Luka Modrić: El soldado de las montañas

No es de sorprender que chicas y chicos, jóvenes de 13, 14, 15, 18, 20… y un poco más tengan modelos a seguir, se trate de músicos, actores, pintores, deportistas y más, inspiran a millones de adolescentes en el mundo, “influencer” se llaman ahora algunos, que son seguidos e inspiran a ser de un modo u otro a niños y niñas que los admiran. Lo ideal, aunque no siempre suceda, es que sigan a alguien bueno, noble, magnánimo, un verdadero ejemplo de vida que viva con los pies en la tierra y la mirada en el Cielo.

Los 15 años, la edad de las ilusiones, dicen por ahí… Son festejados en muchas partes del mundo, con una comida especial, una fiesta en grande o un viaje según el sueño de la quinceañera… La ilusión de mi quinceañera fue conocer a un personaje, un verdadero líder, de aquellos de los que habla más alto con sus actos que con su voz. Es un hombre que como profesional es todo un ejemplo, y como ser humano uno muy grande. Difícil la tarea de ser humilde en el mundo deportivo, un exitoso centrocampista que, por su trayectoria e historia es muy admirado por muchos y por su personalidad es muy querido.

Solo un milagro, es lo que describe el cumplimiento del sueño que mi pequeña de 15 años perseguía, desde el fondo de su corazón. Querido lector, soy la orgullosa madre de dos chiquitinas, Isabella, la primogénita, y Fátima, de 4 años. Es Isa quien describe esta experiencia de luchar por sus sueños y perseverar, pidiendo a Dios como si todo dependiera de Él (Que en el fondo sabemos que es así) y moviendo cielo, mar y tierra como si todo dependiera de ella, mi niña, mi amada Isabella, conocida ahora como la “Niña Modrić” por todo el que presenció esta aventura; jugadores, periodistas, personal del hotel, del equipo, fans y familia… Gracias por enseñarnos que con fe, trabajo duro, dedicación y confianza, todos los sueños pueden hacerse realidad.

Gracias Dios Mío por permitir que sea yo testigo de la felicidad de mi hija al verla rezar, luchar y lograr su sueño, un sueño verdaderamente difícil de realizar.

Aquí nos cuenta ella la historia:

El pasado 19 de julio tuve el gran honor de conocer al mejor jugador del mundo, Luka Modrić. Si no lo conoces, te recomiendo hacerlo; es un increíble y talentoso centrocampista del Real Madrid y de la selección croata. Pero no solo es admirable por su técnica y calidad. Es uno de los pocos deportistas en el mundo a los que vale verdaderamente la pena admirar. ¿Por qué? Por su personalidad, humilde, perseverante, fuerte, valiente, con fe en sí mismo… ¿Cómo lo conocí? No fue algo fácil, fue cuestión de esperar, y de esperar MUCHO. Fue esperar años, meses, semanas, días…

Hasta esperar horas en un aeropuerto, en un hotel, en las banquetas… todo para un minuto. Fue no darse por vencida a pesar de las remotas, remotísimas , posibilidades que había de lograrlo, fue incluso colarse entre la seguridad del hotel y del equipo; pero finalmente conseguí su firma, un abrazo y darle algunas cosas que le hice con mucho cariño. Y él, con su gran calidad humana fue paciente, generoso y… ¡Se llevó lo que le hice! (Mi mayor esperanza es que lo vea y me conteste, pero el que lo haya tomado y se lo haya llevado consigo, ya es invaluable para mí). Ese día se cumplió uno de mis mayores sueños.

Y si no eres muy fan del football, tal vez te preguntes por qué es tan especial para mí el haber tenido 60 segundos con Luka Modrić, seguramente te parece algo muy loco; pero es que él me ha inspirado de una manera impresionante, a ser una mejor persona, a luchar por lo que quiero, a no dejarme llevar por las críticas de los demás, a ser prudente, a poner a Dios y a mi familia por encima de todo, a ser humilde, realista, generosa, empática… Tal vez sigas creyendo que soy muy exagerada, pero si quieres entenderme un poco más, puedes leer lo que está a continuación.

