Una gran fiesta en el rancho por la confirmación de mi hermano el más pequeño; los niños corriendo y jugando, mi otro hermano de 4 años paseaba con uno de los hijos de 5 años del nuevo padrino en la loma a no más de 200 metros del rancho, donde si te alejas de la orilla pierdes de vista las casas y solo ves los tascates y los pinos.
Al caer la tarde mi hermano insta a su nuevo amigo a que regresen por una vereda conocida, pero su amiguito que visitaba por primera vez el rancho decidió seguir otro camino, mi hermanito encontró el camino de regreso y pronto todos bajamos de la loma porque el sol empezaba a ocultarse entre los pinos y había que regresar al pueblo.
Así empezó la doble y terrible odisea, la de la angustia de los papás y los adultos por no encontrar al niño, y la del pequeño de 5 años que inició una travesía por una sierra desconocida en pleno invierno, donde la temperatura por la noche normalmente baja a cero.
Todos hemos estado frente a encrucijadas en la vida y a veces nos toma años conocer las consecuencias de nuestras decisiones, algunas son fáciles de corregir, pero hay otras que nos afectan de por vida, o por muchos años, algunas solo nos afectan a nosotros, pero otras afectan a muchos.
Las elecciones del próximo 6 de junio en México presentan una encrucijada especial, no solo por la cantidad de puestos de gobierno en juego, sino porque se decidirán asuntos que nos afectarán a todos en los próximos tres, seis o muchos más años.
En medio de las crisis de salud, de economía y de seguridad en el país los obispos de México han llamado a todos los mexicanos para que tomen decisiones responsables, como votar por candidatos que estén a favor de “la dignidad de la persona humana, la defensa de la vida (de todas las vidas) desde la concepción y hasta la muerte natural, el matrimonio y la familia como núcleos fundamentales del bienestar social, la atención a las múltiples regiones que se ven amenazadas por el yugo del crimen organizado, la plena vigencia del derecho humano a la libertad religiosa, la auténtica democracia, la opción preferencial por los más pobres y el compromiso activo por el cuidado del medio ambiente.”
Hace tres años, la mayoría de los mexicanos eligió al actual presidente, y además le concedió la mayoría en el poder legislativo, esa elección al no tener contrapesos ha generado decisiones equivocadas que afectan la salud, la economía, el medio ambiente y la seguridad de los mexicanos, por lo que hoy es razonable votar por la oposición para evitar decisiones arbitrarias, y corregir errores.
La búsqueda del niño perdido se inició inmediatamente y durante toda la noche por gente a pie y a caballo por la sierra, se avisó a toda la región a través de la radio, muchísima gente se unió en oración y se solidarizó con las familias de distintas maneras; gracias a Dios, casi 24 horas después y a varios kilómetros del rancho un vaquero encontró al pequeño escondido en un refugio de ramas que se construyó para guarecerse del frío.
La oración y la acción coordinada y solidaria de mucha gente evitó la tragedia en que pudo terminar una mala e inocente decisión; En esta encrucijada, nadie puede quedarse sin ayudar, oremos y cumplamos con esa sencilla pero trascendente acción de votar para elegir el camino correcto, atender las crisis en México y evitar tragedias derivadas de malas decisiones, ocurrencias, omisiones y arbitrariedades de un gobierno sin contrapesos.
Dr. Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
17 de abril de 2021
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).
Dios lo llene de sabiduría