Que bellas palabras y tan ciertas… es una invitación a dedicarle más tiempo a conocernos interiormente para con sinceridad evaluar nuestros defectos para eliminarlos y nuestras posibles virtudes para cultivarlas…
Reconozco que yo solo no puedo sin la ayuda del Señor; para ello necesito desconectarme del mundo exterior y pedirle a Dios me auxilie a reconocer mis defectos para intentar destruirlos con una firme voluntad y ser sincero conmigo mismo.
Ayúdame Dios mío… soy obra de tus manos y así quiero permanecer…
Amén…
El aceptar, como Sócrates, que no sé nada, nos dispone la conciencia a ser receptivos a la palabra de Dios a través de su hijo Jesucristo.
Dejémonos guiar por Él abandonándonos en sus manos para hacer Su voluntad y no la nuestra…. Amen.
Que bellas palabras y tan ciertas… es una invitación a dedicarle más tiempo a conocernos interiormente para con sinceridad evaluar nuestros defectos para eliminarlos y nuestras posibles virtudes para cultivarlas…
Reconozco que yo solo no puedo sin la ayuda del Señor; para ello necesito desconectarme del mundo exterior y pedirle a Dios me auxilie a reconocer mis defectos para intentar destruirlos con una firme voluntad y ser sincero conmigo mismo.
Ayúdame Dios mío… soy obra de tus manos y así quiero permanecer…
Amén…
El aceptar, como Sócrates, que no sé nada, nos dispone la conciencia a ser receptivos a la palabra de Dios a través de su hijo Jesucristo.
Dejémonos guiar por Él abandonándonos en sus manos para hacer Su voluntad y no la nuestra…. Amen.