Habla Señor que tu siervo escucha… Dime tan solo una palabra y mí alma quedará sana….
No pongas oídos sordos a Tu Voz… Quiero oírte, escucharte, mirarte, hablarte, en fin, quiero que Tu y yo seamos uno, que yo no sea más que Tu Reflejo…
Pero que lejos estoy de todo ello, pues el ruido del mundo me avasalla y me impide realizar mi sueño de tenerte junto a mí, aprender de Tí e imitarte en todo,,,
Pero para Ti no hay nada imposible… por tu gran misericordia concédeme la gracia de ser el más humilde de tus siervos y como tal, amarte y servirte por el resto de mis días, PERO SIEMPRE CONTIGO… Amén…
Estáte, Señor, conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y, cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.
Llévame en tu compañía,
donde tú vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das,
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.
Por eso, más que a la muerte,
temo, Señor, tu partida
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das
sé que alcanzarla no puedo
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas.
Señor… Me pongo en tus manos… Haz de mi lo que quieras…
Por todo lo que hagas de mi, te doy las gracias…
Estoy dispuesto a todo… Lo acepto todo con tal de que Tu voluntad se haga en mí y en todas mis obras…
No deseo nada para mí, sino para Tí…
Ojallá y lo logre de una manera digna y perfecta…
Así sea…
Habla Señor que tu siervo escucha… Dime tan solo una palabra y mí alma quedará sana….
No pongas oídos sordos a Tu Voz… Quiero oírte, escucharte, mirarte, hablarte, en fin, quiero que Tu y yo seamos uno, que yo no sea más que Tu Reflejo…
Pero que lejos estoy de todo ello, pues el ruido del mundo me avasalla y me impide realizar mi sueño de tenerte junto a mí, aprender de Tí e imitarte en todo,,,
Pero para Ti no hay nada imposible… por tu gran misericordia concédeme la gracia de ser el más humilde de tus siervos y como tal, amarte y servirte por el resto de mis días, PERO SIEMPRE CONTIGO… Amén…
Estáte, Señor, conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y, cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.
Llévame en tu compañía,
donde tú vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das,
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.
Por eso, más que a la muerte,
temo, Señor, tu partida
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das
sé que alcanzarla no puedo
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas.
… Tú eres nuestra salud, virtud y fortaleza…. Quédate con nosotros y parte para nosotros el pan… Amén…
Señor… yo no soy digno de que vengas a mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma…
Habla Señor que tu siervo escucha…
Soy tuyo Señor, de Tí nací y de Tí soy…
No me dejes caer en tentación y líbrame de todo mal…
Amén…
Señor… Me pongo en tus manos… Haz de mi lo que quieras…
Por todo lo que hagas de mi, te doy las gracias…
Estoy dispuesto a todo… Lo acepto todo con tal de que Tu voluntad se haga en mí y en todas mis obras…
No deseo nada para mí, sino para Tí…
Ojallá y lo logre de una manera digna y perfecta…
Así sea…