1er. Miércoles de Cuaresma

De las Demostraciones de Afraates, obispo

La circunsición del corazón

Adán, Noé, Abrahán, Moisés, Santa María, San Pedro, San Pablo, San Francisco… son personas para quienes la fe supuso una experiencia difícil, llena de pruebas. Pero todos ellos supieron rechazar la tentación de adaptar la fe al anibiente de su entorno. Creyendo, estuvieron siempre abiertos a la riqueza inconmensurable de la revelación. Supieron acoger la realidad divina sin límites, como lo que era: un vino nuevo para el que no cabían odres viejos. En este sentido, la Biblia es la historia de cómo Dios viene al encuentro de la humanidad que ha de tener el corazón circunciso, es decir, dispuesto a acogerle.

La ley y la alianza antiguas fueron totalmente cambiadas. -Primeramente, el pacto con Adán fue sustituido por el de Noé; más tarde, el concertado con Abrahán fue reformado por el de Moisés. Mas como la alianza mosaicano fue observada, al llegar la plenitud de los tiempos vino la nueva alianza, ésta ya definitiva. En efecto, el pacto con Adán se basaba en el mandato de no comer del árbol de la vida; el de Noé en el arco iris; el de Abrahán, elegido por su fe, en la circuncisión, como sello característico de su descendencia; el de Moisés en el cordero pascual, propiciación para el pueblo.

Todas estas alianzas eran diversas entre sí. Ahora bien, la circuncisión grata a los ojos de aquel de quien procedían todas estas alianzas es la que dice Jeremías: Circuncidad el prepucio de vuestros corazones. Pues si el pacto concertado por Dios con Abrahán fue firme, también éste es firme e inmutable, y ninguna ley se le puede añadir, ya venga de los que están fuera de la ley, ya de los que están sometidos a la ley,

Dios, en efecto, dio a Moisés la ley con todas sus observancias y preceptos, mas, como ellos no la observaron, anuló la ley y sus preceptos; prometió que había de establecer una nueva alianza, la cual afirmó que sería distinta de la primera, por más que él mismo sea el autor de ambas. Y ésta es la alianza que prometió darnos: Todos me conocerán, desde el pequeño al grande. Y en esta alianza ya no existe la circuncisión carnal como signo de pertenencia a su pueblo.

Sabemos con certeza, queridos hermanos, que Dios impuso, en las diversas generaciones, unas leyes, que estuvieron en vigor hasta que él quiso y que más tarde quedaron anuladas " tal como dice el Apóstol, a saber, que el reino de Dios subsistió antiguamente en multitud de semejanzas, según las diversas épocas.

Ahora bien, nuestro Dios es veraz y sus preceptos son fidelísimos; por esto cada una de las alianzas fue en su tiempo firme y verdadera, y los circuncisos de corazón viven y son de nuevo circuncidados en el verdadero Jordán, que es el bautismo para el perdón de los pecados. Jesús, hijo de Nun, o sea Josué, circuncidó al pueblo por segunda vez con un cuchillo de piedra, cuando él y su pueblo atravesaron el Jordán; Jesús, nuestro salvador, circuncida por segunda vez, con la circuncisión del corazón, a todos los que creen en él y reciben el baño bautismal, los cuales son circuncidados con la espada, que es la palabra de Dios, más tajante que espada de dos filos.

Jesús, hijo de Nun, introdujo al pueblo en la tierra prometida; Jesús, nuestro salvador, ha prometido la tierra de la vida a todos los que atraviesen el verdadero Jordán, crean y sean circuncidados en su corazón.

Dichosos, pues, los que han sido circuncidados en el corazón y han renacido de las aguas de la segunda circuncisión; éstos recibirán la herencia junto con Abrahán, guía fidedigno y padre de todos, ya que su fe le fue reputada como justicia.

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Un comentario

  1. muy interesantes los escritos la verda me sirven mucho para trabajar en la comunidad y compartir una vida nueva en esta cuaresma.

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