Santo Domingo Savio, estudiante (1842-1857)
Entre los miles de estudiantes que tuvo el gran educador San Juan Bosco, resalta Santo Domingo Savio. Muy seguido ganaba Domingo el premio de “Buen compañero” porque siempre estaba alegre, de buen humor y dispuesto a ayudar a los demás. Desde niño, fue muy amante de Jesús Sacramentado, y se le atribuye este famoso propósito: “Prefiero morir antes que pecar”.
San Evodio (siglo I)
Murió en Antioquía en la segunda mitad del primer siglo. Antioquía era la tercera ciudad en importancia del Imperio romano, después de Roma y Alejandría. Subsistía allí una numerosa colonia judía, en un barrio de las afueras, como en tantas otras capitales del Imperio romano. A través de este ámbito penetró el cristianismo en los gentiles. Antioquía fue la primera metrópolis en la que se estableció una comunidad cristiana formada por antiguos paganos y donde los discípulos recibieron por primera vez el nombre de cristianos. Pablo y Bernabé ejercieron allí su apostolado después de Pentecostés.
El primer obispo antioqueno fue san Pedro. Cuando partió hacia Roma le sucedió Evodio. Más tarde accedió al obispado el célebre Ignacio de Antioquía.
San Mariano (siglo III)
Ejerció la función de lector en la comunidad cristiana de Cirta, Argelia. Fue arrestado bajo el mandato de Valeriano como muchos cristianos de aquella región del Imperio. Fueron reunidos en el valle de Lambese, al borde de un precipicio. Les vendaron los ojos y los decapitaron a todos a golpes de espada.
Beata Prudencia (1492)
Muy pocos datos tenemos de esta religiosa agustina, originaria de Milán. Vivió treinta y ocho años en el convento de Como, junto al famoso lago del mismo nombre, y allí mismo murió en olor de santidad.
* Haré hoy una visita a Jesús Sacramentado y le pediré perdón y ayuda para aborrecer el pecado, que tanto lo ofende.