Vaticano, 10 de febrero 2013.
Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Queridísimo Santo Padre, mi cariño y mi admiración, a través de usted, muchos hemos crecido en el conocimiento y acercamiento a Dios: no sólo por su ejemplo en el ejercicio del Papado, sino leyendo algunas cosas que usted ha escrito, en las que nos ha «bajado a lo terreno» cuestiones teológicas importantísimas.
Siempre lo llevaré en mi corazón, en mi alma y en mi mente. Gracias, muchas gracias. Se que todos los días mientras esté aquí en la Tierra nos encomendará a todos, y en esa oración me siento incluida. Gracias por ser «otro Jesús en la Tierra»..
«¡GRACIAS SANTO PADRE!»
Estimados hermanos de encuentra.com,
Hace mucho que sigo este portal con mucha confianza, por eso cuando me enteré de la noticia, y conseguí un acceso a internet, lo primero que hago es enterarme a través de este medio las últimas novedades. Debo decir que la tristeza me invade ante la renuncia del Papa. Tenemos el ejemplo no lejano de nuestro querido Juan Pablo II, que a pesar de su enfermedad avanzada y su debilidad extrema, continuaba con el ministerio, porque era Jesucristo quien obraba por él. ¿nO ESTAMOS ACASO EN EL AÑO DE LA fÉ? mE DA MUCHO MIEDO QUE NUESTRO sANTO pADRE NOS HAYA ABANDONADO DEJÁNDONOS A LA DERIVA EN UN MUNDO EN EL QUE TODOS LOS VALORES SE TAMBALEAN, NO ES UN BUEN EJEMPLO. eS COMO UN PADRE DE MUCHOS HIJOS QUE UN DIA SE CANSA Y DICE, NO DOY MÁS ,¿eS QUE LE FALTÓ LA fÉ? pOR FAVOR RESPÓNDANME PORQUE ES MUY IMPORTANTE PARA MÍ. gRACIAS.
Gracias Su Santidad Benedicto XVI por la VALENTIA que nos has mostrado con el anuncio de tu renuncia.
Gracias por la HUMILDAD y SENCILLEZ de tus palabras, de tu EJEMPLO.
Tus palabras son un fiel reflejo de que estas lleno de Dios.
RECONOCER nuestras limitaciones no es fácil y nos enseñas nuevamente que en este mundo que nos ha sorprendido por la agilidad y velocidad de los acontecimientos; que debemos EXAMINAR ANTE DIOS REITERADAMENTE NUESTRA CONCIENCIA.
Tu SINCERIDAD nos da VALOR, eres un hombre íntegro que es capaz de dar la vida por sus ovejas.
Con FE aceptamos tu decisión y seguiremos JUNTOS REMANDO MAR ADENTRO.
Querídisimo y estimadísimo Santo Padre, es la primera vez que me dirijo a usted, solo es para darle las gracias por ser un ejemplo de vida heroica para todos los católicos, que luchamos día a día por ser coherentes con nuestra fe y también por ser ejemplo para otros y se acerquen a la única Verdad que es Jesucristo.
Sus documentos y mensajes están tan llenos de amor de Dios, y conocimiento profundo de la Teología, que nos hacen acercarnos más a Dios y recomenzar en cada momento a ser más fieles.
Gracias, por el mucho bien que nos hizo, en este corto periodo, pero realmente muy duro, y que Dios le recompensará.
Seguiré rezando por usted. Dios lo bendiga.
Gracias a Dios por darnos siervos muy Santos como el Papa Benedicto XVI, Gracias por sus servicios y que Dios le conceda muchos regalos en la VIda eterna, Gracias por su Sabiduria y constancia.
Con toda la pena de mi corazon y reconociendome como la mas debil de las seguidoras de Jesus, tengo que expresar mi enorme desilución por este acontecimiento. Si bien es cierto que las fuerzas y al fe mengua hay un ejemplo claro de fidelidad al Señor como la de Juan Pablo II.
Sin embargo mi tristeza es por esta iglesia cada vez más lejana a la que Jesucristo nos enseño. ¿Como es que nosotros hermanos catolicos respondemos a cada hermano protestante, mormon o de cualquier otra religión que toca a nuestras puertas para predicarnos? y ahora ¿Como ver fortalecida nuestra iglesia con estos hechos?
Sin lugar a dudas creo que el tener una iglesia fortalecida es labor de todos no de un solo hombre, pero tambien es cierto que necesitamos a alguien que imite fielmente a Jesucrito que se entrego hasta el ultimo momento de su vida en esta tierra y murio por nuestra salvación.
Trabajemos en oración para fortalecernos en la fe y que estos hechos hagan una iglesia renovada.
A Dios que me perdone si juzgo sin saber, pero realmemte nuestra iglesia necesita un cambio.
Muchísimas Gracias por todo lo que Santo Padre retomaste de la eucaristía, espero que el próximo Papa tenga la fortaleza de los dos anteriores para unificar y cuidar a la Santa Iglesia siempre bajo los grandes pilares de Maria Santísima y la sagrada Eucaristía.
