La huella de Dios en el corazón del hombre le lleva a buscarle, a adorarle y a amarle.
Los hombres esperan de todas las religiones la respuesta a los misteriosos problemas de la humana condición, que, como siempre, también hoy perturban lo más íntimo de sus corazones: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido y la finalidad de nuestra vida? ¿Qué es el bien y qué es el pecado? ¿Cuál es el origen y cuál la finalidad del dolor? ¿Cuál es el camino para llegar a la verdadera felicidad? ¿Qué es la muerte, el juicio y la retribución después de la muerte? Finalmente, ¿cuál es el misterio último e inefable que rodea nuestra existencia, de dónde venimos y a dónde nos dirigimos? (Vaticano II, NA, 1).
Por la Biblia sabemos que el hombre, creado por Dios, tuvo con su Creador, desde el principio, una relación personal.
El pecado original de los primeros padres y los pecados de sus descendientes hicieron que en bastantes grupos humanos se perdiera buena parte del contenido religioso primitivo y se deformara la noción de Dios y de sus relaciones con el hombre.
Por eso, al investigar la religión en los pueblos primitivos, nos encontramos con formas imperfectas de religiosidad que podrían llevar a la falsa idea de que las religiones más perfectas son el fruto de un proceso evolutivo de menos a más. Los estudios históricos más recientes rechazan plenamente la idea de que la religión es algo explicable como fruto de una evolución a partir de una época de no religión. Aseguran que el hecho de la religión se basa en una cierta actitud del hombre respecto a su propia existencia, que consiste en que se sabe y se siente dependiente de un poder que es dueño del destino humano. Pero la religión no consiste en una fe en ciertos fenómenos de poder, no es una veneración de los espíritus, sino una fe en Dios.
En el terreno de la pura historia, hay indicios de actividad religiosa desde los orígenes de la humanidad. Este es un hecho admitido por todos los historiadores. También ha demostrado la historia de las religiones que el tener religión es un hecho absolutamente universal. Todos los pueblos que han existido han tenido religión. La razón de este hecho tan decisivo es que el hombre es religioso por su propia naturaleza. La huella de Dios en el corazón del hombre le lleva a buscarle, a adorarle y a amarle.
En la Prehistoria, concretamente en el Paleolítico, las pinturas rupestres, las estatuillas femeninas (que representan a la Tierra, diosa madre), los restos funerarios, etc., indican claramente la preocupación del hombre por el problema del más allá y la presencia en su vida de acciones rituales para establecer relaciones con el Ser Supremo, fuente de toda bondad. Y esto aunque los hombres tuvieran que ocuparse de luchar esforzadamente con el medio que les rodeaba, para sobrevivir.
Aunque los signos de actividad religiosa prehistórica están mezclados con elementos animistas (creencia de que todo lo material está lleno de espíritus), fetichistas o mágicos (atribución de propiedades sobrenaturales a ciertos objetos y acciones), contienen elementos de auténtica religiosidad.
En la Antigüedad, las manifestaciones religiosas suelen tener un carácter nacional (cada pueblo tiene su dios) y se caracterizan por creer que hay varios dioses (politeísmo), error del que siempre estará protegido el pueblo de Israel. También ha demostrado la historia de las religiones que el monoteísmo (hay un solo Dios) es anterior al politeísmo. De hecho, el politeísmo surge cuando la religión monoteísta se degrada.
Desde el siglo VI antes de Cristo aparecen las religiones de gran difusión. En el Oriente, hinduismo y budismo, que no creen en un Dios personal.
Ya desde los más remotos tiempos hasta nuestros días, en los diversos pueblos, se encuentra cierta percepción de la misteriosa fuerza que se halla presente en el curso de las cosas y en los acontecimientos de la vida humana, y a veces hasta un reconocimiento de la Suprema Divinidad, e incluso del Padre. Esta percepción y este conocimiento infunden un íntimo sentir religioso en toda su vida. Las religiones, íntimamente ligadas con el progreso de la cultura, tratan de responder a dichas cuestiones mediante nociones más refinadas y con un lenguaje más elaborado. Así, en el hinduismo, los hombres escudriñan el misterio divino, y lo expresan con una fecundidad inagotable de mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía: así buscan liberarse de las angustias de nuestra humana condición, ya por especiales formas de vida ascética, ya por la profunda meditación, ya refugiándose en Dios con amor confiado. En el budismo, según sus variadas formas, se reconoce -la radical insuficiencia de este mundo mutable y se enseña un camino por el cual los hombres, con devota confianza, pueden ya adquirir un estado de liberación perfecta, ya -mediante su propio esfuerzo o con un auxilio sobrehumano- llegar definitivamente a la suprema iluminación. En igual forma todas cuantas religiones existen en el mundo se esfuerzan por resolver la inquietud del corazón humano por los más varios métodos, esto es, proponiendo caminos, es decir, doctrinas y normas de vida así como ritos sagrados.
