Por fin las tan esperadas, ansiadas, soñadas y queridas ¡Va- ca- cio- nes!
Llega un período largo de vacaciones, las vacaciones de verano… Los niños están felices, no más tareas, ni exámenes, no más desmadrugadas, no más prisas, adiós al uniforme…
Por desgracia no a todos les impacienta que llegue este verano, al contrario, quisieran que los hijos estuvieran tan ocupados como siempre para no tener que verles ni el polvo…
Y es que con tristeza he escuchado varios comentarios en los que las mamás se quejan continuamente porque no saben que van a hacer con sus hijos en verano, que les urge encontrar algún curso donde puedan llevarlos, pero no solo para que aprendan muchas cosas, se diviertan y hagan nuevos amigos, si eso está bien… comentan, pero su principal interés es que estén fuera de casa, no quieren revoltosos alrededor suyo las 24 horas ¡Qué horror! Dicen: Mientras más horas te los cuiden y los mantengan ocupados, mejor… “Hay que buscar uno donde te los reciban desde muy temprano y te los entreguen hasta la tarde, sino ¿Qué voy a hacer con esas fieras?” “A mí, que me los regresen bien cansados”.
¡Ojalá todas las mamás festejaran las vacaciones!
Que increíble postura la de estas mamás que no se dan cuenta de que este período largo de vacaciones es una hermosa oportunidad para conocer y convivir con sus hijos. Ha pasado casi un año completo en el que poco tiempo había para sentarse con calma a desayunar, comer o cenar, para platicar, para hacer juntos alguna actividad… Entre el colegio, las tareas y las clases extra… ¿A qué hora “Hacer Familia?
Es diferente si trabajas por necesidad, ésta es una situación que la familia sabe y comparte, lo entenderán también tus hijos, hay sacrificios que ofrecer por el bienestar de la familia, pero al hacerlo estarás consciente de que hay que redoblar esfuerzos por acercarte a tus hijos y convivir con ellos. A ti, que te esfuerzas día a día por darles lo mejor: Te felicito, todo mi respeto y admiración. Seguro que solo esperas la hora de salida para llegar a casa y abrazarlos, para llenarlos de tu amor y que ellos te llenen del suyo… Esa, es la actitud que hace la diametral diferencia, puesto que hay un motivo que te impulsa cada día: Son ellos mismos, la persona de cada uno de tus hijos, tu amor por ellos, por tu familia entera; que dista mucho de lo mencionado en el párrafo anterior donde por sus comentarios se nota que a algunas solo les mueve la comodidad y el egoísmo.
Sea cual fuere tu situación, te invito a que reflexiones en que el periodo vacacional es una oportunidad de oro para amar, para crecer en familia, para llenarse de recursos espirituales y emocionales para continuar con la gran aventura de la vida.
Las vacaciones son una excelente oportunidad para amar
Porque hay más tiempo para estar juntos, para compartir, para conocerse. Porque en general el horario lo puedes inventar tú, para que tus hijos aprovechen el tiempo y se dediquen a cosas diferentes de las que ordinariamente realizan.
Las actividades variarán de acuerdo a las edades de tus hijos, a su estilo de vida, a sus gustos, a sus ilusiones; asegúrate de escuchar a cada uno ¡Todas las ideas son bienvenidas!
Como afirma Dotterweich, K., en su libro “Saber vivir en familia”. Ser familia significa también, compartir responsabilidades. Distribuir las tareas de acuerdo con las capacidades y tiempo de cada uno. Cuando la familia se une para hacer un trabajo importante se disfruta del espíritu de equipo y se celebra lo que juntos logran.
Diversiones hay miles, algunas para realizar en familia pueden ser jugar un juego de mesa, ver una película juntos, leer algún libro, escuchar música, salir a jugar escondidas, bañar juntos al perro, pintar un cuadro, armar un rompecabezas, ir a recorrer el centro de la ciudad, ir al zoológico, invitar a los amigos en la tarde a comer un helado o a andar en bicicleta, a patinar…
Hay tiempo también para crear y fortalecer lazos, sentido de pertenencia, quizás visitando a familiares lejanos, arreglar las fotos de la familia, invitar a los abuelos a pasear, llamarle a los primos y a los amigos que hace tiempo no ven…
Momentos en vacaciones también habrá para arreglar closets y juguetes, para compartirlos con aquellos que menos tienen… Ayudar a hacer labores en el hogar, aprender a cocinar cosas sencillas, a poner una mesa, a cambiar un foco, a ocuparse de las mascotas, del jardín, crear hábitos para que sean mejores personas, que cada uno tienda su cama, haga la limpieza de su cuarto, aprenda incluso a lavar la ropa…
Todo esto es por su bien, no es cosa de mujeres nada más, ambos niños y niñas deben saber ciertas cosas en el manejo de una casa para que aprendan a vivir de acuerdo a su dignidad y sean responsables e independientes, autónomos, que sepan hacer las cosas.
