Los mártires de la guerra cristera, como Cristo, son reyes, pues guiaron a su comunidad con su testimonio de fe. El sacrificio de los mártires cristeros confirmó la fe de muchos cristianos en el mundo y permitió a México tener un verdadero derecho a la religión profesada libremente.
Hay mártires de todas razas, colores, y países. Con diferentes lenguas, cultura y tradiciones. Los primeros mártires conocieron al Señor Cristo, otros los conocemos nosotros en la actualidad. En general podemos decir que no hay país que haya sido habitado por cristianos que no tenga mártires.
Parece que la época de los mártires fue la del esplendor del Imperio Romano. Así imaginamos a los mártires: muriendo en la arena del Coliseo o a manos de los legionarios romanos. Sin embargo la época actual es, con mucho, superior a aquella en la cantidad de mártires. El Siglo XX ha sido llamado el Siglo de los mártires por el Papa Juan Pablo II. En muchos países, muchos de ellos de tradición cristiana, hubo persecuciones por parte de gobiernos revolucionarios y liberales.
Uno de estos casos es México, país que sufrió una sangrienta y poco conocida persecución de católicos durante los años 1926 a 1929, teniendo algunos episodios aún a mediados de los años 1930.
El origen de esta persecución está en planteamientos eminentemente políticos. La Constitución firmada en 1917 contenía artículos muy favorables para el desarrollo individual y social del México posrevolucionario. Sin embargo, algunos artículos contemplaban reducir los derechos organizacionales de la Iglesia, tales como el número de sacerdotes, el gobierno libre de las diócesis, la posibilidad del culto público entre otros.
Resumidamente digamos que el gobierno posrevolucionario deseaba desnaturalizar las facultades organizativas y sociales de la Iglesia. Ante estas dificultades muchos fieles protestaron. Hubo boicots contra el gobierno por considerar injustas estas políticas. Incluso, los obispos mexicanos cerraron los templos y suspendieron al culto, a fin de defender la naturaleza de la Iglesia, no como instigación contra el gobierno.
La revuelta llegó a tal hostilidad que pronto algunos cristianos se sublevaron en una guerrilla contra las fuerzas federales mexicanas. Los combatientes dejaron a sus familias por ir a defender su derecho a profesor una religión libremente. Muchos se reunieron en las montañas y desde ahí se organizó la defensa de los derechos a través de la lucha armada.
Muchos sacerdotes acompañaron a los combatientes, pero la mayoría de los clérigos no entró a la lucha armada, guardando obediencia a los obispos. Los sacerdotes que eran encontrados por el gobierno administrando los sacramentos eran detenidos y encarcelados. Muchos combatientes murieron brutalmente al defender su fe.
Esta guerra poco conocida fuera de México trajo el martirio a muchos cristianos, quienes prefirieron morir a ver a la Iglesia privada de sus facultades de guiar a los hombres hacia la Salvación en Cristo Rey.
El grito de guerra de los combatientes era !Viva Cristo Rey ¡ Así como Cristo, los mártires de esta guerra son reyes. Los mártires dan testimonio de Cristo, pero también son otro Cristo, pues Cristo da testimonio del Padre. Los mártires son reyes como Cristo pues un rey sirve a su comunidad y la guía. A su modo, lo mártires son reyes porque sirven a su comunidad fortaleciendo con su vida la fe de sus compañeros.
Los mártires cristeros son reyes porque ejercieron su voluntad libremente. Con esto no nos referimos a que sólo los monarcas tengan esta facultad. Naturalmente todos los hombres pueden ejercer su voluntad libremente, y en ese sentido, todos tienen una dignidad real. Los mártires ejercen esta libertad de un modo excepcional, pues entregan su vida con tal de manifestar que sus creencias son verdaderas y valen la vida.
Gracias a los mártires de Cristo Rey México llego a ser una nación verdaderamente libre en lo que a los derechos a la religión se refiere. Si bien hubo muchas pérdidas humanas, económicas y culturales, los cristeros fortalecieron la fe de muchos mexicanos por muchas generaciones. Los frutos de su sacrificio son disfrutados no sólo por los católicos mexicanos, sino por los católicos de todo el mundo, quienes ven en estos mártires un ejemplo de fe, valentía y determinación por la vida en Cristo Rey.
En la Pelicula ^^Cristiada^^ esta basada en el conflicto de ese tiemepo, se las recomiendo, es protagonizada poe Andy Garcia y Paul Newman hace un pequeno papel.