"…si tu ojo derecho te escandaliza, arráncatelo y tíralo; porque más te vale que se pierda uno de tus miembros que no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno".
"Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio en su corazón. Si tu ojo derecho te escandaliza, arráncatelo y tíralo; porque más te vale que se pierda uno de tus miembros que no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te escandaliza, córtala y arrójala de ti; porque más te vale que se pierda uno de tus miembros que no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
Se dijo también: Cualquiera que repudie a su mujer, déle libelo de repudio. Pero yo os digo que todo el que repudie a su mujer -fuera del caso de fornicación- la expone a cometer adulterio, y el que se una con la repudiada comete adulterio"(Mt).
Jesús va de nuevo al fondo del problema; se trata de no desear a la mujer en el corazón, lo que equivale a un adulterio interior, y eso de tal modo que deberá arrancar el ojo, o cortar la mano, si inducen al pecado. El temor al infierno es la consideración que debe llevar a una vida casta, aunque el amor sea lo decisivo.
Además, Jesús va más allá y supera el libelo de repudio, o divorcio, permitido por Moisés. No entra en las disputas rabínicas, más o menos permisivas, sino que va a la raíz: todo repudio o divorcio es malo y contrario a la ley de Dios. Más adelante aclarará a los discípulos esta cuestión. Algo tan importante no podía quedar en suspenso.
La frase "fuera del caso de fornicación" no hay que entenderla como una salvedad a la indisolubilidad del matrimonio, sino que hace referencia a uniones admitidas entre paganos, pero prohibidas como incestuosas en la ley mosaica. Son uniones inválidas que podían ser declaradas nulas en el nuevo reino.
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Reproducido con permiso del Autor,
Enrique Cases, Tres años con Jesús, Ediciones internacionales universitarias
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