Somos hijos de Dios, viviendo en la naturaleza; de nosotros depende el escoger el camino a seguir: el de la gracia o el de la naturaleza; pidámosle a Dios nos guíe por el primero y nos de la fuerza de voluntad para seguirlo, aún en detrimento de nuestra comodidad, si así se requiere.
Somos hijos de Dios, viviendo en la naturaleza; de nosotros depende el escoger el camino a seguir: el de la gracia o el de la naturaleza; pidámosle a Dios nos guíe por el primero y nos de la fuerza de voluntad para seguirlo, aún en detrimento de nuestra comodidad, si así se requiere.