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Scott-Vincent Borba es la prueba viviente de que la vocación al sacerdocio puede surgir en cualquier momento de la vida de un hombre. Este hombre de 50 años ingresó en el seminario de San Patricio de la diócesis de Fresno (California) a los 46 años. Cuando llegó a las puertas del seminario en 2019, lo hizo al volante de su lujoso coche, con un caro traje y corbata. «Cuando el director me abrió la puerta para darme la bienvenida, se me quedó mirando un momento antes de suspirar: «¡Tengo trabajo que hacer!», recuerda Scott-Vincent.