Señora, estoy aquí abandonando mis sentidos, mi razón y mi voluntad para que instruyas mi corazón. Transmíteme, mujer llena de gracia, mujer pura, mujer de gran dominio, el dominio propio para ser luz.
Transforma con tu ternura la oscuridad de mi mente, transforma con tu mirada, mi mirada llena de visiones imaginarias que no vienen de Dios.
Señora, esposa, madre, sierva, maestra, reina del comportamiento humano donde no existe una pizca de soberbia. Ayúdame a ser humilde y reconocer mis faltas para poder guiarme a mí misma y así a otros.
Ayúdame a detener emociones que no ayudan a la paz entre nosotros.
Que tu agudeza controle mi lengua, que tu tranquilidad aniquile todas mis pasiones y que mi egoísmo quedé ahogado en el mar de tu sabiduría.
Yo quiero ser la mujer que Dios pensó que fuera en el momento de mi creación. También quiero convertirme en hija, bajo tu mirada de madre.
María, esposa, madre de Jesús nuestro Salvador, madre de Dios; que como mujer te imite más; que bote mis prejuicios y creencias y permita que penetres con tu amor en lo más hondo de corazón.
Dame un poquito de amor para amar a Jesús como tú lo amas.
Gracias santa Madre de Dios por tu “sí” a la propuesta humana de Dios. Bajo tu mirada someto hoy toda mi voluntad, mi querer y mi conducta.
Yo te saludo María, madre de Dios.
Amén.
12 de marzo de 2020
Sheila Morataya
Austin, TX
www.sheilamorataya.com
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¡o puedo de emoción con esta oración ! GRACIAS INFINITAS!!!!