En lo personal me siento triste por esta decisión y espero en Dios mucha salud al santo Padre.
Muchas gracias Santo Padre.
Usted es un ejemplo de hombre de oración, de santidad y de profunda humildad. Si tuvimos en Juan Pablo II un santo, estoy seguro que usted es otro santo regalo de Dios. Pido por el próximo Papa para que sea el CANDIDATO del Espíritu Santo: un hombre santo. Todo lo demás puede estar o no. Lo queremos en mi familia MUCHO.
Gracias queridísimo Santo Padre, Usted ha sido providencial para el cuidado de la Iglesia en estos tiempos complicados, nos ha impulsado a ser fieles con su gran sabiduría y piedad.
Ha entregado su vida y su salud en servicio de la Iglesia y de la humanidad, siguiendo siempre fielmente todos los mandatos de Jesucristo.
No me queda más que unirme a su oración para que estos últimos días en el pontificado sean muy buenos y para que el Espíritu Santo suscite en la Iglesia otro Papa tan bueno como usted.
Infinitas gracias por haber aceptado esta carga de conducir la Iglesia, por su ejemplo y su sabiduría, gracias Santo Padre
me hubiera gustado q esa consideraciones la hubiese habido con Juan Pablo 2 Ese si era de admirarse
Lo menos que puedo decir del todavía Papa Benedicto XVI es: Gracias su Santidad por ser un fiel defensor de la fe en todas sus manifestaciones, y por ser para nosotros un ejemplo de humildad y sencillez propagando, con su estilo de vida, el amor de Cristo a la humanidad. Que Jesús y María lo bendigan y lo protejan.
Gracias querido Papa, por su humildad y fidelidad al haber querido usar el don de su gran inteligencia para enseñarnos tan claramente,y para guiarnos por el camino correcto. Gracias por su ejemplo de vida entregada.
Yo siento tristeza saber de su renuncia; pero al mismo tiempo entiendo su punto de vista. Lo voy a extrañar porque uno aprende a encariñarse con su pastor. Que Dios nuestro Señor lo bendiga y acompañe siempre. Gracias Santo Padre Benedicto XVI. 🙂
Muy queridisimo Santo Padre, tenga desde siempre considerado que estará muy cerca de mi corazon en cada una de mis plegarias para que Dios N.S. le envie sus bendiciones. Reciba un muy fuerte saludo desde Mexico que siempre a querido en forma especial a sus Papas.
Graciais Su Santidad!!! sigue siendo un ejemplo de un VERDADERO SEGUIDOR de DIOS. Gracias por su FE, gracias por su ENTREGA, gracias por ese AMOR tan grande que nos tiene y nos demuestra al reconocer sus limitaciones!!! Gracias por ese DESEO de ENTREGA y desear VIVIR EN UNA CONTINUA ORACIÓN POR TODA LA HUMANIDAD!!! Gracias por ese VALOR tan grande al renunciar, es EJEMPLO DE VIDA para todos. Dios lo bendice hoy y siempre !!!! cuente con mis oraciones hoy y siempre!!!
Gracias Santo Padre por la sabiduria que el Espiritu Santo le ha dado para dirigir a nuestra Iglesia somos consientes de que nuestros cuerpos son fragiles y en determinada edades mas se debilitan, pero mi gran admiracion por su comprension
y sabemos que usted siempre estara orando por nuestra iglesia y sus representantes hasta que sea llamado a la vida eterna lo amamos.
Gracias Su Santidad!!! Siempre se le recordará como uno de los grandes (con mayúscula) de la Iglesia de estos tiempos y un Papa que nos legó tantas enseñanzas, por su gran trabajo pastoral y como intelectual, con un acervo cultural y espiritual que no hemos podido alcanzar a conocer y valorar en su justa medida, por lo vasto. Esperamos nos siga prodigando todos esos dones desde donde le toque estar, que nosotros oraremos siempre por Ud y estamos seguros que Ud. orará por nosotros sus hijos. Con Cariño. Hasta siempre Benedicto XVI. Lilia de México
Que tristeza que renuncie, me gustaba mucho la claridad y profundidad de sus mensajes, lo he admirado mucho por su sencillez y sabiduría, pero solo él sab como se siente….
Dios le bendiga y sea quien le recompense todo lo que nos ha dado.
Gracias querido Santo Padre, por todo su amor, dedicación y servicio a la Iglesia!!! Lo extrañaremos, su gran sabiduría, que tanto bien prodiga a los católicos de este tiempo. Ha sido un gran siervo, que un día recibirá su corona de gloria. Gracias por enseñarnos a no ser relativos, y vivir más radicalmente la fe. Bendito Benedicto!!! Gracias por su Pontificado!!!
Como leones, para mi y creo que para todos los guanajuatenses es de
suma tristeza la renuncia; pero nos queda la satisfacción de haberlo tenido entre nosotros por unos días. Estaremos con él aunque ya no siga dirijiendo la barca de Pedro .
Benedicto XVI siempre en el corazón del pueblo leones.
No nos olvides en tus oraciones