Practicar algún deporte o aprender alguna habilidad, tiempo para jugar, para desarrollar la creatividad, la imaginación… Mientras menos vean la TV, ocupen la computadora o utilicen juegos de video: ¡Mejor!
Para ser mejores como personas, otra idea es aprovechar las vacaciones también realizando un calendario de virtudes, en el que cada semana procuren vivir haciendo vida cada uno esa virtud con ciertas pautas o tareas específicas que promuevan el esfuerzo de la voluntad…
No te olvides en las vacaciones hay mucho tiempo, tiempo que puedes ocupar para fortalecer el espíritu, una hermosa oportunidad para acercarte y hablar a tus hijos de Dios… Compra historias o películas de santos, hay de caricaturas o no, todo de acuerdo a la edad de tus hijos, recen el Rosario, haz una visita al Santísimo, ofrezcan flores a Nuestra Señora, hagan en familia un pastel para el Párroco y después llévenselo, se sentirá reconfortado por ustedes en la hermosa y ardua tarea que el Señor dispuso para él, en fin…
Hagan un horario juntos donde todos aporten ideas y péguenlo donde todos puedan verlo y prepararse para vivir juntos grandes experiencias que los unirán y revitalizarán su alma.
“Planificad, fijaos metas y soñad juntos el futuro. Hablar de lo que os gustaría hacer, adónde os gustaría ir o como querrías que fuera vuestra familia refuerza vuestro sentido de identidad, solidaridad y vuestra finalidad” Dotterweich, K.
Recuerda que la vida es corta, y cada etapa de la vida tan solo dura algunos años; reflexiona que entre más pequeña la edad, más corta en años la etapa que encierra, no dejes que se te vayan los años maravillosos de tus hijos, los años en los que se forma en ellos lo más grande, años en los que se les enseña a amar, a respetar, a confiar, a querer, a servir… A ser, a vivir.
Involucrando también a papá…
Muy probablemente papá por cuestiones de trabajo esté fuera de casa, pero busquen el momento de estar con él, de involucrarlo, de que participe, de que se enamore de su familia, que tenga la ilusión de regresar a casa y que tenga prisa por volver para formar parte de estas actividades y vivir con la familia momentos que juntos recordarán por siempre.
Benditas vacaciones
No desperdicies pues, este tiempo que puede ser tan provechoso, tan hermoso, tan dignificante y tan vivificante, que no lo cambiarías por nada. Puede ser un tiempo maravilloso donde los lazos familiares se estrechen, se solidifique la identidad familiar y por ende la identidad personal de cada miembro que la integra.
No tengo nada en contra de los cursos de verano, muchos son fabulosos, siempre y cuando no sean un recurso para “depositar a tus hijos” porque no sabes qué hacer con ellos en vacaciones… Si los llevas a algún curso que sea pensado para cada hijo, para que desarrolle cierta habilidad y que tenga un horario razonable, adecuado; y que al regreso, en casa, encuentre su hogar, encuentre todo el amor de su familia que le espera con ansias para compartir, para convivir para estar juntos, para hacer y para ser familia.
Eres tu mujer quien da vida, no desaproveches ni entierres este don, dale vida a tus hijos, a tu esposo, a tu familia, goza las vacaciones ¡No las sufras! Goza a tu familia, a tus hijos y que estas vacaciones sean las mejores porque así no solo el uniforme le quedará chico para iniciar el siguiente año, ahora el mundo le quedará chico a cada hijo feliz, seguro de sí, virtuoso, lleno de recuerdos alegres, divertidos, lleno de amor, lleno de Dios, lleno de ti, con la mochila llena de conocimientos, experiencias y cariño, que le ayudarán a enfrentar más dignamente y de la mejor manera, todo lo que el nuevo año escolar y la vida le ofrezcan.
¡Felices Vacaciones de Verano!
Por Rosario Prieto
Muy interesante artículo, ojalá todos pudiesemos ponerlo en práctica.
saludos
Graciasor esta hermosa refleccion acerca de las vaciones.Solo me hace falta ponerla en practica.
sunceramente son innumerables las cosas que hay que realizar en estas vacaciones, pero si el resultado es la armonía de mi familia adelante!