Queridos amigos, les informo que su amigo y seguro servidor, algo ajado y golpeado por la vida, que permitió que un avión de Air France le robara 30 horas en forma miserable, se encuentra ya en tierras mundialistas, concretamente en la ciudad de Johannesburgo.De las peripecias del viaje, poco hay que contar que cualquier peregrino no haya sufrido en carne propia y por ello las ahorraré, pasando a decirles que el grupo llegó completo y eso, tratándose de pasajeros aztecas, es ya de por sí un triunfo tan inusitado como el conseguido por el equipo tricolor ante Italia.Parece prematuro hablar de un ambiente realmente futbolero o que de alguna forma se respire esa atmósfera tan especial que solo concede la Copa del Mundo, sin embargo, los sudafricanos se prepararon, no se si lo logren, para atender de la mejor manera posible al turismo que llegará en forma de avalancha para presenciar esta magnífica justa deportiva.Los diarios en todos los idiomas siguen reseñando la actividad de las diversas selecciones que participarán en el evento, siendo un asunto prioritario y preocupante el tema de las lesiones. No hay día que no sepamos la baja de algún elemento y eso, se quiera o no, va en detrimento del nivel del certamen.Otro asunto que preocupa a los organizadores es la seguridad. Independientemente de que el país anfitrión ocupa una de las tasas de comisión de delitos más alta del planeta, sabido es que los ojos del mundo estarán puestos en Sudáfrica y esta exposición resulta un apetecible bocado para grupos extremistas. Ojala que en ningún momento relajen las medidas conducentes y que la fiesta del balompié resulte redonda, como un balón.Hablando del balón, el nuevo modelo que el principal socio comercial de la FIFA, la empresa Adidas ha diseñado para este campeonato, no deja de recibir críticas, sobre todo de los guardametas.El modelo “Jabulani”, a decir de los guardavallas, es extremadamente ligero y se mueve demasiado en el aire, dificultando la labor de aquellos encargados de custodiar los tres palos.La realidad es que el peso del balón es el mismo por reglamento y la tecnología usada es de punta, aunque siempre quedará como un buen pretexto si de ir a recoger el balón al fondo de las redes se trata.A los modernos cancerberos no les tocó, obviamente, la época del balón de gajos que pesaba una barbaridad y que mojado y con lodo se convertía en un obús que al golpear al jugador lo dejaba en calidad de lisiado de guerra.Los modelos “Azteca”, “Tango”, “Etrusco”, “Tricolore” y otros más fabricados por la marca de las tres tiras han ayudado a la evolución del balompié mundial.En fin, seguiremos conversando de lo que aquí suceda a lo largo del evento. Suerte y que Dios nos acompañe a todos.