En los últimos siglos se ha producido una rehumanización progresiva de las condiciones laborales. Se han disminuido las horas de trabajo en favor del incremento de las de ocio y descanso dando un salto cualitativo en la calidad de vida. El equilibrio entre las horas de trabajo, ocio y descanso resulta determinante para el bienestar personal. Empero, la sociedad de hoy en día, la sociedad de consumo, potencia el deshecho del tiempo libre a favor de un trabajo adicional que haga aumentar las ganancias para un aumento del consumo. Es en este contexto donde se ha comenzado a estudiar un “nuevo” trastorno psicológico que se caracteriza por la pérdida de control en la actividad laboral: la adicción al trabajo.
Adicciones químicas y adicciones psicológicas.
La noción de adicción ha sido asociada tradicionalmente a las drogas. Sin embargo, los trastornos adictivos cuentan con dos componentes fundamentales: Falta de control y dependencia.
Existen hábitos de conducta en apariencia inofensivos que se convierten en adictivos. Ciertas conductas problemáticas pueden considerarse psicopatologías similares a las que sufren los drogodependientes. Es decir, los síntomas de adicción psicológica son similares a los de las adicciones químicas. El ser humano necesita una satisfacción global repartida en diversas actividades. Si es incapaz de repartir su tiempo en diversas actividades, puede centrarse en una sola. Cualquier conducta, ya sea normal o placentera, es susceptible de adicción. Las conductas adictivas están controladas en un principio por reforzadores positivos, pero después terminan por ser controladas por reforzadores negativos. La adicción está determinada en función del grado de interferencia de relaciones.
Adicciones psicológicas: conductas repetitivas que resultan placenteras y que generan una pérdida de control en el sujeto.
Concepto y características de la adicción al trabajo.
Hasta ahora la dedicación intensa al trabajo ha sido considerada como buena: como una adicción positiva. Se ha empezado a considerar este fenómeno como un trastorno grave, con sus consecuencias físicas y psicológicas.
La adicción al trabajo está caracterizada por:
– Una implicación progresiva, excesiva y desadaptativa a la actividad laboral con pérdida de control respecto a los límites del trabajo y que afecta a otros ámbitos de la vida cotidiana.
– La sobreimplicación responde a ansia o necesidad personal más que a necesidades del entorno laboral.
– Se distingue por su actitud normalmente acompañada de ideas sobrevaloradas.
a) Características.
– Implicación elevada.
– Impulso por presiones personales.
– Poca capacidad de disfrute.
– Búsqueda de poder o prestigio.
– Todo lo anterior va acompañado frecuentemente por sentimiento de inferioridad y miedo al fracaso.
b) Síntomas.
– Negación del problema.
– Distorsión de la realidad.
– Necesidad de control.
– Tolerancia creciente.
– Síntomas de abstinencia en vacaciones.
– Con todo esto conviene aclarar que no toda dedicación intensa al trabajo es adicción. Puede haber personas trabajadoras que saben desconectar en su tiempo libre.
c) Adictos.
– Carecen de control.
– No desconectan.
– Trabajo: es el elemento prioritario de todo lo que le rodea.
– Adicto: persona insatisfecha o irritable cuando está fuera del trabajo.
d) Consecuencias negativas.
– Relaciones familiares deterioradas.
– Aislamiento.
– Carencia o pérdida del sentido del humor.
– Desinterés por las relaciones interpersonales no productivas.
– Debilitamiento de la salud.
– Calidad de vida deficitaria provocada por el consumo abusivo del alcohol y el tabaco.
– Tiempo libre muy reducido.
– Ritmo de sueño demasiado variado (“mal dormir”)
e) Indicadores.
– Aislamiento.
– Agotamiento.
– Excesivo sentido del deber.
– Aspereza.
– Pérdida de satisfacción de actividades antes placenteras.
f) ¿ A quién afecta generalmente?.
La adicción al trabajo afecta generalmente a personas con profesiones liberales y que no se mueven exclusivamente por necesidades económicas. Atendiendo al sexo, generalmente, hay más hombres que mujeres adictos al trabajo aunque, en profesionales jóvenes apenas existe un pequeña diferencia.
g) Señales de alarma.
– Prisa constante y ocupación continua.
– Urgencia de tiempo.
– Necesidad de hacer varias tareas simultáneamente.
– Necesidad de control.
– Rigidez de pensamiento (“cerrados de mente”).
– No delegan.
– Perfeccionismo.
– Miedo al fracaso.
– Control.
– Alto nivel de exigencia.
– Intolerancia.
– Dificultades en las relaciones personales.
– relaciones interpersonales consideradas como una pérdida de tiempo.
– “Embriaguez” de trabajo.
– Alternancia de sobreimplicación y reducción drástica del trabajo.
– Dificultad para relajarse y divertirse.
– Ocio = pérdida de tiempo.
– Obsesión por hacer.
– Pérdidas parciales de memoria.
