Hay modos positivos para reaccionar ante los miedos y transformarlos en oportunidades para encontrar la paz
Estamos en época de muchos cambios y los miedos están a la orden del día. Para derribar la barrera del miedo es necesario identificar cuáles son esos temores que nos persiguen, tomarse un momento para poder aceptarlos de modo consciente y dar a cada uno una respuesta.
Todo lo que se quiere, se quiere más allá del miedo. Muchas veces es importante dar un paso adelante. El miedo nos paraliza y es contrario al amor que es una fuerza movilizadora.
Algunas ideas pueden ayudarnos a superarlos para permanecer enfocados en el amor con nuestros pensamientos y acciones y nuevamente encontrar la paz.
Rechazo
Cuando te sientas rechazado, no lo tomes en una manera personal. Todos en cierto punto hemos experimentado en algún momento rechazos de parte de familiares, amigos o colegas en el lugar de trabajo.
En tiempos como estos donde la gente interactúa con distanciamiento y está tratando de lidiar con él, elige ponerte una “piel de cocodrilo” muy fuerte y difícil de atravesar para no permitir que las críticas te afecten o te hieran.
A pesar de que es una experiencia dolorosa, el rechazo puede beneficiarte si lo aprovechas de un modo correcto.
Cuando nos rechazan muchas veces esa puede ser la oportunidad con la que podemos tomar el impulso para desarrollar la resiliencia, ayudarla a crecer y aplicar lecciones que nos deja la experiencia para tener en cuenta en contratiempos futuros.
Perder el empleo
Vuélvete indispensable. Haz tu trabajo de la mejor manera que puedas, y no te conformes con lo que sabes. En tiempos de pandemia donde todo se mueve rápidamente, es importante mantenerse informado y seguir formándose para saber reconocer los nuevos escenarios que surgen, reacomodarse o crear algo nuevo.
Piensa que en el caso que te despidan, esa base sólida de habilidades especiales que sigas consolidando te abrirán nuevas oportunidades.
Sigue afinando y puliendo tus fortalezas. Concéntrate en esas actividades en las que eres brillante y establece relaciones excelentes con los demás.
Falta de salud
En vez de preocuparte por la enfermedad, asegúrate de respetar la higiene personal y aprende más sobre los hábitos que pueden ayudarte a mantenerte saludable como la nutrición, el ejercicio y el buen descanso.
No importa cuán estresante sea tu vida en este momento, recuerda que puedes disminuir la respuesta de tu cuerpo al estrés y tener un mejor cuidado.
Si uno busca salud, es clave considerar la salud mental. Sal a caminar, habla con un amigo, toma un baño de burbujas, lee un buen libro, hazte un masaje, reza, escribe en un diario personal o consulta a un consejero o psicólogo si sientes que necesitas más herramientas.
Soledad
Rodéate de gente que sea positiva y que pueda ser una fuente de apoyo. Entrégate en tu relación con los demás buscando cultivar el amor en tus vínculos.
Para atraer amigos, hay que ser un buen amigo, aunque sea virtualmente. Cuida los detalles aunque estés lejos. Y enfócate, si no lo has hecho aún, en encontrar la riqueza de los momentos de soledad para mejorar tu relación contigo mismo y conocer más de ti.
En pandemia posiblemente sea mucha la gente que se sienta sola, sin poder salir o pasar tiempo con los demás. Si esto es algo que temes, enfócate en ayudar a otros que puedan estar en una situación similar.
Piensa en lo que puedes hacer para hacer mejor la vida de otra persona. Hay muchos que podrían beneficiarse de tu tiempo, tu palabra o habilidades.
Perder a un familiar
Nutre con frecuencia las relaciones que para ti son más importantes y asegúrate de construir una vida con recuerdos positivos que puedas atesorar para siempre.
No tenemos control sobre la vida o la muerte, pero sí podemos concentrarnos en aquellas cosas que están a nuestro alcance para ayudar a las personas que amamos y pasar tiempo con ellos.
El miedo de perder a un ser querido aparece porque estamos pensando en el futuro y lo que podría suceder en lugar de centrarnos en el aquí y ahora y en lo que podemos estar haciendo.
No dejes pasar este momento pensando que ya no están cuando puedes estar con ellos.
Incertidumbre sobre el futuro
Nadie al final tiene nada asegurado. Piensa que la mayoría de los empleos del futuro ni siquiera se han inventado. No dejes de hacer planes, de seguir soñando y pensar aun cuando las cosas parezcan tan inciertas.
Cuando te invada esa sensación por la falta de certeza, no intentes visualizar una imagen tan grande imposible de abarcar, más bien enfócate en lo inmediato, en lo que puedes hacer hoy. Concéntrate en identificar y desarrollar tus talentos principales y traza metas emocionantes.
Tomar decisiones importantes
Toma lápiz y papel y plasma tus pensamientos en un papel, planea con anticipación y busca buenos consejos de personas que admires o respetes.
Piensa que en la experiencia siempre habrá una enseñanza que mejorará tu próximo proceso de toma de decisiones.
Incluye la oración en el discernimiento para una buena disposición antes de dar el siguiente paso. En momentos en los que hay que tomar decisiones que pueden tener un gran impacto en tu vida o en la de los demás, es importante buscar hacerlas con un estado de paz.
Piensa que morir es algo que nos sucede a todos. Ten fe y vive cada día al máximo. Enfócate en vivir bien y explora tu vida espiritual.
Alimentar una vida interior desde la práctica de la fe te ayudará a encontrar el sentido de las cosas, incluso el de la muerte.
No te quedes con el miedo y atrévete a hacerte las preguntas «difíciles» sobre el más allá. Eso te guiará hacia una comprensión más profunda de tu vida espiritual y te ayudará a vivir mejor.
Vivir al máximo es vivir con conciencia el momento presente en sus detalles, respirar el aire, sentir los aromas, disfrutar de los regalos que te rodean.
Comprométete a encontrar la inspiración, explorar tus pasiones, escribir lo que quieres hacer antes de morir. Si estás ocupado viviendo bien tu vida, no tendrás tiempo para preocuparte por la muerte.
Por Cecilia Zinicola
aleteia.org