SIN TEMORES

Por los pasillos del Centro Internacional de Prensa no se habla de otra cosa que del juego inaugural entre Sudáfrica y México y dentro de los pormenores del mismo, llamó la atención el árbitro encargado de impartir justicia el próximo 11 de junio.

Esperábamos ver a uno de los mejores jueces del planeta pero en ese sentido, los pronósticos fallaron y el comité de arbitraje de FIFA se sacó de la manga a un silbante de poca monta, reconocido solamente en la Confederación asiática y con pocos entorchados internacionales.

El uzbeco Ravshan Irmatov encabezará el desfile de jugadores locales y mexicanos el día de la inauguración y el hecho de no haber echado mano de alguno de los estelares, ha abierto la puerta para la duda y la maledicencia.

Se piensa que el árbitro recibe órdenes directas para favorecer al equipo anfitrión, que por cierto jamás ha perdido en esta clase de encuentros, facilitando con ello su calificación.

Por supuesto que esta especie de “conspiración” no existe y el silbante en turno y el futbol en general esperan un buen desempeño que disipe cualquier sombra en torno a ese importante juego, aunque los malpensados hablarán de lo mismo cuando se sepa quién dirige a los anfitriones en sus restantes cotejos ante Uruguay y Francia.

Este amigo y servidor de ustedes vivió una de las mejores experiencias precisamente en un juego de inauguración de Copa del Mundo, aunque en aquella ocasión no se vio involucrado el cuadro de casa.

Corría el mes de junio de 1994 y la ciudad de Chicago, concretamente el “Soldier Field”, albergaría el primer juego del Mundial de Estados Unidos. En aquellos tiempos, el honor de abrir fuego en la justa correspondía al campeón defensor y por ello, Alemania enfrentó a Bolivia.

Recuerdo que al salir del hotel, al enfilarnos al auto que nos llevaría al estadio, escuché una voz que me dijo: “Brizio, es usted el árbitro ¿verdad?”, a lo que contesté afirmativamente, “Vaya tranquilo –dijo-, nada más lo va a estar viendo todo el mundo”.

Efectivamente, la inauguración del Mundial es vista por miles de millones de personas alrededor del orbe y por razones obvias, todos los participantes querrán tener una actuación sobresaliente.

De ninguna manera se vale que aquellos sembradores de rumores descalifiquen la limpieza de nuestro deporte haciendo creer que hay arreglos detrás de la puerta.

Pienso que México le va a ganar a Sudáfrica por el simple hecho de ser mejor. Que los imponderables como pueden ser la cancha, la suerte o el arbitraje jueguen, es una realidad pero de ahí a que se entronice desde ahora a los “Bafana Bafana” media un océano de distancia.

¡A por ellos sin temores!

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Un comentario

  1. EUFORIAMás allá de la euforia colectiva que suscitó el ganarle al campeón vigente del mundo, Italia, (que todavía no está a punto de turrón) nos queda un buen sabor de boca, porque esta selección mexicana -sin alzar las campanas- está para cosas grandes, creo que sin pecar demasiado de optimista."La historia es maestra de la vida", aunque el juego no es vital en sí, se puede recoger que los cotejos que tuvieron en el viejo continente, de algo les servirán.Y si no tuvieron una "desastrosa gira por Europa", por así decirlo, sin embargo les marca la pauta la victoria histórica frente los "azzurri", sin demeritar el altibajo nivel que tuvieron frente a otros quipos de renombre, como Inglaterra y Holanda, considerados serios aspirantes al título.Mención aparte merece Gambia, con todo respeto, "escuadra de medio pelo", porque fue rival a modo para el combinado tricolor y que más que enseñanza, fue como una especie de "tiro al blanco".Lo rescatable de esto es que México tiene garbo, gallardía y pundonor, combinado con técnica colectiva e individual; bastantes toques de pelota que se traducen en pocas llegadas verticales que por consiguiente pudieran hacerle daño al equipo contrario.Deberá ser más incisivo, contundente y, en ocasiones, no tocar tanto el balón, aunque a veces se tenga que hacer para marear al contrincante en turno, se desespere, y por allí se tenga una oportunidad de golLa escuadra tricolor "tiene con que-so las enchiladas", no me cabe la menor duda. Falta que lo constaten, y que se la crean que pueden "despintar al más pintado", que dejen de lado el miedo al éxito, porque "sí se puede".Tendrán en sus pies la potestad de cambiar la historia mediocre que invade a la selección desde hace un buen, porque no se puede traspasar esa barrera de cuartos de final, como ya se hizo en el \’86.En otro plano, ya se vio que en la Copa América quedó constancia de lo que está hecho México, puesto que dos subcampeonatos lo avalan; en la Copa Libertadores se tiene una final disputada y alrededor de seis semifinales, en cuanto a los equipos locales se refiere.Entonces, no es descabellado pensar que la élite mundial espera a esta selección mexicana pundonorosa y noble. Máxime que ha ido a bastantes copas del mundo.Por lo pronto, el tricolor tendrá la encomiable misión de hacer "su mejor papel", aunque esto suene a disco rayado.Quizá no sea en esta ocasión campeón del mundo, pero tendrá la oportunidad de seguir aprendiendo para posteriores justas. Sólo espero que no sea un eterno alumno y algún día emule a sus gloriosos maestros.SIN BALÓN.- Mis favoritos para ganar el mundial, son: Holanda, Inglaterra, España, Portugal, y, por supuesto México.

