Ruth, Kathy y Tommy pasan su infancia juntos en el internado inglés de Hailsham y son inseparables. Sin embargo, a medida que van creciendo tienen que afrontar los sentimientos que van germinando en su interior: Tommy y Ruth se convierten en pareja, pero Kathy también está enamorada de Tommy. Pero además, hay un secreto sobre su futuro que descubrirán en el internado, algo que afectará de forma directa a su destino y su vida adulta.Título Original: Never Let Me GoDirector: Mark RomanekAño: 2011Público: Adultos-JóvenesContenidos: escenas sexuales explícitas, alguna idea de fondo inmoral.Valoración Artística: 3Informe: Contenidos: Imágenes (varias escenas sexuales explícitas), Ideas (erotismo, alguna idea de fondo inmoral)Año de producción: 2010País: EE.UU., Reino UnidoDirección: Mark RomanekIntérpretes: Carey Mulligan, Andrew Garfield, Keira Knightley, Izzy Meikle-Small, Charlie Rowe, Ella Purnell, Charlotte Rampling, Sally HawkinsArgumento: Kazuo Ishiguro (novela)Guión: Alex GarlandMúsica: Rachel PortmanFotografía: Adam KimmelDuración: 103 min.Género: Drama, Thriller, Ciencia ficciónReseña:Lo que queda de la vidaUna película tan bien hecha y sugerente como demoledoramente triste.Ruth, Kathy y Tommy pasan su infancia juntos en el internado inglés de Hailsham y son inseparables. Sin embargo, a medida que van creciendo tienen que afrontar los sentimientos que van germinando en su interior: Tommy y Ruth se convierten en pareja, pero Kathy también está enamorada de Tommy. Pero además, hay un secreto sobre su futuro que descubrirán en el internado, algo que afectará de forma directa a su destino y su vida adulta.Nuevo largometraje cinematográfico del prestigioso realizador Mark Romanek, ausente de los cines desde la redonda Retratos de una obsesión, de 2002. Romanek se consagra como un realizador sólido, con esta impecable adaptación de la novela de Kazuo Ishiguro, que ejerce como productor ejecutivo.Romanek parte de un impecable guión de Alex Garland que sigue al milímetro la novela. El realizador también tiene un reparto de primera fila. Romanek acierta al trasladar a la pantalla la célebre sutilidad de Ishiguro. El realizador es capaz asímismo de lograr un equilibrio imposible entre el drama y la ciencia ficción.Sólida cinta sobre los límites morales de la ciencia. Se trata de humanidad y de una sociedad en la que triunfa el utilitarismo; se trata de empatía y de amor, y al final queda una sensación de tristeza infinita y de haber visto algo muy hermoso, aunque duela (Decine21 / Almudí JD). www.almudi.org