– Pérdida de memoria por atención simultánea a muchas cosas.
– Descuido de lo familiar.
– Impaciencia e irritabilidad.
– Tiempo = recurso muy preciado.
– Impaciencia.
– Irritabilidad fácil si se les hace esperar.
– Irritabilidad fácil si se abordan temas que no son de su interés.
– Déficit de autoestima.
– Baja autoestima que le empuja hacia logros; pero sólo consigue elevar la autoestima transitoriamente.
– Inatención a las necesidades de salud.
– Se hacen “dejados”.
h) En definitiva se trata de una adicción caracterizada por:
– Aumento desmesurado del rendimiento laboral.
– Gran sentido del cumplimiento del deber.
– Carencia de aficiones.
– Sentimiento de culpabilidad con el ocio.
– Implicación en una batalla sin fin por el éxito.
– Suele ir acompañada de depresión, ansiedad e ira.
– En gente más perfeccionista y con más problemas de salud.
– Dificultad de delegación.
– Mayor incapacidad para solucionar problemas de forma efectiva.
– Mayor dificultad para expresar afecto.
– Mayor esfuerzo para relaciones sociales e íntimas.
– Es frecuente que vaya acompañada de una adicción química (tabaco, alcohol, cocaína, etc. …)
Secuencia evolutiva de la adicción al trabajo (Alonso – Fernández, 1996).
a) Primera Secuencia. En una primera secuencia la adicción se empieza a manifestar en el individuo cuando se le observa un comportamiento autoritario con la familia y con sus subordinados.
b) Segunda Secuencia. En un segundo lapso de la evolución de esta psicopatología el sujeto se caracteriza por un visible síndrome de estrés, con lo que se deteriora la capacidad laboral y, consciente de ello, acude a las drogas y fármacos que atajan provisionalmente el cansancio: esta actitud se va haciendo habitual a medida que el sujeto ve mermada su capacidad laboral.
c) Tercera Secuencia. El estrés deriva en depresión y en un trastorno psicosomático. Ello suele ir acompañado con un consumo excesivo de alcohol.
d) Cuarta Secuencia. Lógicamente el abuso de sustancias acompañado de depresiones y trastornos psicosomáticos desemboca en una crisis aguda de enfermedad coronaria o en una muerte repentina.
Tipologías de adictos al trabajo.
a) Tipologías.
– Trabajador ambicioso.
* lucha despiadada.
* imposición.
– Trabajador competitivo.
* necesidad de sentirse superior.
– Trabajador culpabilizado.
* sobrecarga de trabajo como imperativo ético.
– Trabajador inseguro.
*búsqueda continua y ansiosa de aprobación y autoestima.
– Trabajador aislado y solitario.
* relación profesional como sustituto de relación interpersonal.
b) Según Naughton(1987).
– Trabajador adicto e implicado en el trabajo.
* elevado grado de compromiso en el trabajo.
* dedicación intensiva al trabajo en detrimento de otro tipo de relaciones e intereses.
– Trabajador adicto y obsesivo.
* elevado grado de compromiso.
* la cantidad de energía dedicada al trabajo no se corresponde con resultados.
Patrón de conducta de tipo A y adicción al trabajo.
En un principio parece que el patrón de conducta tipo A coincide con las características de adictos:
– exceso de ambición
– exceso de competitividad.
No hay una distinción clara entre el patrón de conducta tipo A y la adicción al trabajo.
a) Características.
Los afectados por este tipo de personalidad están caracterizados por:
– Constante implicación por una lucha excesiva y relativamente crónica para conseguir un número ilimitado de logros en el menor tiempo posible.
– Son personas perfeccionistas.
– Impaciencia constante. Quieren resultados de una manera inmediata.
Concretamente se señalan seis rasgos característicos:
– Interés obsesivo por conseguir objetivos.
– Deseo de competir.
– Necesidad de reconocimiento social.
– Propensión a acelerar la ejecución de cualquier tarea.
– Estado de alerta física y mental.
– Implicación aparente en múltiples actividades a plazo fijo.
Estas características coinciden con el perfil del adicto al trabajo.
b) Vida laboral.
– Generalmente aceptada.
– Grandes rendimientos.
– Responsabilidad laboral y ocupación por encima de sus estudios — insatisfacción e inseguridad.
– Sobreimplicación en la vida laboral. Ello influye negativamente en la vida familiar, también influido por los sesgos cognitivos que tiene el
sujeto en cuanto a la relación beneficios – familia.
– Actitud perfeccionista y competitiva: – Cualquier diversión = carrera agotadora.
– Exigencia de orden laboral aplicada al ocio.
– Peligro de carencia de entretenimiento y ocupación extralaboral.
c) Conclusión. Vistas las características del patrón de conducta tipo A, es evidente que sus semejanzas con las de los adictos al trabajo no queda clara la relación. En ambos casos existe la posibilidad de padecer un enfermedad coronaria.
Fuente: Télam-UBA