Belén Langdon tenía solo 17 años cuando, en 2012, fue aplastada por una avalancha humana durante un concierto realizado en el Madrid Arena, en la capital de España. Su madre, Yolanda del Real, solo podía rezar: «Dios mío, si Tú quieres puedes curarla». La ayuda de la Virgen María fue crucial en esos momentos para que Yolanda pudiera aceptar la muerte de su hija. Esta madre nos recuerda que todo sufrimiento nos ayuda a santificarnos si lo unimos a Jesús, porque cada sufrimiento ofrecido nos ayuda a ser corredentores con Cristo.
Cortesía de HM Televisión: https://www.eukmamie.org/es/