La Iglesia Católica no rechaza nada de lo que sea santo y verdadero en dichas religiones. Con sincero respeto considera aquellas maneras de vivir y de obrar, así como sus preceptos y doctrinas que, aun siendo tan diferentes en muchos puntos de lo que ella propone y defiende, sin embargo, a veces, reflejan un rayo de aquella Verdad que a todos los hombres ilumina. Pero ella anuncia y está obligada a anunciar incesantemente a Cristo que es camino, verdad y vida (Io. 14, 6), en el que los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en el que Dios reconcilió consigo a todas las cosas.
Un caso de religión completamente aparte es la de Israel. Se trata de la religión revelada por Dios y comienza con la llamada a Abrahán, más de 1800 años antes de Cristo. Los otros momentos más relevantes son Moisés, hacia el siglo XIII, David diez siglos antes de Jesucristo y el regreso del cautiverio de Babilonia unos cinco siglos antes de Cristo.
Investigando plenamente el misterio de la Iglesia, este Sagrado Concilio recuerda el lazo que une espiritualmente al pueblo del Nuevo Testamento con la estirpe de Abrahám.
En efecto, la Iglesia de Cristo reconoce que las primicias de su fe y de su elección ya se encuentran, según el misterio divino de la salvación, en los patriarcas, Moisés y los profetas. Reconoce que todos los Cristianos, hijos de Abrahán según la fe, están incluidos en la vocación de este Patriarca y que la salvación de la Iglesia se halla prefigurada místicamente en el éxodo, del pueblo elegido, de la tierra de la esclavitud. Por ello la Iglesia no puede olvidar que ella ha recibido la Revelación del Antiguo Testamento por medio de aquel pueblo, con el que Dios, en su inefable misericordia, dignóse establecer la Antigua Alianza; y que ella se alimenta con la raíz del buen olivo, en el que se han injertado -los ramos del olivo silvestre, que son los gentiles. Cree, en efecto, la Iglesia que Cristo, nuestra Paz, ha reconciliado a judíos y gentiles y que, por su Cruz y en sí mismo, de los dos, él ha hecho uno solo.
También tiene la Iglesia siempre ante sus ojos las palabras del apóstol Pablo sobre sus hermanos de raza a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas y los Padres y de quienes procede Cristo, según la carne (Rom. 9, 4-5), el hijo de María Virgen. Recuerda también que los Apóstoles, fundamentos y columnas de la Iglesia, nacieron del pueblo judío, así como un gran número de los primeros discípulos que anunciaron al mundo el Evangelio de Cristo.
El Cristianismo no permite comparación con cualquier tipo de religión, porque se trata de la venida al mundo del mismo Hijo de Dios.
Dios, para establecer la paz o comunión con El y armonizar la sociedad fraterna entre los hombres, pecadores, decretó entrar en la historia humana de un modo nuevo y definitivo enviando a su Hijo en nuestra carne, para arrancar por su medio a los hombres del poder de las tinieblas y de Satanás (cf. Col. 1, 13; Act. 10, 38) y reconciliar al mundo consigo en El (cf. 2 Cor. 5, 19) A El pues, por quien también fue hecho el mundo, lo constituyó heredero de todo a fin de instaurarlo todo en El (cf. Eb. 1, 10).
Siete siglos después del comienzo de la era cristiana surgirá el Islam, fundado por Mahoma que ha sido y es otra de las religiones de gran difusión.
La Iglesia mira con estima a los musulmanes, puesto que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y omnipotente, Creador del cielo y de la tierra, que se ha revelado a los hombres, a cuyos decretos, aunque estén ocultos, tratan de someterse con toda el alma, como se sometió a Dios Abrahán, a quien la fe islámica se refiere de buen grado. Aunque no le reconozcan como Dios, veneran a Jesús como Profeta; honran a su Madre virginal, María, y, a veces, hasta la invocan con piedad. También esperan el día del juicio, en el que Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por todo ello en gran estima tienen a la vida moral y tributan culto a Dios, principalmente con la oración, las limosnas y el ayuno.
