Oración. La oración debería interesar a todas las almas, tanto a las que comienzan como a las que ya van por delante, que tienen más experiencia. La oración, es para todos, incluso es también para aquellos que se encuentran en pecado mortal pues orar es suplicar a Dios por misericordia. Orar también es buscar a Dios… es insistir en el encuentro de este corazón humano con el corazón divino. Orar es establecer una relación de amor con esta persona llamada Dios Padre, Señor Jesús o Espíritu Santo. Tú y yo ¡qué dicha! Podemos hablar con Dios orando.
Se ha escrito mucho sobre la oración. Los Padres de la Iglesia nos han dejado tesoros. Hace poco, buscando respuestas para mi vida, encontré un texto que dice así: “orar no es tratar de persuadir a Dios, o de inclinarle a cambiar las disposiciones de su providencia; se trata, únicamente de elevar nuestra voluntad hasta la suya para que, con él, en el tiempo, aceptemos lo que ha decidido darnos desde toda la eternidad. La oración lejos de hacer bajar hacia nosotros al Altísimo, es “una elevación del alma hacia Dios”. (Las tres edades del a vida interior, pág. 501) Este texto fue de una gran ayuda para la inquietud que sentía mi alma. Conocer que subimos hasta El cuando oramos es algo extraordinario. Después de meditar un rato en esa frase quise escribir esto:
Señor Jesucristo, Salvador, Amor Mío: quiero decirte que quiero lo que Tú quieras para mí. Mi voluntad es tuya, puedes hacer conmigo lo que quieras: purificarme, iluminarme, atarme a tu cruz; hacerme esperar lo que Tú quieras; curarme, no curarme. Puedes jugar conmigo como una pelotita, así mismo como te lo decía Santa Teresita del Niño Jesús.
No termino de comprender muchas cosas, he decidido no hacerlo, quiero entregarme, voy a confiar como nunca, quiero hacerte feliz Jesús ; me duele muchísimo lo que me pasa , pero sé que cien mil veces más te dolió a ti mi pecado y te siguen doliendo los pecados del mundo. Quiero consolarte . Quiero consolar Tú Sagrado Corazón, infinitamente bueno, como ningún otro dulce. Extraordinariamente humano. Eres verdadero Dios y verdadero hombre. Aquí estoy Señor para conocerte más y fortalecer la unión tan deseada por Ti conmigo.
Entra, entra hasta lo más profundo de mi alma, ahí solo donde Tú conoces. Entra hasta lo más profundo de mi pobre humanidad. Purifícame. Transformáme. Sé que es esta prueba es para mi bien. Sé que trae consigo dones inmerecidos . Acepto desde ya a cooperar más, volverme dócil, dejar que seas mi alfarero. Deseo todo esto para que Tu voluntad sea hecha en mi vida de acuerdo a los planes que tienes para mí. Decido olvidarme de mí para volver a Ti y me abandono confiada y serenamente en Ti.
Gracias mi Dulce Jesús, Pastor de mi corazón. Sagrado Corazón Amante, en Ti confío.
Sheila Morataya
Austin, TX
www.sheilamorataya.com
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Sheila Morataya es la Editora de la sesión de la mujer desde la creación de encuentra.com Es psicoterapeuta, coach de vida y talento para la radio y la televisión en los Estados Unidos. Actualmente es Productora Ejecutiva para Relevant Radio en español en los Estados Unidos. Autora de 6 libros entre ellos «El espejo: ámate tal como eres».
Cuando no está trabajando puedes encontrarla sembrando flores, dando clases de desarrollo personal a jovencitas o cocinando para su familia. Puedes escribirle a sheila@sheilamorataya.com