Estas semanas se ha hecho viral una infografía que compara el riesgo de coágulos de sangre al recibir la vacuna de AstraZeneca/Oxford con el riesgo causado por el tabaquismo, el consumo de píldoras anticonceptivas y por contraer la covid-19. La información es ENGAÑOSA porque aunque algunos datos citados son correctos, las cifras no son comparables entre sí porque hacen referencia a tipos diferentes de coágulos. El dato más alejado de la realidad es el que asegura que sufrir coronavirus conlleva un 16,5% de probabilidad de desarrollar trombos porque, mientras las otras cifras se refieren a la población general, ésta es válida sólo entre los pacientes hospitalizados y por un tipo de coágulo concreto.
“El riesgo de sufrir coágulos de sangre es del 0,0004% con la vacuna de AstraZeneca / Oxford, de entre un 0,05 y un 0,12% con la píldora anticonceptiva, de un 0,18% en personas fumadoras y de un 16,5% para la infección de la Covidien-19 “
“No se puede hacer la comparación”, explica a Verificat Carlos Rodrigo, director clínico de Pediatría del Hospital Germans Trias y vacunólogo. Es muy delicado equiparar sin mezclar los diversos tipos de trombos y, en cada caso, la infografía coge uno diferente.
Los coágulos sanguíneos se forman cuando las células de la sangre se pegan entre ellas y suelen constituir un procedimiento normal en nuestro día a día. Cuando nos hacemos una herida, el cuerpo envía plaquetas y una serie de proteínas a la zona a fin de coagular la sangre y detener la hemorragia. A veces, sin embargo, el procedimiento sucede en zonas incorrectas y los coágulos se forman en las paredes de venas o arterias, volviéndose peligrosos.
Estos coágulos sanguíneos se dividen en dos grandes familias: los venosos y los arteriales, en función del vaso sanguíneo en el que se desarrollan. Cada una se subdivide a su vez en trombosis y embolias. Las primeras son estáticas, mientras que las segundas se desprenden y viajan a otras partes del cuerpo como por ejemplo los pulmones (provocando una embolia pulmonar). Ambas afecciones bloquean el paso de la sangre y pueden causar daños graves e incluso la muerte.
La píldora anticonceptiva: 0,05 y un 0,12%
El dato que sí es correcto es el de desarrollar coágulos de sangre en personas que toman la píldora anticonceptiva, pero sólo en el caso concreto del tromboembolismo venoso: el rango varía de 500 a 1.200 casos por cada millón de usuarias, tal como publicó la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). El riesgo, aun así, “se considera muy bajo”, varía en función del medicamento y es “más elevado durante el primer año, al reiniciar el uso después de una parada mínima de cuatro semanas y en mujeres que presentan factores de riesgo.” La píldora no está asociada con afecciones arteriales, comentó a Verificat el director del servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, José Román Escudero.
Tabaco, sin datos
Las cifras del riesgo asociado al tabaquismo provienen de un estudio sobre casos de tromboembolismo venoso (trombosis venosas profundas y las embolias pulmonares). Hay evidencias, sin embargo, de que el tabaco también es un factor de riesgo a la hora de sufrir coágulos arteriales, lo que no se contempla en este gráfico viral. En este sentido, Rodrigo explica que el riesgo de coágulo no depende sólo del hecho de fumar, sino también de factores variables, como la intensidad del consumo, o personales, como la edad o las condiciones físicas. Por ello, es muy difícil afirmar que fumar tiene un porcentaje concreto de provocar coágulos.
Coágulos, vacunas y covid-19
El dato de las infecciones de covid-19 (16,5%) hace referencia a pacientes que han desarrollado una embolia pulmonar. De este, un 42,4% también desarrollaron trombosis venosa profunda. En total, un 14,8% de los ingresados por Covid-19 han sufrido este tipo de trombosis, según un análisis combinado de 27 estudios con más de 3.000 pacientes de todo el mundo.
En el caso de la vacuna de AstraZeneca/Oxford, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) está estudiando solamente “eventos tromboembólicos y trombosis de los senos venosos cerebrales (un tipo poco común de trombosis en el cerebro)” y los analiza combinados con niveles bajos de plaquetas (trombocitopenia). Se trata, por tanto, de casos diferentes a los estudiados los cuadros graves de covid-19.
Aunque en primera instancia la EMA levantó la voz de alarma debido a episodios trombóticos y tromboembólicos en general, al analizar los datos el foco de atención cambió hacia el número de casos combinados con trombocitopenia. “La frecuencia con que ocurren en la población general es difícil de estimar debido a su extrañeza”, explicó a Verificat Adelaida Sarukhan, inmunóloga y redactora científica de ISGlobal.
Reino Unido considera estos acontecimientos como “extremadamente raros” y los datos más actualizados hablan de unos 5 casos por cada millón de vacunados con AstraZeneca. En España, se están estudiando 12 casos de trombosis relacionados con la inyección entre los 2,5 millones de vacunados, como explicó en rueda de prensa (minuto 39:25) el jefe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias, Fernando Simón. Estas cifras darían también una incidencia de unos 5 casos por cada millón de inmunizados. A nivel global se habla de entre 1 y 10 casos por millón.
Los trombos generados por la vacuna de Janssen son aún más poco frecuentes. Estados Unidos notificó el 13 de abril 8 casos de los extraños acontecimientos trombóticos combinados con niveles bajos de plaquetas entre los 7 millones de vacunados. Tras una reunión de emergencia con el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia, la Agencia Europea del Medicamento ha confirmado las cifras y la similitud con los casos de la vacunación con AstraZeneca.
La mitad de las trombos son por causas desconocidas
El 45% de los trombos tienen causas desconocidas, según el registro Riete, una base de datos con más de 90.000 pacientes en 24 países actualizada mes a mes. Rodrigo explica que este desconocimiento sobre cuál puede ser el desencadenante común ha hecho que se pueda poner la lupa sobre la vacuna. “Ha habido millones de vacunados en poco tiempo y con más vigilancia”, apunta. “Esto significa que hay una vigilancia extraordinaria. De hacerlo con más medicamentos, seguramente encontraríamos un desencadenante común”, explica.
Después de las causas desconocidas, las razones más habituales que provocan coágulos son: la inmovilización, el cáncer, la cirugía, el tratamiento hormonal, el viaje o el embarazo, según las cifras de Riete.