Dios siempre a estado con nosotros. a sido la humanidad la que lo a querido sacar. por ello cuando esta el abandono de Dios en una vida o nación, el caos y la maldad reinan.
Desde los inicios de la humanidad en la tierra se ha buscado a un ser creador y con el paso del tiempo el mismo hombre a realizado diferencias constumbres y ritos para buscar a Dios, pero entre tantas religiones llegamos al mismo punto, todas buscan al mismo Dios
lo que pasa es que el enfoque se ha echo mas en conocer a ese ser supremo que se nos ha mostrado en todo su esplendor , mas que en imitarlo y escucharlo, por ese motivo terminamos creyendo en una religión o en una iglesia, cuando Dios es experiencia. Deberíamos apuntarle mas a creerle a Dios que en Creer en Dios.
El fundamento filosófico del cristianismo resulta problemático tras el «fin de la
metafísica» y sus fundamentos históricos quedan en entredicho por efecto de los métodos históricos modernos. Por eso también resulta fácil reducir los contenidos cristianos a lo simbólico, no atribuirles mayor veracidad que a los mitos de la historia de las religiones
Es sorprendente la sed religiosa de la humanidad toda. Pero solamente con el camino de la cruz se llega plenamente a Dios.
El hecho religioso es absolutamente natural, ya que por intermedio e ello trasciende vuestra cultura a un Dios. Que es vuestro camino de la esperanza y amor eterno.
Amaos unos a otros.
Me parece interesante la lectura, y ciertamente como lo establece, la religión es sin duda una actitud del hombre frente a nuestra existencia, y por ello nos acercamos de manera natural a la religión, de la manera que sea. La religión es absolutamente universal, pues a lo largo de la historia y de las grandes culturas, la religión ha sido, es y seguirá siendo parte fundamental del ser humano y de su sociedad misma.
———— HECHO RELIGIOSO —————
—- DIOS en la imanencia y la trascendencia del ser humano —–
«El hecho religioso es nuestra huella digital en lo espiritual. Y la inquietud de los sers humanos nos lleva o a estar presos en las respuestas temporales ilimitadas o a respuestas que nos llenan de gozo y que forjan una mente con conocimiento trascendente.
Es en la imanencia del ser humano en contemplar a Dios y a sí mismo que encuentra su trascendencia…su respuesta perpetua a toda perturbación y vacuidad.
El Hecho Religioso no está atado a las negociaciones racionales o emocionales humanas para llegar a un mutuo acuerdo. El Hecho Religioso manifiesta al hombre un origen diferente a los que los fenómenos de la naturaleza puedan enseñarnos.
Porque si la realidad puede ser medida, solo lo será si el ser humano pone los indicadores, por tanto la «verdad» estará respaldada solo hasta donde los indicadores puedan demostrar lo medianamente observable pero no lo totalmente comprensible.
El Hecho Religioso nos pone a nosotros los indicadores y nos interpela a tener una actitud subjetiva y objetiva del hecho.»
me gustaria sacar un curso sobre estos contenidos dados llevarlo en linea
Me parece que la lectura es acertada al exponer la universal inclinación del ser humano en creer en un ser superior, lo que no me parece acertado es el argumento que parte de un "aparente" marco de tolerancia, que toma lo verdadero de otras religiones, pero al mismo tiempo las descalifica.
Me parece bastante acertada la lectura al mostrar la común inclinación del ser humano de creer en un ser superior, sin embargo me parece un tanto tendenciosa al sugerir que en un marco de "tolerancia" el Cristianismo es la única religión verdadera.
la lectura es interesante y tiene un punto en especifico todos escogemos una creencia y nos hacemos de ella para conducir nuestra vida diaria.
Dentro del contexto històrico, el hombre ha sido parte, por naturaleza y semejanza, de una razòn superior. Razòn que el hombre no puede ni podra entender debido a que esta fuera de los limites de su pensamiento y entendimiento. Ante esa diferencia de capacidades, a travès de la cultura, el hombre CREA la religion para dejar lo inexplicable a esta.
