En artículos anteriores hemos hablando sobre cómo uno de los objetivos del noviazgo es el discernimiento: valorar si existe entre ambos la compatibilidad necesaria para formar un matrimonio feliz. Sabemos que no siempre resulta fácil identificar lo que es importante. Por eso queremos compartir con ustedes unos tips para poder realizar un mejor discernimiento, a través del análisis de compatibilidad de tres aspectos.
Según el diccionario, la personalidad se define como “conjunto de rasgos y cualidades que configuran la manera de ser de una persona y la diferencian de las demás”. Si bien hablar sobre diversos temas y planear hacia adelante es importante, también lo es reconocer que frente a ti no tienes a una lista de criterios. Tienes a una persona, única e irrepetible, con quien compartir cada momento, con sus distintos sabores.
No existe una regla para esto: algunos se acomodan bien con personalidades similares; otros, con personalidades casi opuestas. No queremos que consideres solamente las cosas bonitas o positivas, como cuando algunas personas dicen “me entiende perfecto: cuando estoy triste me compra chocolates y me pone mi película favorita”. Eso, aunque muestra que te conoce a cierto nivel, no refleja enteramente la personalidad y su compatibilidad. Te sugerimos hacerte las siguientes preguntas:
– ¿Qué tan “yo” me siento cuando estoy con la otra persona?
– ¿Qué tan libre me permito ser con ella? ¿Qué tan libre le permito ser?
– ¿Es a quien quisiera contarle tanto buenas como malas noticias?
– ¿Cómo resolvemos nuestros conflictos?
– ¿Cuáles son sus pasatiempos?
– ¿Cómo es su relación con amistades cercanas?
– ¿Cómo es su trato con el resto del mundo?
– ¿Disfrutamos el tiempo que pasamos juntos?
– ¿Nuestras diferencias nos enriquecen?
Estas y otras preguntas similares abren la puerta a ese análisis. Te invitamos a hacértelas, para que te ayuden a profundizar en este primer aspecto.
Nuestra escala de valores nos acompaña en todo momento y circunstancia. Se convierte en una especie de brújula para caminar y vivir nuestra vida. Es parte de quiénes somos, de cómo actuamos y, por supuesto, del ejemplo que damos a los demás —por lo tanto, también de cómo educaremos a nuestros hijos—. Por ello, se torna crucial tomar en cuenta la compatibilidad que tú y tu pareja tienen en este sentido.
Una vez reconocidos estos valores —ya sea porque se dieron la oportunidad de hablarlo con tu pareja, ya sea de acuerdo a lo que reflejan sus acciones—, te invitamos a hacer una lista de ellos, y ver qué tanto concuerda tu escala con la suya. Cuando hay compatibilidad también en los valores, la confianza, motivación y seguridad suelen ser más intensas.
3. ¿Son compatibles nuestros proyectos de vida?
¿Qué implica el proyecto de vida? Bueno, es importante abrir diálogo con el otro y preguntarle sobre cómo visualiza su futuro: el tipo de trabajo que espera realizar, la cantidad de hijos que le gustaría tener y su visión sobre su educación, el tipo de lugar (ciudad pequeña, grande…) y casa en la que quisiera vivir, cómo manejaría el tema económico, si tiene o no planes de estudios más adelante…, entre muchos temas más.
¿Qué sucede, entonces, cuando el proyecto de vida de uno se contrapone con el del otro? Hemos escuchado de casos en los que el hombre o la mujer no quieren que su pareja trabaje, para que se dedique a la familia, mientras que el otro sueña con una carrera laboral importante. Cuando esto sucede, simplemente es necesario hablarlo y ver si hay algún modo de encontrar un punto medio o de compatibilizar los proyectos de vida. Si lo hay, corresponderá juntos hacer el esfuerzo necesario. Si, por el contrario, definitivamente este aspecto resulta incompatible, esto abre la puerta para reconocer que posiblemente no sean “buenos” el uno para el otro en el ámbito de formar una familia juntos.
* * *
El matrimonio consiste en entregarte por completo a otra persona, que hace lo mismo contigo; se trata de compartir tu vida con aquel ser humano que puede abrazarte con su mirada y construir un hogar a tu lado, de hacerse uno para vivir el amor y la intimidad que apuntan al Cielo. ¡Es maravilloso, y vale la pena construir bases sólidas desde el noviazgo! Pregúntense: ¿somos buenos el uno para el otro? Les recomendamos no dejar a Dios fuera de esa decisión, pues es Él quien conoce sus corazones y lo que es mejor para ustedes.
Charlie & Sof para Ama fuerte
Fuente: www.jovenescatolicos.es