Tal vez nos hemos preguntado qué diferencia existe entre un sacerdote diocesano y un sacerdote religioso, y para resolver esa duda, el P. Samuel Bonilla, conocido como el “Padre Sam”, escribió una explicación en su sitio web.
El presbítero de origen hondureño señaló que en la Última Cena, Cristo instituyó los sacramentos de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal.
Indicó que “el ministerio sacerdotal confiado a los apóstoles fue, posteriormente, comunicado por ellos a otros que los sucederían en la misión, a los cuales llamaron Epíscopos (obispos)”.
El P. Sam explicó que siendo obispos, los apóstoles fueron “asociando a su ministerio a otros a los que llaman presbíteros”, otro de los nombres que se usan para referirse a los sacerdotes, y a los diáconos.
“Así, cada comunidad cristiana, situada en un territorio determinado, estaba pastoreada por un obispo con un grupo de presbíteros y diáconos, situación que continúa hasta hoy”, prosiguió.
En ese sentido, aclaró que los obispos “además de la potestad de celebrar los sacramentos, conlleva el oficio pastoral”.
Por otro lado, el P. Sam indicó que en los primeros siglos de la Iglesia, surgieron grupos de personas que se retiraban para “dedicarse únicamente al Señor, especialmente yéndose al desierto, conocidos como eremitas y anacoretas. Con el tiempo, se empiezan a reunir en grupos para compartir este estilo de vida. Esto es el germen de los que más adelante se llamará vida religiosa”.
Luego de explicar el contexto histórico, el presbítero señaló que los sacerdotes diocesanos son aquellos que “están bajo la autoridad exclusiva de su obispo, por medio de las promesas hechas el día de su ordenación: castidad, pobreza y obediencia”.
Indicó que “tiene un modo de vida que brota de lo que los apóstoles fundaron en las primeras comunidades: un obispo y un grupo de sacerdotes con él pastoreando un territorio determinado llamado Diócesis (de ahí su nombre, diocesanos)” y “atienden las parroquias y otras dependencias de la diócesis”.
El sacerdote religioso también puede celebrar los sacramentos, “pero lo que lo distingue es su modo de vivir”.
“Ya no es entorno a un obispo en una diócesis determinada, sino en una comunidad específica de religiosos, con un carisma propio, inspirado por el fundador de tal comunidad, bajo la autoridad de un hermano superior de la misma comunidad. Toda la comunidad bajo la autoridad y cuidado del obispo de la diócesis en la que reside. Cada uno profesa, antes de su ordenación sacerdotal, los votos de pobreza, castidad y obediencia”, señaló el P. Sam.
“En síntesis, es el mismo sacerdocio, sólo que el diocesano lo ejerce bajo la autoridad de un Obispo en un territorio específico llamado diócesis, mientras que el religioso lo ejerce bajo la autoridad de un Superior, siguiendo el carisma de su fundador y viviendo en una comunidad”, concluyó.
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Buenos días a encuentra.com
Sólo me permito agaregar al comentario del P. Sam, que se ve, eventualmente, que hay órdenes religiosas que utilizan el hábito que los distingue de pertenecer a una orden determinada. Tal es el caso de los frailes de la Orden de Santo Domingo de Guzmán, de la Orden franciscana o los del Hermano Pedro de San José de Betancourt. Hay que hacer notar que no lo utilizan siempre. Esto, en mi país Guatemala.
Personalmente debo agregar que e muy grato verles por las calles con el hábito que les distingue evidentemente, al igual que a sacerdotes diocesanos, que aunque no vistan sotana, sí llevan el tan particular alzacuello como distintivo de su condición sacerdotal. Es hermoso y hasta puede ser un apostolado silencioso departe del presbítero que lo lleva. A veces las almas sólo necesitan una señal para volver al Camino.