En el contexto històrico, el hombre, por naturaleza y semejanza divina, ha pertenecido a una razòn superior en el que èl mismo no puede n podra comprender.Esa razòn le pertenece a Dios.La cultura nos ha permitido crear formas de acercarnos a esa razòn infinita; tal es el ejemplo que nos menciona la lectura: CREAR religiones las cuales a travès TRATAREMOS de comprender no solo esta razòn, sino muchas cosas mas que estan alejadas de nuestro pensamiento y entendimiento.
creo que lo importante no seria ver las diferencias que tiene el cristianismo con las demas religiones si no mas bien darnos cuenta de todas las similitudes que hay entre las diversas religiones. Es claro que la cultura de cada sociedad va a marcar la necesidad de exhaltar algunas virtudes pero no debemos olvidar que en principio todas buscan una explicación de que es lo que sucede cuando morimos buscamos una eternidad y buscamos todos rendir cuentas a Dios a quien le debemos todo lo que somos y todo lo que tenemos
Evidentemente es un lectura interesante con una propuesta que nace junto con la religión, pero que no ha sido respetada muchas veces a lo largo de la historia. De todas maneras, dicen las teorías más radicales, que el pasado y el futuro no existen y por eso tengo que hablar de mi experiencia. Es ahí donde el haber estado en una prepa del Opus Dei me permite concluir que el respeto por otras religiones u otros credos es más de palabra que de hecho. Eran los mismos maestros quienes, acostumbrados a creer ciegamente en su dogma, se encargaban de denigrar o criticar con dureza a los distintos. Y no sólo en el caso del Credo, también de detalles más pequeños, como la homosexualidad y hago referencia directa al comentario que el maestro de esta materia hizo en el ágora: "Cada vez hay más maricas". Mi credo era el católico, pero hace tiempo que estoy en duda, porque la duda es humilde, nunca le ha hecho daño a nadie. En cambio la fe, y lastimosamente, sí.
A lo lrgo de la historia el hombre siempre se ha planteado ciertas prguntas en base a nuestra procedencia, direccion y motivo de estar aqui, Por tanto en el afan de encontrar dichas respuestas a seguido distintos caminos q al final siempre llegan a la existencia de Dios, aunque muchas otras religiones le llamen de otra forma siempre se deben de buscar acercar al amor de Dios y Cristo con su ser, actuar, pensar y vivir.
La historia nos ha demostrado día a día, que hay una necesidad en el hombre para satisfacer las dudas a las q no podemos responder con la ciencia u otros métodos exactos q utilizamos en nuestra vida usual, es así como han surgido diversas religiones y "dioses", al final solo existe uno, pero por diversidades culturales son llamados en forma variada.
la lectura me pareciò, muy cierta ya que; es verdad que cada uno escoje la religion que desee pero es indispensable tener una religiòn y algo en que creer , sino desde mi punto de vista la vida no seria vida porque no sabriamos de donde venimos y hacia a donde vamos simplemente nos conformariamos con vivir el presente sin preguntarnos nada màs. esto me prece pesimo , ya que todos necesitamos saber quienes somos y entregarnos a algo que nos envuelva , oriente y nos protega.
La lectura me pareció interesante, pero no estoy de acuerdo con esta en el punto que habla acerca de la tolerancia de la iglesia Católica con respecto de otras religiones, en mi opinión es todo lo contrario, ya que incluso algunas veces la iglesia llega a satanizar a otras religiones.
sin dua cn esta lectura nos podemos dar cuenta de la evolución de la religión por el paso del tiempo , no refiriendose a que se comenzo sin ningun tipo de religión sino como se formaron diferentes religiones cada una con sus caracteristicas que a veces eran simililares entre si y otras veces no .
Todos le llamamos diferente pero la verdad es que por igual creemos en algo o alguien que nos impulsa a ser mejores y nos ayuda en momentos dificiles, eso es lo importante.
me agradó mucho la lctura, aunque difiero en determinados puntos.
en mi opinion, por mas religiones que existan para todas existe un dios que, aunque nombrado diferente, es el mismo creador del cielo y la tierra y quien se encargara del juicio final de cada uno de nosotros.
Con el paso del tiempo los seres humanos hemos buscado respuestas a ciertas preguntas que hoy todavía nos seguimos planteando es por ello que el hombre desde su existencia busca el calor y amor de Dios y nos acercamos a la fe, y estamos cerca de la Santa Trinidad (padre, hijo y espiritu Santo)Con el tiempo muchas cosas han cambiado en el mundo pero esta busqueda de Dios y este acercamiento a la religión para entendernos y entender al projimo, lo que es el amor y la vida como hermanos no ha cambiado y hoy seguimos cercanos a buscarla ya que el hombre siente un vacío en su alma que es completado por Dios el cual permanece cercano en el camino de los hombres no solo como padre sino como compañero y amigo.