Yo jamas conocí a un sacerdote con estas características. Además solo los veía en las misas, y eso q estudie en un colegio de Maria Auxiliadora y mi hermano en el Don bosco. Me llevo los mejores recuerdos y ejemplos, ahora eso si, jamás fui a casa ajena sin mis padres, yo no se como es q esto pasa, los Padres deberían estar mas al tanto de sus hijos, en mi humilde opinión, por que gente mala hay en todos lados, y es una pena que el diablo este siempre tan empecinado por llevarse las almas de estos curas lamentablemente y ellos hayan caído.
Es sin duda una realidad dolorosa que ha vivido la Iglesia, sin embargo también muy agrandada y con demasiada publicidad llena de morbo, en mi experiencia he tenido la oportunidad de convivir con muchos sacerdotes, todos ellos muy ejemplares, haciendo ese esfuerzo por servir a Dios y entregarle su vida minuto a minuto por la salvación de las almas, es lo que nos toca también reconocer y agradecer.
Como dice el texto, en todas partes se cuecen habas, pero estas “habas” son más notorias, por ser hombres que predican la Palabra de Dios. También hay que ver que se vuelve pánico por la publicidad amarillista de los medios de comunicación “ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el ojo propio”
claramente hay un panico moral respecto a todos los acontecimientos pero no debemos dejar de lado que no es solo en la iglesia donde se dan estos problemas , lo que no apanica esque en una institucion que es sagrada para nosotros haya este tipo de cuestiones
Yo jamas conocí a un sacerdote con estas características. Además solo los veía en las misas, y eso q estudie en un colegio de Maria Auxiliadora y mi hermano en el Don bosco. Me llevo los mejores recuerdos y ejemplos, ahora eso si, jamás fui a casa ajena sin mis padres, yo no se como es q esto pasa, los Padres deberían estar mas al tanto de sus hijos, en mi humilde opinión, por que gente mala hay en todos lados, y es una pena que el diablo este siempre tan empecinado por llevarse las almas de estos curas lamentablemente y ellos hayan caído.
Es sin duda una realidad dolorosa que ha vivido la Iglesia, sin embargo también muy agrandada y con demasiada publicidad llena de morbo, en mi experiencia he tenido la oportunidad de convivir con muchos sacerdotes, todos ellos muy ejemplares, haciendo ese esfuerzo por servir a Dios y entregarle su vida minuto a minuto por la salvación de las almas, es lo que nos toca también reconocer y agradecer.
Como dice el texto, en todas partes se cuecen habas, pero estas “habas” son más notorias, por ser hombres que predican la Palabra de Dios. También hay que ver que se vuelve pánico por la publicidad amarillista de los medios de comunicación “ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el ojo propio”
claramente hay un panico moral respecto a todos los acontecimientos pero no debemos dejar de lado que no es solo en la iglesia donde se dan estos problemas , lo que no apanica esque en una institucion que es sagrada para nosotros haya este tipo de cuestiones