¿Quieres ver un milagro?

No hay suceso más extraordinario que descubrirte hija de Dios. Cuando eso ocurre, eres capaz de ser mejor madre, esposa, hija y amiga.

Cuando la noche cae y entramos en un sueño profundo, sin embargo, entrada la luz de un nuevo día abres tus ojos y te encuentras con que otra vez estás viva. ¡Un verdadero milagro de tu Dios que tendrías que agradecer profundamente cada día!

 

Este es el tipo de milagros que muchas veces das por hecho, sin detenerte a pensar que cada día que Dios te permite estar viva, es porque la misión que tiene para ti debe seguir siendo buscada, descubierta y asumida. Todos los días están llenos de milagros: tu fe, tu esposo, tus hijos, tu familia, tu vocación, tu trabajo profesional, tu posición social, tu tarea en la vida. Son esos milagros que forman parte del collar de tu rutina diaria y que marcan la diferencia entre una vida con sentido y una vida superficial.

 

Este tiempo de Adviento, en el que se acerca una vez mas el nacimiento del Rey de Reyes, es una buena época para pensar creativamente y con más profundidad acerca de los significados que hay detrás de cada gran milagro que hay en tu vida. ¿Quieres hacer este recorrido conmigo amiga lectora?

 

Nacer en un hogar cristiano

 

No hay regalo más excepcional al venir al mundo que ser herederos de la fe de tus padres. La fe católica es de una riqueza y profundidad impresionantes. Todos los secretos para vivir una vida plena y abundante están en ella. Nuestro catolicismo nos enseña a ser verdaderas mujeres, madres, esposas, hijas y amigas cuando descubrimos y estudiamos su verdadero sentido para nuestras vidas.

 

Tienes como modelo máximo de mujer a La Casa de Oro, Estrella de la Mañana, La Rosa Mística: Nuestra Hermosísima y Castísima Virgen María. Ella es el modelo de mujer que tú y yo como mujeres necesitamos redescubrir, para hacer de cada día que pasa un himno a la alegría y al amor; a la entrega y a la generosidad que no se cansa.

 

Redescubrirte en María

 

Mirar a Tu Madre María en estos días de adviento, significa redescubrirte a ti misma como mujer. Contemplar sus facciones, es encontrar la semejanza que como mujer tienes con ella. Mirarla largamente, es empaparte con la intensidad de su bondad y generosidad para amar más. Enfocarte en sus manos, es saber que si le extiendes la tuya le estás diciendo: Madre, enséñame a ser un claro de luna, enséñame a ser mujer, indícame el camino del amor y exígeme con tu prudente presencia, a querer ser mejor y más mujer cada día. Madre, “que vea”, que mis ojos, como los tuyos, sean capaces de transmitir siempre amor.

 

Tener a la Virgen Santa por Madre, es otro milagro que muchas veces das por echo y te das muy poco tiempo para pensar que Dios te ha dado el enorme privilegio de nacer en el corazón de una Iglesia Católica Universal, que tiene como Reina a una mujer, María, Madre de Dios y Madre Nuestra.

 

Un propósito de Hondura

 

Si tú eres una mujer común y corriente, como lo soy yo, me imagino que andarás en los preparativos de las fiestas de Navidad. Tendrás muchos regalos que comprar. Tal vez ya fuiste de tienda en tienda varias veces y tienes en puerta fiestas a las que debes asistir. Te preocuparás por la ropa, un par de zapatos nuevos, o es la ocasión perfecta para comprarse esa cartera Channel, la pulsera de Tiffany, el estuche de Boucheron… Todo eso esta bien, es lógico que quieras comprar y tener cosas para celebrar la navidad, pero también te invito a que pienses con un poco más de rigor y depurando el verdadero misterio de la Navidad.

 

¿Qué estaría haciendo en estos momentos la Virgen María?, ¿Tendría tiempo para andar de fiestas y de compras? Me dirás: ¡eran otros tiempos! Sí, eran tiempos más sencillos, menos bulliciosos, con más espacio y silencio para las respuestas espirituales. Eran tiempos más santos si me permites expresarlo así. Pero tú y yo podemos hacer que vuelvan a ser tan profundos como entonces en el corazón de nuestros hogares.

 

No se trata de cerrarnos al mundo y alejarnos de todo, sino de darle a nuestra vida ese toque cristiano que inunda de luz a los hogares y se transmite a quienes nos rodean. ¿Cómo lograrlo en tus circunstancias personales?

 

Algunas ideas

 

– Pon más atención a la puesta del Nacimiento que al árbol de navidad y las luces.

– Procura asistir a un retiro especial en donde se medite sobre el misterio del Adviento.

– Asiste a la misa diaria, aún si nunca lo has hecho y abre tu corazón a la gracia.

– Ora todos los días sosteniendo el Santo Rosario entre tus manos.

– Planifica las compras para no ir más veces de lo necesario.

– Enfócate en dar regalos a aquellos que están más necesitados y deja el traje de diseño exclusivo que te quieres comprar para el próximo año.

– Escucha los arreglos musicales de Bethoveen y Bach compuestos para esta época.

– Espiritualiza con toda tu voluntad este tiempo santo que Dios escogió para venir al mundo. Ofrécele no enojarte y no herir a nadie. Da mucha bondad.

– Que tus familiares e hijos sean los mayores testigos de tu devoción y quieran seguir con tu ejemplo y con la misma intensidad la espera del Niño Jesús.

 

Querida amiga, esfuérzate por vivir una Navidad diferente. Una Navidad que te lleve más cerca de Cristo y más lejos de ti y tus deseos. Anímate a mirar a María todos los días. Bésala y espera ansiosamente junto con ella a que el milagro de los milagros se dé una vez más en tu vida. ¡Hossana en el cielo!

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Un comentario

  1. Que Dios los bendiga,y mil gracias por compartir estas palabras con nosotros que nos enriquezen nuestra vida espiritual.

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  3. Que Dios los bendiga,y mil gracias por compartir estas palabras con nosotros que nos enriquezen nuestra vida espiritual.

  4. Estoy tan agradecida con Dios por todas las bendiciones gracias por esta oportunidad de aprender mas de El.

  5. Estoy tan agradecida con Dios por todas las bendiciones gracias por esta oportunidad de aprender mas de El.

  6. Estoy tan agradecida con Dios por todas las bendiciones gracias por esta oportunidad de aprender mas de El.

  7. Me haces recapacitar que gran tesoro tenemos y en ocaciones lo dejamos pasar de largo. Gracias a Dios Soy católica y mi familia también GRACIAS MI DIOS POR TODO

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