23.6.14
Queridos amigos, les saludo con afecto desde Recife, donde el equipo mexicano ha escrito una brillante página en su historia mundialista, al vencer con toda claridad a Croacia, calificar con holgura y por momentos, incluso acariciar la posibilidad de pasar como primer lugar de grupo.
No se trató de un juego sencillo para nada; hizo falta paciencia y respetar el concepto colectivo que del juego tiene Miguel Herrera para poder ir derrumbando el muro que construyeron los centroeuropeos.
En la conferencia de prensa previa, el técnico y jugadores croatas exhibieron un optimismo que rayó en el triunfalismo y la majadería, al decir que México era un equipo que había corrido con mucha suerte, que su delantero estelar Mario Mandzukic le había anotado a mejores porteros que a Memo Ochoa y que al temblarle las piernas a los mexicanos, por supuesto, iban a ganar.
Esto acicateó a los aztecas para disputar con todo los balones y terminar borrando aun rival a quién los cambios realizados por su entrenador, Niko Kovac, acabaron desdibujando y otorgando espacios para dar rostro a la goleada.
Lo vivido en la “Arena Pernambuco”, créame, fue realmente impresionante. La tensión que se vivía en la cancha, permeó hacia las tribunas acallando al nutrido público mexicano al grado de que ya casi ni se cantaba el “Cielito lindo”, pero cuando los verdes empezaron a darle sentido a la pelota, acosando y replegando en su área a los croatas, se encendió el ánimo y la luz de la esperanza alcanzó su esplendor cuando el capitán Rafael Márquez capitalizó la bola parada para dar forma a la calificación.
Luego, con el rival lanzado a tontas y a locas al frente, se dibujó el contragolpe que fue perfectamente capitalizado por Andrés Guardado y Javier “chicharito” Hernández para poner a girar a todo el estadio.
El cuadro nacional mostró incluso la personalidad para sobreponerse a un grave error arbitral, cuando el árbitro Ravshan Irmatov, no apreció correctamente el lance donde el capitán croata Darijo Srna se tiró como portero desviando con las manos un potente remate de Guardado.
Ahora el equipo verde vuelve a Fortaleza, donde le sacó el empate a Brasil, para concertar una cita con la historia. Hasta ahora, si bien es cierto, de forma brillante, solo ha igualado lo hecho por otros equipos nacionales desde 1994. Si vence a Holanda, entonces se las empezaremos a creer totalmente.