La misión se realiza en la propia familia, en la escuela, en el pueblo o ciudad, en la Iglesia y en el mundo entero.
Introducción:
La misión consiste en colaborar en la construcción del Reino de Dios, desarrollando la propia persona y sirviendo a la comunidad en un estado de vida concreto. La misión se realiza en la propia familia, en la escuela, en el pueblo o ciudad, en la Iglesia y en el mundo entero.
Misión:
Es la tarea evangelizadora que Jesús encomendó a su Iglesia y que es llevada a cabo por la acción del Espíritu Santo.
La misión toma ragos específicos en cada uno de los convocados en la Iglesia y en las diversas situaciones históricas. Ya desde el Antiguo Testamento, vemos cómo Dios mueve a personas concretas: pastores, hombres sencillos, trabajadores, campesinos, etc. Para que cumplan un mandato, que tiene carácter de único, irrepetible, provisto de tal fuerza que es capaz de mover el corazón. El que recibe el llamado no se libra de una cierta duda, desconfianza en las propias fuerzas (vgr. Moisés, Jeremías), o incluso, se resiste a obedecer a Dios (tal es el caso de Jonás, que no quería ir a predicar a Nínive).
En el Nuevo Testamento, el carácter de la misión adquiere una connotación más específica y total, con la inauguración del Reino de Dios. En efecto, Jesús, con su predicación, con sus obras, con toda su persona, nos revela el sentido de toda misión: hacer la voluntad del Padre, voluntad que tiene una palabra concreta, el “Reino”. Así, todo enviado a una misión lo hará siguiendo esta única misión de Jesús, la de llevar la Buena Nueva del Reino de Dios a los hombres.
Así pues, podemos ver cómo a lo largo de la historia de la Salvación se dan estos elementos de Dios que llama a una vocación específica y el hombre que aún a pesar de su condición, le responde al Señor y cumple la misión, porque sabe que Dios está con él.
Otro elemento de la misión que podemos destacar es la comunidad. Es el espacio vital en el cual se desarrolla la vocación misión. Dios, que ama a su pueblo, a su Iglesia, a su comunidad, está siempre atento a la escucha de sus gritos y clamores; por eso responde llamando y escogiendo a determinadas personas para el servicio.
Este servicio se desarrolla para bien de la Iglesia y de toda la humanidad. Esto es en razón de que la misma Iglesia es evangelizada y evangelizadora, y porque toda la Iglesia tiene una estructura profundamente vocacional: es llamada a la misión, es signo de Cristo, misionero del Padre.
Algunas disposiciones para la misión son:
– Sentido de servicio, caridad, dinamismo.
– Vida de oración y comunión con Dios.
– Disposición, sentido de Iglesia, apertura a los demás.
– Celo por el Reino y por la evangelización.
Jornada Vocacional.
Equipo Diocesano de Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de Acapulco.
Fuente: Pastoral Juvenil Coyuca