  2. EUFORIAMás allá de la euforia colectiva que suscitó el ganarle al campeón vigente del mundo, Italia, (que todavía no está a punto de turrón) nos queda un buen sabor de boca, porque esta selección mexicana -sin alzar las campanas- está para cosas grandes, creo que sin pecar demasiado de optimista."La historia es maestra de la vida", aunque el juego no es vital en sí, se puede recoger que los cotejos que tuvieron en el viejo continente, de algo les servirán.Y si no tuvieron una "desastrosa gira por Europa", por así decirlo, sin embargo les marca la pauta la victoria histórica frente los "azzurri", sin demeritar el altibajo nivel que tuvieron frente a otros quipos de renombre, como Inglaterra y Holanda, considerados serios aspirantes al título.Mención aparte merece Gambia, con todo respeto, "escuadra de medio pelo", porque fue rival a modo para el combinado tricolor y que más que enseñanza, fue como una especie de "tiro al blanco".Lo rescatable de esto es que México tiene garbo, gallardía y pundonor, combinado con técnica colectiva e individual; bastantes toques de pelota que se traducen en pocas llegadas verticales que por consiguiente pudieran hacerle daño al equipo contrario.Deberá ser más incisivo, contundente y, en ocasiones, no tocar tanto el balón, aunque a veces se tenga que hacer para marear al contrincante en turno, se desespere, y por allí se tenga una oportunidad de golLa escuadra tricolor "tiene con que-so las enchiladas", no me cabe la menor duda. Falta que lo constaten, y que se la crean que pueden "despintar al más pintado", que dejen de lado el miedo al éxito, porque "sí se puede".Tendrán en sus pies la potestad de cambiar la historia mediocre que invade a la selección desde hace un buen, porque no se puede traspasar esa barrera de cuartos de final, como ya se hizo en el \’86.En otro plano, ya se vio que en la Copa América quedó constancia de lo que está hecho México, puesto que dos subcampeonatos lo avalan; en la Copa Libertadores se tiene una final disputada y alrededor de seis semifinales, en cuanto a los equipos locales se refiere.Entonces, no es descabellado pensar que la élite mundial espera a esta selección mexicana pundonorosa y noble. Máxime que ha ido a bastantes copas del mundo.Por lo pronto, el tricolor tendrá la encomiable misión de hacer "su mejor papel", aunque esto suene a disco rayado.Quizá no sea en esta ocasión campeón del mundo, pero tendrá la oportunidad de seguir aprendiendo para posteriores justas. Sólo espero que no sea un eterno alumno y algún día emule a sus gloriosos maestros.SIN BALÓN.- Mis favoritos para ganar el mundial, son: Holanda, Inglaterra, España, Portugal, y, por supuesto México.

  3. EUFORIAMás allá de la euforia colectiva que suscitó el ganarle al campeón vigente del mundo, Italia, (que todavía no está a punto de turrón) nos queda un buen sabor de boca, porque esta selección mexicana -sin alzar las campanas- está para cosas grandes, creo que sin pecar demasiado de optimista."La historia es maestra de la vida", aunque el juego no es vital en sí, se puede recoger que los cotejos que tuvieron en el viejo continente, de algo les servirán.Y si no tuvieron una "desastrosa gira por Europa", por así decirlo, sin embargo les marca la pauta la victoria histórica frente los "azzurri", sin demeritar el altibajo nivel que tuvieron frente a otros quipos de renombre, como Inglaterra y Holanda, considerados serios aspirantes al título.Mención aparte merece Gambia, con todo respeto, "escuadra de medio pelo", porque fue rival a modo para el combinado tricolor y que más que enseñanza, fue como una especie de "tiro al blanco".Lo rescatable de esto es que México tiene garbo, gallardía y pundonor, combinado con técnica colectiva e individual; bastantes toques de pelota que se traducen en pocas llegadas verticales que por consiguiente pudieran hacerle daño al equipo contrario.Deberá ser más incisivo, contundente y, en ocasiones, no tocar tanto el balón, aunque a veces se tenga que hacer para marear al contrincante en turno, se desespere, y por allí se tenga una oportunidad de golLa escuadra tricolor "tiene con que-so las enchiladas", no me cabe la menor duda. Falta que lo constaten, y que se la crean que pueden "despintar al más pintado", que dejen de lado el miedo al éxito, porque "sí se puede".Tendrán en sus pies la potestad de cambiar la historia mediocre que invade a la selección desde hace un buen, porque no se puede traspasar esa barrera de cuartos de final, como ya se hizo en el \’86.En otro plano, ya se vio que en la Copa América quedó constancia de lo que está hecho México, puesto que dos subcampeonatos lo avalan; en la Copa Libertadores se tiene una final disputada y alrededor de seis semifinales, en cuanto a los equipos locales se refiere.Entonces, no es descabellado pensar que la élite mundial espera a esta selección mexicana pundonorosa y noble. Máxime que ha ido a bastantes copas del mundo.Por lo pronto, el tricolor tendrá la encomiable misión de hacer "su mejor papel", aunque esto suene a disco rayado.Quizá no sea en esta ocasión campeón del mundo, pero tendrá la oportunidad de seguir aprendiendo para posteriores justas. Sólo espero que no sea un eterno alumno y algún día emule a sus gloriosos maestros.SIN BALÓN.- Mis favoritos para ganar el mundial, son: Holanda, Inglaterra, España, Portugal, y, por supuesto México.

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