“The Best Things Never Come Easy”

Esa es una frase que lo caracteriza, y la verdad, es muy cierta, nada llega de la noche a la mañana, todo requiere de trabajo duro, dedicación, confianza en sí mismo, fuerza (interior). Él nos enseña todo eso y más; es una persona prudente, selectivo, algo reservado, tímido e introvertido, pero no con sus personas más cercanas, maduro, autocontrolado, humilde, modesto, noble, caballero, trabajador… nunca acabaría. Me hizo darme cuenta de que todos tenemos una guerra llena de dificultades por superar. A lo mejor muchas veces las batallas nos pueden parecer perdidas, imposibles; pero si seguimos luchando, todo se puede superar. Esta fue la guerra del soldado de las montañas.

Luka nació el 9 de septiembre de 1985 en Zadar, una pequeña ciudad en Croacia. Vivía en las afueras en medio de las montañas y ayudaba a su papá con las ovejas. Vivía de una manera muy sencilla, eso marcaría su personalidad siempre; y, a pesar de donde está ahora, nunca perdería esa humildad tan característica y única en un futbolista de su nivel. En 1991, cuando tan solo tenía 6 años, la guerra de independencia de su país, que hasta esos momentos formaba parte de Yugoslavia, llegó hasta donde él vivía; tomando de por medio la vida de su abuelo y destruyendo su casa por completo. A tan corta edad se vió obligado a huir al centro de la ciudad, y a vivir como refugiado con sus papás y sus dos hermanas en el hotel Kolovare. Fue algo muy duro, pero supo sobreponerse; superando más miedos de los que algunas veces podamos imaginar. La vida ahí era todavía más difícil, pues eran tiempos de guerra; y la comida, el agua o la electricidad no siempre era suficiente para todos. Había granadas por todas partes, pero la gente vivía su vida lo más normal posible. Los niños jugaban football para distraerse de la horrible situación que les rodeaba, y no había día en el que Luka no saliera al estacionamiento del hotel a practicar con el balón. Pero su talento no pasaría desapercibido mucho tiempo y no tardó en entrar a su primera escuela, el NK Zadar.

Aunque sus papás no tuvieran el dinero suficiente para comprarle unos zapatos de football o unos protectores, nunca se rindieron, siempre buscaron apoyar a su hijo y su papá siempre encontró una alternativa. Al paso del tiempo, un club tan pequeño como el NK Zadar, le empezó a quedar corto y era tiempo de buscar suerte en uno de los dos grandes equipos de Croacia: el Hadjuk Split. El precio de la prueba era muy alto, sin embargo, con un gran esfuerzo de su familia, lograron pagarla. Hizo esta prueba tres veces. “Tiene las piernas muy cortas”, esa fue la razón del Hadjuk para rechazarlo las tres ocasiones. Y era una realidad, estaba unos 15 o 20 centímetros más bajo que todos sus compañeros, necesitaba crecer. No era inusual encontrarlo colgándose de los árboles; y cuando le preguntaban qué hacía, él respondía: “Es que soy pequeñito y tengo que crecer”. Su entrenador, Tomislav Basić, lo dejó sin entrenar por tres meses con la intención de que diera un pequeño estirón; y así fue, creció unos centímetros. Pero obviamente, las dudas no tardaron en llegar a su cabeza…¡Ser rechazado tantas veces con apenas 11 años! Incluso llegó a plantearse abandonar; afortunadamente su determinación fue más grande que las dudas impuestas sobre él.

La guerra por esos años estaba llegando a su fin, y la familia podía al fin abandonar el hotel para ir de nuevo a las montañas, pero eso significaría para Luka tener que olvidarse de un futuro como futbolista. Había llegado el tiempo de que los Modrić tomaran una fuerte decisión, que impactaría de gran manera en el futuro del primogénito de la familia. Con un gran sacrificio, decidieron permanecer en la ciudad, ahora en el sencillo y pequeño hotel Iz, aún más que el Kolovare, pero para él lo único importante era poder seguir buscando una oportunidad para crecer en el football.

