La pasión interna, los infinitos sufrimientos del alma de Cristo, nadie jamás podrá llevarlos a la pantalla. Un experto analiza aquí los límites y alcances de la película
"La pasión de Cristo" es fiel
El tema de "The Passion of the Christ" es teológico e histórico. La crítica cinematográfica debe circunscribirse a su campo –dirección, efectos especiales, sonido, movimiento de cámaras, etcétera– y no intentar definir cosas que no le tocan, y menos calificándolas de "majaderías": el crítico de cine no está en condiciones de dudar si Cristo Jesús realmente padeció como se ve en la obra de Gibson. Del mismo modo, un crítico de arte, escribiendo sobre un cuadro de la última cena, no debe meterse a hablar de si es posible que Cristo transformara el pan en su cuerpo.
Tampoco la medicina puede decidir si el cuerpo de Jesús pudo haber soportado lo que soportó. La pasión, muerte y resurrección de Cristo deben ser analizadas, en último término, desde la fe. Así como médicamente es imposible que un hombre realmente muerto, reviva, y, sin embargo, según la Biblia, Cristo resucitó, es muy posible que médicamente el cuerpo humano no pueda resistir lo que Jesús resistió, y sin embargo, según las Escrituras, Él fue realmente masacrado. Si no es así, también tendríamos que negar la verdad histórica de la resistencia que Dios y la fe otorgó a tantísimos mártires…
Independientemente y por encima de cómo Gibson ha plasmado la pasión en el celuloide, la cuestión es si Jesucristo, según la Biblia, fue o no fue salvajemente maltratado y brutalmente masacrado. Por supuesto, la Biblia habla en los dos Testamentos de los sufrimientos de Jesucristo con términos impresionantes, tal como se ve en este film. Por ejemplo, Isaías (737 a. C), en su poema del Siervo Sufriente de Yahvé (Is 52, 12 – 53,13) dice que Jesús estaba“tan desfigurado que no tenía aspecto humano; que no tenía apariencia ni presencia; y carecía de hermosura que pudiésemos estimar; que su imagen era despreciable y estaba transformado en un desecho de los hombres: Varón de dolores y conocedor de dolencias, ante quien se vuelve el rostro; que era repugnante y estimado en nada.
Que Jesús fue ferozmente flagelado como muestra la película, lo afirma toda una tradición teológica y espiritual. Sin ir más lejos, en 1997, antes del rodaje de "La pasión de Cristo", un teólogo escribía: "Pilatos tuvo la torpe idea de mandar flagelar a Jesús, con el fin de mover a compasión a las turbas enfurecidas. Jesús fue azotado por romanos o mercenarios y éstos no tenían límite. Dependía de la resistencia de los condenados. Usaban azotes de correas, que solían tener en sus extremos huesos o bolas de plomo y puntas de hierro. El reo era atado por las muñecas a una columna baja, quedando el pecho apoyado sobre la parte superior y las espaldas desnudas para recibir los golpes, que podían alcanzar hasta el vientre y el pecho y aun el rostro. A veces la flagelación causaba la muerte del reo. Se podía aplicar sólo a esclavos y soldados rebeldes. Jesús quedó deshecho y temblando. Sangraba por todas partes". (F. Fernández Carvajal, "Vida de Jesús", pág. 630).
"La pasión de Cristo" no es violenta
¿Puede hacerse una película sobre la nieve sin que aparezca el blanco, o sobre la noche y no se vea la oscuridad? En una película sobre la crueldad con la que fue tratado el Hijo de Dios, ha de aparecer necesariamente crueldad, sangre, latigazos, heridas y dolor… Una película es violenta si intenta divertir ofreciendo escenas de sangre, brutalidad, saña, y dureza; explotando así los bajos fondos de la naturaleza humana. La Pasión no intenta divertir, sino hacernos reflexionar para elevarnos hacia lo más bueno, lo más bello, lo más verdadero y lo más noble que le es dado experimentar al ser humano: el Amor de Dios. En "La pasión de Cristo" , la crueldad con Jesús es sólo el telón de fondo oscuro en el que brilla la ternura, la paciencia, la mansedumbre de Jesús y su madre.
¿Pueden ir los niños y adolescentes? – Quienes ya razonan y sean conscientes de su fe pueden y deben ir. Los niños de hoy están hechos a lo intenso del cine, la TV, los video juegos; habrá que decirles cosas como “esto sufrió Jesús por nuestros pecados”, pero es bueno que vayan.
"La pasión de Cristo" se queda corta
Históricamente, la pasión fue muchísimo más de lo que se ve en el filme. Cristo no sufrió sólo en su cuerpo, sino también y sobre todo en su alma. Así como en los océanos la superficie visible es sólo la faz de toda la inconmensurable realidad del océano; así, los dolores corporales de Jesús en la Cruz son sólo una pequeña parte del mar sin orillas y del océano sin fondo de sus sufrimientos; porque sólo Dios puede sufrir –al pie de la letra y sin metáfora alguna– "sin límite alguno".
