Hazel Germley con uno de los voluntarios de la Jornada Mundial
“Después de vivir una JMJ, tu vida ya no es la misma. Por ello me encantaría que el mayor número de personas se entere de que esto va a ocurrir el próximo agosto en Madrid”, recalca Hazel Germley.
Por este motivo Hazel, actualmente responsable de marketing del Madrid Open, uno de los torneos de tenis más importantes del mundo, invitó a parte del equipo de la JMJ a participar del Open en el día del estudiante. Una ocasión única para difundir el gran acontecimiento de este verano entre jóvenes adolescentes y universitarios.
De la indiferencia a la emoción
Hazel conoció la existencia de la JMJ de Toronto por su parroquia; y se apuntó con el mero objetivo de conocer mundo. Se fue con un grupo de amigas dispuesta a pasárselo genial, sin más. Solo tenían que rezar un poco. Eso sí: no podría beber alcohol, ni fumar y tendría que ir a las catequesis pero… ¡merecía la pena!
“En la primera de las catequesis me aburrí mortalmente y me dormí”, cuenta. “Al día siguiente nos hicieron hacer una caminata impresionante. Yo iba enfadada y cansada, pero los jóvenes (especialmente los españoles) no paraban de cantar dando palmas y de bailar. A mí esto me impresionó mucho: estaban alegres a pesar de las dificultades. Tenían algo en su interior que yo no tenía”.
“Poco a poco todos mis sentimientos de alejamiento del espíritu de la JMJ cambiaron cuando viví los actos principales de la Jornada Mundial. Lo que más me conmocionó fue la vigilia. Después de vivir una JMJ, tu vida ya no es la misma”, cuenta emocionada.
“Todo en esa JMJ me tocó. Hasta mi familia de acogida se convirtió en parte de mi familia: el verano pasado fui a la boda de su tercera hija y mantengo el contacto permanentemente con ellos”.
¿Tú también quieres promocionar la JMJ? Necesitamos embajadores de la Jornada Mundial de la Juventud, en sus trabajos y entre sus amigos.