Eso nos hace pensar también en la vocación, pues Dios nos da una única , a cada uno de nosotros , y nosotros como sus hijos debemos de corresponder y estar dispuestos a arriesgarlo todo por seguirlo. Puede ser de muchísimas maneras, pero de la manera en la que Dios nos lo pida, hay que decirle que sí y evangelizar con nuestro ejemplo; algo que Luka ha hecho y hace muy bien, pues en todas sus acciones, tanto dentro como fuera del campo, refleja su gran personalidad y calidad humana. Esa debería de ser la meta de todas las personas, acercar a los demás a Dios con nuestro ejemplo , al hacer aquello para lo que somos buenos y para lo que fuimos creados.

El tiempo pasó, y tan solo a los 16 años, la perla de Zadar , decidió ir a por el mayor reto posible en ese momento: Probar suerte ahora en el gigante de su país, el Dínamo de Zagreb.

Afortunadamente ahí sí supieron aprovechar el talento tan increíble que tenía; sin embargo, tenían dudas sobre su físico y no le creyeron capaz de liderar al equipo. Por eso le mandaron cedido a la Liga de Bosnia, al Zrinski Mostar, como prueba a ver si resistiría a la dureza de esta competición. Estuvo ahí un año probando lo que podía dar, ganándose a la afición e incluso ganando el premio al mejor jugador de la temporada en el equipo. Un año después, aunque ciertas dudas estaban despejadas, el equipo de la capital no confiaba en él totalmente. Decidieron dejarle cedido un año más, pero esta vez más cerca, en el modestísimo Inter Zapresić, otro equipo, en Croacia. Él volvió a sorprender, eliminando todas las dudas puestas sobre él nuevamente; y dándole al Inter su mejor temporada en muchos años. A la mitad de ésta, el Dínamo decidió llevar a su promesa de vuelta al equipo; era el momento de ser su nuevo líder.

No tardó en liderar al equipo y en sus tres años ahí ganó 2 Copas Croatas, 1 Supercopa y 3 Ligas croatas. Pronto la competición de su país le empezó a quedar de nuevo pequeña, era momento de dar el paso a una nueva aventura en un nuevo equipo: El Tottenham Hotspur en Londres. Ahí se volvió nuevamente un pilar del equipo, y, aunque no ganó ningún premio importante en los cuatro años que estuvo ahí, tuvo la oportunidad de despejar más dudas y de mejorar su técnica para empezar a recibir ofertas de algunos de los equipos más grandes de Europa. Y en 2012, fichó por uno de los equipos más grandes de todo el mundo: El Real Madrid. Pero llegó un nuevo obstáculo, la prensa y los aficionados lo tomaron por burla y como una cortina para tapar vergüenzas, debido a que eran momentos difíciles para el club; pero él, en vez de permitir que esas críticas le afectaran y le hicieran darse por vencido, decidió tomarlas como motivación y demostrarles de lo que estaba hecho; su calidad, talento y dedicación. No se dejó rendir, y con su extraordinaria fuerza a prueba de bombas, los probó mal a todos.

Y como en todos sus equipos anteriores, no tardó en ser querido por la afición y volverse el líder para todos sus entrenadores; ganando: 2 Supercopas de España, 1 Copa del Rey, 1 Liga, 3 Supercopas de Europa, 4 Mundiales de Clubes y 4 Ligas de Campeones a nivel colectivo. Y en lo individual 1 Balón de Oro en el Mundial de Clubes, 1 Balón de Plata en la misma competición, 4 participaciones en el XI inicial de la FIFA y 2 premios al centrocampista del año.

En 2018, llevó a su selección a la final del Mundial, algo que nadie llegó a imaginar, superando a Argentina, Nigeria e Islandia en fase de grupos, y luego a Dinamarca, Rusia e Inglaterra. Su participación fue tal, que ganó el Balón de Oro al mejor jugador del evento. Y en agosto del mismo año, ganó el premio de la UEFA como jugador del año, seguido del The Best de la FIFA, y el máximo galardón, el Balón d’ Or. Todo eso en reconocimiento al gran año que tuvo y todo lo que ha logrado a lo largo de su carrera deportiva.

