoce como el Benedictus, pues en latín comienza con esta palabra. «Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.»
Zacarías está hablando proféticamente de lo que va a empezar a suceder a partir de esta noche, la Nochebuena: Dios va a visitarme y a redimirme; Dios va a nacer, va a vivir como uno más entre los hombres, va a predicar y a hacer milagros, y morirá en una cruz para salvarme.
¡Gracias, Señor!
Cumpliendo tu promesa hecha a Abrahán, te haces hombre, descendiente de David, para «concedernos que, libres de las manos de los enemigos, te sirvamos sin temor, con santidad y justicia en tu presencia todos los días de nuestra vida.»
Jesús, con tu vida y con tu muerte me has hecho hijo de Dios, me has dado tu gracia, me has dejado los sacramentos.
Por fin estoy libre -si quiero- de las manos de los enemigos de mi alma: el mundo, el demonio y la carne.
Ahora me pides que te sirva sin temor -pues soy tu hijo- y que busque la santidad y la justicia, viviendo en presencia de Dios cada día.
«El Sol naciente ha venido a visitarnos desde lo alto, para iluminar a los que yacen en tinieblas, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»
Jesús, Tú eres ese Sol naciente que ha venido a visitarme.
Vas a nacer esta noche, vas a vivir conmigo para darme tu luz -«Yo soy la luz del mundo» (Juan 8,12)- y para mostrarme el camino que conduce a la paz y a la alegría.
2º. «Navidad. Me escribes: «al hilo de la espera santa de Maria y de José, yo también espero, con impaciencia, al Niño. ¡Qué contento me pondré en Belén!: presiento que romperé en una alegría sin límite. ¡Ah!: y, con Él, quiero también nacer de nuevo…».
-¡Ojalá sea verdad ese querer tuyo!» (Surco.-62).
Jesús, mañana es Navidad.
Ha pasado ya todo el Adviento, tiempo en el que me he estado preparando para tu venida.
¿Cómo crees que lo he aprovechado?
¿Estás contento de mí: de mis esfuerzos por mejorar cada día un poco; de mis luchas contra los defectos que me apartan de Ti; de mi empeño por trabajar con perfección y espíritu de servicio?
Sea como sea, aquí estoy -a pocas horas de tu nacimiento- haciendo un poco de oración.
Yo quiero también nacer de nuevo…
Sé que no es sencillo; sé que a veces me canso porque parece que no avanzo nada.
Pero también sé que al nacer, me has dado la mayor prueba de que no me abandonas.
Y si Tú has hecho esto por mi, ¿qué no voy a hacer yo por Ti?
« ¿Quién tendrá un corazón tan bajo y tan ingrato como para no gozar y saltar de alegría por lo que sucede? Es una fiesta común de toda la creación» (San Basilio).
La Navidad es el día más alegre, la fiesta más entrañable: porque Dios ha querido vivir con los hombres.
Buen dia padre. Feliz navidad. Un fuerte abrazo. M llamó la atención lo q dice al inicio Dios va a morir. Pero puede DIos morir? Mi profesor d cristologia el prof. Riestra en la universidad d la SAnta croce nos dijo q tuvieramos cuidado con el lenguaje en q sentido DIos muere?
Que fiesta tan hermosa, ha nacido el redentor. A renovarnos por la entrañable misericordia del Sol que nace de lo alto, se digna a visitarnos y a ser parte de nuestras vidas.