La Paz: Entrevistas

Conversando sobre la paz con Francesc Torralba

Francesc Torralba es doctor en Filosofía y en Teología, miembro del Institut Borja de Bioética y profesor de la Universitat Ramon Llull de Barcelona.

¿Cómo podemos tratar la Carta de la Paz en una asignatura de filosofía?

-Podemos tratarla como un material de discusión o de sensibilización. También la podemos analizar punto por punto a través de interrogaciones. Por ejemplo, podemos estudiar cuantos conflictos se resolverían aplicando la Carta de la Paz, puesto que muchos de ellos son interreligiosos, interétnicos o entre naciones y pueblos. Si tuviéramos en cuenta los principios de la Carta de la Paz, podríamos superarlos.

Usted habla de «el resentimiento como un obstáculo fundamental para la paz». ¿Cree que este es uno de los puntos más importantes?

-El resentimiento siempre es un obstáculo. Es un muro invisible que impide abrirse a los demás, entenderlos y superar las visiones negativas que tenemos de ellos. El resentimiento es miserable, emotivo y poco racional, pero sobretodo intoxica el espíritu de la persona alterando su armonía interior y la de los demás. El resentimiento daña la paz entre las personas, pero también nuestra paz interior.

La Carta evoca el término de «la envidia existencial». ¿Cómo la adquiere el hombre?

-Se nos transmite de pequeños, cuando los padres nos comparan con un hermano, con una compañera de colegio muy eficiente, con un niño educado… Estos ejemplos nos hacen sentir menores y nos impiden descubrir nuestras posibilidades. Creamos entonces una cultura basada en mirar al otro de reojo. La «envidia existencial» es nociva, porque no es lo mismo admirar al otro que imitarlo. Por consiguiente, la envidia es negativa porque conlleva la no aceptación de uno mismo y el desprecio por sus propias virtudes.

En otra ocasión ha comentado que el perdón es el antídoto del resentimiento. ¿Podemos perdonar si el otro no reconoce su falta?

-El perdón incondicional sólo se encuentra en algunas figuras ejemplares como Jesús de Nazaret. Por lo tanto, el perdón tiene límites. El perdón exige el arrepentimiento y la reconciliación del otro. Difícilmente una víctima podrá perdonar a su «verdugo» si ese se burla o no siente remordimientos por el mal cometido. En definitiva, creo que al igual que no hay perdón sin reconciliación, tampoco lo hay sin arrepentimiento.

Después de siglos de guerra, los intelectuales hablan de la «filosofía de la paz». ¿Estamos ante un nuevo pensamiento?

-Del mundo griego nos ha llegado mucha literatura para crear una «filosofía de la Paz», pero creo que aun no podemos afirmar que esa se haya creado. Simplemente, tenemos varias ideas y aportaciones de lo que puede ser la Paz, todas ellas con elementos positivos que no podemos despreciar.

¿Qué opina sobre la Carta de la Paz?

-Es una buena iniciativa, porque nace de la sociedad civil sin ser partidista, ni religiosa, ni electoralista. Solamente demuestra que la sociedad civil se organiza, vive y no queda indiferente ante los conflictos. Además, con el objetivo de construir un mundo mejor, la Carta publica y difunde textos. Quizá podamos discrepar con algunos puntos, con ciertos adjetivos… pero la iniciativa es sustancialmente buena, porque ayuda a que la gente sea consciente de los conflictos que vivimos y aprenda a valorar la Paz desde la niñez. No hay que cantar victoria antes de tiempo. No podemos decir a los ciudadanos que la Paz depende de las decisiones de los estadistas o de los altos mandatarios. Debemos enseñar que la Paz depende de todos y de muchos factores, como por ejemplo de la reacción de la sociedad civil por algunos hechos. Ese es el gran objetivo de la Carta de la Paz.

Aun así, nuestros actos en favor de la paz pueden parecer pequeños.

-Hoy en día nadie habla seriamente de paz y la guerra es un espectáculo. Por esta razón no somos conscientes que podemos evitar la guerra, porque partimos de la idea de que las cosas ya están determinadas. En cambio, a lo largo de la Historia ha habido muchos ejemplos de cómo un solo hombre ha conseguido altas cuotas de pacificación. Pensemos en Gandhi o en Martin Luther King.

Entrevista elaborada por los redactores de la Hoja Informativa de la Carta de la Paz.

Febrero de 2005

http://www.cartadelapaz.org

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