El papa san Juan Pablo II transmitió la fe de la Iglesia a través de sus palabras, sus gestos y de toda su vida, con toda claridad y coherencia hasta el último momento. En este «Hacia lo alto», la Hna. Rachel Newton —Sierva del Hogar de la Madre—cuenta una anécdota del último Corpus Christi que san Juan Pablo II vivió en esta tierra. Su salud estaba ya muy quebrantada, pero la necesidad de arrodillarse ante Jesús en la Eucaristía le llevó a insistir: «¡Quiero arrodillarme!». Finalmente, su amor y su fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía prevalecieron en contra del consejo de los que le rodeaban.
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