Y los mayores tormentos de Cristo no fueron los de Su cuerpo, sino los de su alma. La pasión externa es sólo una epifanía o exteriorización de su Pasión Interna. Jesús se vio rechazado por el pueblo y las autoridades religiosas y civiles; traicionado por sus discípulos; vendido por un "amigo"; y lo más doloroso: desamparado por su mismo Padre, y completamente abandonado por Dios en manos de sus enemigos, y tanto, que, según el salmo 21, se vio en la situación de preguntarle: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? A pesar de mis gritos, mi oración no te alcanza". Motivo por el cual él se sintió totalmente abochornado ante todos, como se ve en el mismo salmo: "Yo soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, desprecio del pueblo; al verme se burlan de mí, hacen muecas, menean la cabeza: Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto le quiere".
Por otra parte, la Biblia deja claro que Jesús era santo y que "no conoció pecado"; pero deja sentado también, y con toda claridad, que en Cristo vinieron a como a encarnarse todos los pecados de la historia. La Biblia dice con palabras tan enigmáticas como terribles, que Dios "le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él". (2 Co 5,21). Son palabras cuyo significado se nos escapa del todo; pero la fe nos hace vislumbrar a través de ellas que la situación del Redentor tuvo que haber sido espeluznante: ¡Dios se hizo pecado para salvar al hombre del pecado…!
Por esto, la pasión interna, los infinitos sufrimientos del alma de Cristo, nadie jamás podrá llevarlos a la pantalla; así como nadie podrá plasmar en el celuloide el dolor que anida en el corazón de una madre que ve morir día a día a su hijo en la cama de un hospital… Las molestias corporales de Cristo en su Pasión, con todo lo terribles que fueron y se intentan refleja en el film, son sólo la faz y la dimensión visible de todo el cúmulo de sufrimientos de su alma.
Salir de la sala diciendo que Gibson ha exagerado es no saber qué se entró a ver… Como si un fanático del fútbol entrara equivocadamente a un teatro donde se presenta "El Lago de los cisnes" y saliera protestando: ¡Qué partido más aburrido! ¡Vaya una tontería! "La pasión de Cristo" debe ser vista con el mismo espíritu con que fue hecha: con fe. Fue hecha con fe y para la fe. En el fondo no está en juego si estamos o no de acuerdo con la película de Mel Gibson, sino si creemos o no creemos en la Pasión de Jesús de Nazaret.
Si la Twentieth Century Fox hiciera un pre estreno de "La pasión de Cristo" e invitara a los santos: Teresa, Ignacio, Martín, Magdalena, los estigmatizados Pío y Francisco, y la mismísima madre de Jesús, la Virgen María, estoy seguro que todos, sin excepción, saldrían llorando de pena y dolor. Si a la salida, algún reportero le abordara a alguno de ellos, me imagino que ante la pregunta "¿le ha parecido muy violenta?", el encuestado respondería: "En modo alguno. A mí me parece que Mel Gibson se ha quedado corto. O mejor dicho, en mi modesto parecer, no creo que se pueda reflejar ni en un millón de horas de película los terribles tormentos del alma humana de Jesús, ni los terribles dolores de Su cuerpo… todo lo que se haga será poco".
"La pasión de Cristo" no es antisemita
¿Puede alguien decirme cómo hacer una película sobre la pasión de Cristo sin que aparezcan los judíos y los romanos? Mel Gibson ha dicho: "El antisemitismo no sólo es contrario a mis creencias personales, sino que también es contrario al mensaje de mi película. No odio a la gente, y ciertamente no odio a los judíos, tengo amigos y socios judíos. "La pasión de Cristo" es una película hecha para inspirar, no ofender. Mi intención al llevarla a la pantalla es crear una obra de arte que quede y motive la reflexión en las audiencias de distintos credos o de ninguno, a los que la historia les es familiar. A quienes están preocupados por el contenido del filme, sepan que es conforme a lo que los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento nos cuentan sobre la pasión y muerte de Cristo". Los cristianos no responsabilizamos a todos los judíos de la historia, ni siquiera a todos los contemporáneos de Jesús de Su muerte. Y respecto a los que le llevaron a la Cruz, afirmamos con el apóstol Pedro: "Matasteis al autor de la Vida; pero ya sé, hermanos, que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros jefes" (Hch 3:17), y lo que el mismo Jesús dijo: "¡Padre, perdónalos, por que no saben lo que hacen!" (Lc 23:34); sabiendo que todos los pecadores somos responsables de la muerte del Redentor.
En otras películas, sales con la pena de que el protagonista sólo es un simple personaje de ficción; en "La pasión de Cristo", el protagonista está vivo, y lo puedes encontrar a la salida del cine… y en la Eucaristía, en la oración diaria y en la vida. Por esto, es necesario que, una vez que hayamos visto la cinta –permítanseme los neologismos bárbaros–, la "despeliculicemos" y tras "historificarla" –sucedió, efectivamente en un momento de la historia- la "existencialicemos" como la más poderosa razón para tomarnos en serio el amor a Dios y el amor a los hombres.