Pero él dice no haberlo logrado solo y, cada vez que tiene alguna oportunidad, aprovecha para agradecer a sus equipos, sus fans, con quienes siempre es muy amable, como la vez que le escribió a Selena, una pequeña fan, una carta, o cuando invitó a Peter, un niñito de 14 años con síndrome de down a celebrar con él tras el mundial…, a sus entrenadores, sus compañeros, para quienes es un líder y como ellos dicen, los mejora en el campo y como personas, los hace brillar. Pero sobre todo a su bella y discreta familia. Sus tres hijos Ivano (9), Ema (6) y Sofía (1); que junto con Vanja Bosnić, su esposa, formó y a la cual considera su mayor tesoro por sobre todo y su mayor apoyo. Es una persona muy familiar, y a pesar de viajar mucho y no poder pasar mucho tiempo con ellos, cuando tiene vacaciones las pasa en familia, e incluso asegura que no hay día que no hable con ellos y con sus papás y hermanas.

Logró llegar a donde está con una fe impresionante en sí mismo; pero aún más importante, una fe en Dios, que desde niño fue a prueba de bombas. A Él le confió todo y como ha dicho: “Yo nunca dudé de mí, incluso cuando los demás lo hicieron; siempre creí en que podía llegar a donde estoy ahora y gracias a Dios todo fue posible.” Una fe que ha demostrado en otras ocasiones, como en la celebración del Bautismo de sus tres hijos y recientemente, la Primera Comunión de su hijo Ivano en Mayo.

¿Quién le hubiera dicho a ese pequeño pastor, a quien toda su vida le dijeron que no, que tenía las piernas cortas, que era muy pequeño, a ese hijo de la guerra, a ese soldado de las montañas; que llegaría a coronarse como el actual Balón de Oro, en la cumbre de la montaña del football… Seguramente la misma montaña en la que desde chico pastoreaba persiguiendo un sueño, el sueño de representar a su país, de ser recordado, de hacer historia, ser una leyenda…

Bueno, ahora espero que no me creas tan loca si te digo que conocerlo fue algo tan especial, y que te des cuenta de lo admirable que es una persona como Luka Modrić; con el Balón de Oro, pero también con corazón y personalidad de oro.

MTF Rosario Prieto
Psicología Clínica
Persona y Familia

personayfamilia.mx@gmail.com


Maestra en Terapia Familiar María del Rosario G.Prieto Eibl

Estudió la Licenciatura en Psicología y la Maestría en Psicología Clínica con Orientación en Terapia Familiar en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, cuenta con estudios sobre el Matrimonio y la Familia realizados en el Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Navarra, España; su formación incluye Diplomados en Psicodiagnóstico, Balance de Vida y Hogar, Inteligencia Emocional aplicada a la Educación de los Hijos y Resiliencia Familiar; cuenta también con diversos cursos en temas como Psicología de Pareja, Orientación Familiar, Reconocimiento de la Fertilidad, Autoestima, Coaching, Educación Emocional, Amor Conyugal entre otros realizados en la Universidad Panamericana, Universidad Anáhuac, Instituto Valenciano de la Fertilidad, Centro de Ciencias para la Familia- LOMA, Centro de Estudios de la Familia y Sociedad- UPAEP.

Ha sido Catedrática de Licenciatura y Maestría en diversas universidades e institutos como la UPAEP y el Instituto de Estudios Superiores para la Familia de la Universidad Anáhuac, así mismo ha trabajado en el área de Investigación Educativa y como Psicoterapeuta, Conferencista y Consultora en diversos espacios entre los cuales se encuentran Reingeniería Humana, Familia Unida, VIFAC, diversos colegios y universidades.

Ha colaborado como articulista en diversos medios como el periódico “El Ángel de Puebla”, en la Revista y Semanario Koinonía de la Arquidiócesis de Puebla, ahora Ángelus; participó como escritora en el libro “Glosas a la Carta a las Familias de Juan Pablo II”, sus artículos son publicados en diversos medios electrónicos mexicanos, argentinos, chilenos y, españoles; como el Portal Encuentra.com, Catholic.net, Yo influyo.com, etc. Participa también con sus escritos en la Aplicación Papás 360.

Cuenta con más de 10 años de experiencia en el campo Psicoterapéutico de orden individual, de pareja y familiar; además de haber sido Consultora Externa y Creadora y Coordinadora del Programa de Consejería Familiar en el DIF de San Pedro Cholula, Puebla.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.