Una de las mayores necesidades del hombre es la de sentirse perdonado.
Autor: P. Mariano de Blas | Fuente: Catholic.net
Pues bien, hay por ahí arrumbado en las sacristías un Sacramento que se llama el "Sacramento del Perdón". Y se da gratis, no cuesta nada, pero la gente ya casi no lo pide.
Yo quisiera decir que la confesión es un encuentro con Dios. Un encuentro auténtico con Él, no deja igual, ¡transforma!.
Así como los encuentros de la Samaritana, de Zaqueo, de Pablo, etc., en esos encuentros hay un algo que hacer saltar la chispa de sentir a Dios como la medicina adecuada, la solución, el sentido de la vida, el que andaba buscando, lo que más necesitaba. La medicina toca en la llaga abierta, pero no para abrirla más, sino para curarla.
El pecador ante Dios no se siente descubierto, sino perdonado. Ante Cristo Crucificado el pecador no debe sentir vergüenza sino amor. La confesión es un encuentro peculiar: la miseria choca con la misericordia, el pecador y el redentor se abrazan, el hijo pródigo y el padre se vuelven a encontrar. Pero; ¡qué manía de confesarse con el hombre y no con Dios!
Porque las sogas que me atan son de esta estopa: ¿Qué va a pensar el Padre?, el hombre? El Padre no piensa nada, no debe de pensar nada. ¿Cómo le digo esto sin descomponerme? No me atrevo, mañana me confieso, para lo mismo responder mañana.
Y, ¡qué manía de confesarse consigo mismo!: "He fallado, he caído muy bajo, muy hondo, ¡qué vergüenza!", ¿Para qué me confieso otra vez si voy a volver a fallar?
Te confiesas tu mismo ante tu orgullo herido, que supura rabia, desesperanza, porque no acepta ser un pecador más, de los que tienen que llorar y arrepentirse como todos.
Confesarse con Dios es mejor que confesarse con el hombre o consigo mismo. Duele, ¡sí!, pero ese dolor es de otra clase, duele haber herido un amor, haber ofendido a una Padre, haber roto una amistad. Dolor redentor y humilde que cura, que trae la paz de Dios.
¡Confiésate con Él!, dile tus pecados. Llórale a Dios tu arrepentimiento. Prométele que vas a cambiar, que vas a levantarte de nuevo.
Cuando te confiesas sube la cuesta del Calvario y plántate delante de ese gran Cristo Crucificado, sangrante, que está muriendo por ti. Ahí, ante ese Cristo ¡confiésate!. Cuéntale, llórale tus pecados y a Él pídele perdón.
El encuentro con el hombre provoca vergüenza, el encuentro con uno mismo provoca orgullo herido y la desesperación, el encuentro con Cristo Crucificado produce la paz del perdón.
Hoy haz una cita con el Redentor. Soy el hijo pródigo, me siento pecador, no necesito inventar pecados, ahí están, son muchos, llevan mi nombre, pero el perdón de Dios es infinitamente mayor.
Cristo perdona siempre y con mucho gusto. Ahí encontrarás siempre al mismo Dios con el perdón en la mano y en el corazón, un perdón siempre del tamaño del pecado.
A Cristo le gusta, le fascina perdonar. Con terminología humana podríamos decir, que se siente realizado perdonando, perdonándote a ti y a mi. Se trata de un encuentro con Dios muy especial.
El médico que va con el enfermo sabe muy bien qué medicina recetarle, tiene medicina para todos los males; las hay dulces, las hay pequeñas, las hay grandes, hay medicinas para todos los males.
La verdad es que cuando uno se confiesa bien, se siente curado. Es el encuentro del hombre cansado y triste con Dios Omnipotente que restaura sus fuerzas. Hay en la penitencia vitaminas para la tristeza y el cansancio, males de quien diariamente debe recorrer un largo camino.
La verdad es que la confesión restaura esas fuerzas y nos brinda paz, es el encuentro del amigo que ha fallado a la amistad con el Amigo, con Cristo, con Dios, con ese Padre misericordioso que siempre trae en las manos algo para ti.
La confesión frecuente reafirma mi amistad con Dios, con el Cristo de mis días felices y mis grandes momentos. Por eso, si al confesarme me asiste un poco de fe como un grano de mostaza, debería ser un encuentro regocijante y un gran acontecimiento cada vez.
La forma mejor de confesarse es hacerlo a la puerta del infierno para llenarnos de susto o frente a un crucifijo para llenarnos de amor.
Comentarios al autor mdeblas@arcol.org
NO ENTENDI EL COMENTARIO DEL ULTIMO PARRAFO, NO SERA MEJOR QUE PARA ALCANZAR EL PERDON HABRA QUE HACER LA CONFESION A LAS PUERTAS DEL CIELO,UNA VEZ ARREPENTIDO CON UN AUTENTICO DOLOR DE CORAZON,INGRESAR AL CIELO.
Mis sinceros saludos P. Mariano Blas, y agradecerle a la vez los comentarios que aparece arriba que me hace sentir animado pero lastimosamente no puedo compartir este comentario en virtud en que no hay ni una cita biblica para discernir la palabra de Dios. Perdone mi punto de vista. DIOS LE ILUMINE
saludos y mis mas sinceros cariños por favor quisiera saber que pasa sobre los sacerdotes de las iglecias de caracas que hasta tengo muchas pruebas en ves de atraer al pueblo lo que hacen es que los rechacen ayuda por favor yo siempre estare con dios antes a hora y siempre , pero esto es horrible estos no son sacerdotes son bestias AYUDA!!!!Estimada Dulce, no olvides que el diablo se mete por todas partes con el fin de que nuestra fe se pierda, pero si cada uno de nosotros la guardamos y la defendemos como el tesoro más preciado que poseemos, nadie lograra arrancarla.
saludos y mis mas sinceros cariños por favor quisiera saber que pasa sobre los sacerdotes de las iglecias de caracas que hasta tengo muchas pruebas en ves de atraer al pueblo lo que hacen es que los rechacen ayuda por favor yo siempre estare con dios antes a hora y siempre , pero esto es horrible estos no son sacerdotes son bestias AYUDA!!!!Estimada Dulce, no olvides que el diablo se mete por todas partes con el fin de que nuestra fe se pierda, pero si cada uno de nosotros la guardamos y la defendemos como el tesoro más preciado que poseemos, nadie lograra arrancarla.
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Que hermoso comentario, nunca habia razonado asi porque tal vez no entendia lo que es la Misericordia de Dios. Nunca lo habia pensado asi. Gracias.
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Que hermoso comentario, nunca habia razonado asi porque tal vez no entendia lo que es la Misericordia de Dios. Nunca lo habia pensado asi. Gracias.
Es maravilloso Señor encontrar temas tan maravillosos como éste. Aprendo mucho y me sirve para tema de catequesis.Felicitaciones, Dios les bendiga.
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Aca esta la tarea de RELIGION
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